Es un libro con olor y sabor propios, (en parte gracias a las recetas de Kinki) que da lo que promete, risas y un sentimiento de calor en el lector. Narra las aventuras de un joven médico que decide abandonar la ciudad y convertirse en médico rural. Pronto se dará cuenta de que las cosas son muy distintas en el campo que en la ciudad (Belfast) pero para bien. Muy recomendable tanto si eres médico como si no.
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