Crímenes imaginarios

No llega a las 300 páginas (edición con la letra pequeña), pero se me ha hecho un poco pesado y lento. No es una novela negra adictiva de las que lees del tirón. Los personajes, eso sí, están muy bien, cobran vida propia, especialmente Sidney. El giro final me pareció brillante pese a la sencillez de la trama. En realidad, no ocurren demasiadas cosas, pero cuando ocurren son intensas y desde una perspectiva curiosa e interesante. La ambientación también ayuda a que ese ambiente claustrofóbico que supongo que quiso mostrar la autora traspase las páginas del libro. Continuamente he estado preguntándome por qué Sidney y Alice, la pareja protagonista, actúan así, complicándose la vida, cuando todo podría haber sido más simple, pero con esa simpleza que podría haberles ayudado a llevar una vida más tranquila, no habría novela.