El zapato de oro

Es una versión de la Cenicienta, que como la misma sinopsis indica, es para echarse unas risas. Hay que leerla sin más pretensiones que lo que es, un cuento para pasar un rato agradable y divertido. Porque sin duda, os vais a divertir.

Está escrito en tercera persona y nuestra Cenicienta en esta historia se llama Isabella y es un auténtico desastre de chiquilla. Si fuese un fenómeno atmosférico sería un huracán. Vive junto con su padre y su gato negro Lucifer. Ya sabéis como va la historia, el padre decide casarse y trae una madre y a sus hermanastras Druzilla y Anastasia.

Eso sí, esta es una adaptación de la versión antigua de los hermanos Grimm, que era un poco gore, y no tan Disney. Por lo que si no sabéis de cual os hablo, veréis cosas diferentes.

Y por otro lado, tenemos al príncipe, cuyo padre está empeñado en que se case y tener nietos. Pero claro, el príncipe está cegato y un príncipe debe carecer de defectos. Por lo que su padre no le deja usar las gafas que necesita porque parece un búho y el pobre solo ve borrones.

Si con todo esto que te acabo de contar como introducción no te animas a leerla, no sé que más necesitas. A mí me ha encantado.