4️⃣Cuarta entrega de Harry Mccoy pero la primera que leo. Lo seleccioné en @babelioenespanol para la última #masacritica porque me llamaba mucho la sinopsis. 🏴La trama está situada en Glasgow y Harry Mccoy es un policía al que le da mucho miedo la sangre, llegando a marearse y vomitar cada vez que ve una escena del crimen. Curioso pero me encanta un personaje así. Bebe mucho alcohol a todas horas, fuma y no se cuida nada. Me hubiese gustado saber más sobre su vida pero al ser el cuarto libro, ahí esa parte me queda floja. ¡Culpa mía! 💣En esta ocasión va a tener que investigar una explosión en un piso donde al parecer solo había una persona. Todos dudan si el IRA ha sido el culpable y pronto se descubre que no, que este caso en particular ha sido un accidente. Pero no quedará ahí y habrá más explosiones y más dudas sobre estos casos. Paralelamente, aparece Andrew Stewart, un americano que ha viajado a esa ciudad en busca de su hijo que lleva desaparecido unos días. Conocerá a Mccoy y este se ofrecerá a ayudarlo. ¿Tendrán conexión estos casos? Ya sabéis, ¡id a descubrirlo! 🍻También hay de por medio un buen lío con un amigo de Mccoy, Cooper, que acaba de salir de la cárcel y su salida no será nada fácil porque todo lo que le rodea es bastante oscuro y por mucho que Harry intente protegerlo, va a ser muy difícil. 👎Hasta ese punto me iba gustando mucho y todos los frentes abiertos me interesaban, sin embargo, hacia la mitad pierde un poco de fuelle por un tema del IRA que no me convence y que está metido con calzador y porque Andrew me puso muy nerviosa. El padre en busca de su hijo parece que está más por la juerga de Glasgow que por la búsqueda y hay momentos en que le zarandearíais para que espabilara y se dejase de boxeo y pubs. En el desenlace se vuelve a poner muy interesante y te vuelve a enganchar. 🍺En toda la novela hay un ambiente muy sórdido y se ve la parte oscura de Glasgow, momentos donde los propios policías demuestran poca legalidad, mucho 𝘥𝘳𝘪𝘯𝘬𝘪𝘯𝘨 y muchos misterios por resolver. + Leer más |