Aventuras de un médico rural den Irlanda

Llevaba tiempo viendo este libro en Instagram y con al publicación del segundo libro hubo un boom de publicaciones y reseñas. Lo primero que me llamó la atención fue la portada, me parece preciosa (al igual que la de su continuación), no conocía a la editorial y me puse a investigar. La edición es exquisita, como las de antaño, que ya pocas se ven, es un libro con calidad en el que se nota el cariño que han puesto.

Llevo un tiempo con problemas para empezar un libro, me cuesta "arrancar" y engancharme, este es un buen libro para salir de este tipo de bucle. Con capítulos cortos donde cada uno representa a un paciente, iremos de la mano del doctor Laverty, un médico recién licenciado que acaba atendiendo en la zona rural. Los métodos de su mentor son poco ortodoxos (por decirlo de manera suave); al pobre Laverty le explota la cabeza viendo la gran diferencia entre lo que ha estudiado y cómo ejerce su tutor la profesión. Aunque creo que eso nos pasa un poco a todos, cuando sales a la universidad y ves la realidad, el contraste entre los libros y la práctica. Pero en esta novela es muy exagerado y es imposible no soltar una carcajada.

Hay situaciones bastante surrealistas y más de una vez os horrorizaréis, junto a Laverty, de ciertos "cuidados".

A través de las consultas, también podemos ver el contexto social y conocer un poco Irlanda. En especial el autor ahonda en los métodos rudimentarios que se usaban en las zonas rurales para atender a los pacientes, en la escasez de medicamentos y de utensilios y de cómo se las apañan como pueden.

Para disfrutar de esta historia no hace falta estar inmerso o conectado con el mundo de la medicina ni mucho menos (aquí una de Derecho), solo abrir la mente y apostar por cosas nuevas, de todo se puede aprender. Es una novela que engancha con facilidad, no hay tecnicismos y es muy amena.

En un pequeño pueblecito de Irlanda del Norte, llamado Ballybucklebo. Entre colinas y ganado bovino pastando, seremos partícipes de cómo el joven Barry Laverty, soltero de 24 años y sin responsabilidades llega recién salido de la Facultad de medicina con su título bajo el brazo llega para convertirse en asistente médico de aquella pequeña y encantadora aldea.

Su necesidad más apremiante es ganar suficiente dinero para pagar el préstamo de su coche. Un destartalado escarabajo Volkswagen rojo al que llama Brunilda.

Y allí en medio del campo se convierte en ayudante del veterano Doctor Fingal Flaherty O'Reilly. Un ex comandante y cirujano militar. Un hombre rudo e impredecible, fumador de piña, cazador y boxeador. Pero también nos demostrará ser un hombre sabio, experimentado y poco convencional.

La historia está ambientada en la década de los años 60 y la trama está centrada en los dos hombres encargados de velar por la salud de sus vecinos.
Las descripciones de este libro son realmente bellas. Sientes como respiras el aire puro del campo. Sus personajes son variados, encantadores, chiflados, excéntricos, desagradables, tiernos y adorables. Los hay para todos los gustos.

Su lectura es amable y reconfortante, con un humor sencillo y amable que te dejará una sensación de bienestar.

Es una historia encantadora y dulce que a pesar de su sencillez te da una lección de vida y sabiduría.

Un libro entrañable, la obra está basada en las vivencias de su autor Patrick Taylor como médico en Irlanda. Esta premisa dota al libro de autenticidad, ya que la realidad como sabemos muchas veces supera a la ficción.

Más que los males de sus vecinos, lo que nos trae la obra es la picaresca de estos y como un médico tiene que ser algo más que un mero tramitador de recetas. Muchas veces la compañía es el mejor de los placebos, escuchar, entender sus problemas, es el mejor remedio.

"Dios, menuda casa. Una gata asesina, un labrador con el equivalente canino de la satiriasis que además era alcohólico, y un veterano colega que por alguna oscura razón no parecía tener en alta estima al sexo opuesto. ¿Realmente quería Barry formar parte de aquel zoológico?"
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Este es el dilema al que se enfrenta el joven y recién licenciado Barry Laberty a su llegada a la aldea de Ballybucklebo, una localidad imaginaria de Irlanda, para trabajar como médico en la consulta del doctor Fingal Flahertie O'Reilly, un personaje bastante peculiar y de métodos poco ortodoxos. El consultorio será el epicentro de encuentros con vecinos no poco excéntricos y situaciones bastante cómicas.
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Este es uno de esos libros con los que es muy fácil conectar. La historia es sencilla, amable y mantiene el equilibrio perfecto entre el humor y la ternura. Las diferencias generacionales entre los doctores y la singularidad de sus pacientes, suficientemente generosos como para compartir con el lector sus historias más íntimas, hacen que sea casi imposible no leer el libro con una sonrisa.
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Me ha encantado recorrer Irlanda de la mano de estos dos médicos que, aunque muy diferentes, son todo amor y entrega a su profesión. Mi único problema es haber leído que la historia guardaba parecido con "Todas las criaturas grandes y pequeñas", siendo uno de mis libros favoritos mis expectativas se dispararon demasiado y no las ha cumplido como esperaba (reconozco que era difícil porque el libro de James Elliot es demasiado especial para mi). Aún así, ha sido una buena lectura, ideal para pasar la ola de calor, entrañable y muy entretenida.
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Leeré el segundo.

#AventurasDeUnMédicoRuralEnIrlanda de #PatrickTaylor (2004) 📖 @edicionesdelviento 📚

Barry Laverty es un joven médico cuyo primer destino es la aldea de Ballybucklebo (aldea ficticia situada en el Úlster, Irlanda). Allí tendrá como guía al experimentado doctor Fingal Flahertie, el cual no lo dejará indiferente, ni tampoco lo hará la aldea y sus peculiares habitantes. Asistiremos a la adaptación de Barry a este lugar, a sus primeros encuentros con lo rural y con aquello alejado de la teoría, pero no menos real, que le ayudarán a forjarse en su profesión. Fingal, con maneras bruscas y embrutecidas, muestra la medicina más práctica y más ruda por decirlo suavemente, el conocimiento está pero es la experiencia y el saber manejar a los pacientes lo primordial, así como tener verdadera vocación e interés en los mismos. Ballybucklebo se lo pondrá algo difícil a Barry, se tendrá que enfrentar con situaciones que le harán florecer inseguridades e incluso culpabilidad y remordimientos, algo que deberá aprender a manejar siendo Fingal una figura indispensable en su crecimiento personal y profesional. El amor lo arrollará de forma repentina y tendrá que compaginarlo con su trabajo.

Me ha gustado esta novela, muy amena. Trama entretenida con cierto drama y tensión, pero en su mayoría amable y con buen humor. Personajes variopintos y buena ambientación, evocando muy bien esa zona rural donde se ubica.

Destaco cómo expone ese primer pistoletazo de salida en la vida profesional de Barry. No todo está en la teoría, en la práctica la cosa se complica y el trato con los pacientes tampoco se rige por palabrería y tecnicismos, sino que requiere una adecuación, un tacto, una vocación y un interés mucho más allá de la medicina teórica. Fingal es esa figura curtida en una profesión, muestra la sabiduría (no perfecta sino humana, con la aceptación de sus errores sin caer en ningún pozo por ello) que se alcanza cuando se ejerce una vocación con pasión y de forma dedicada. Barry se va percatando de lo buen profesional que es Fingal, deja sus reticencias de lado y aprende de él. Se deja ver muy bien la profesión de médico rural.

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