Infiltrado

Nos encontramos ante la segunda parte de "El demonio de Próspero" pero, en este caso, cambian los papeles, puesto que nuestro protagonista no es otro que un demonio.

Lo que os puedo contar de la trama, sin destripar la historia, es que conoceremos a un demonio que se dirige a nosotros durante su narración, contándonos cómo se ve envuelto en una posesión a un Duque que puede poner en jaque el "Plan".

Igual que en la primera parte nos metíamos en la mente de un exorcista, en este caso acompañamos a uno de sus acerrimos enemigos, conociendo los pensamientos y tejemanejes de este ser, siempre desde un punto de vista humorístico y muy sarcástico, lo cual es de agradecer, porque convierte esta historia en una delicia que te arranca alguna que otra sonrisa.

Es una novela corta que se puede leer de forma independiente, pero yo os recomiendo que leáis primero "El demonio de Próspero" porque, de esa forma, captaréis las menciones y guiños que se hacen en este libro y, además, os resultará mucho más interesante el cambio de roles que se produce.

Debo confesar que éste me ha gustado mucho más que el primero. Por una parte, me ha encantado cómo el demonio narra la historia, con ese toque de sarcasmo e incluso resignación y, por otro lado, me ha gustado la visión de los demonios que nos ofrece el autor, cambiando muchas de las ideas preconcebidas que tenemos sobre cielo e infierno. Me ha resultado muy interesante e incluso me ha hecho reflexionar.

En general, una novela corta llena de sarcasmo y humor, que nos mete en la mente de un demonio, que nos va narrando, mientras rompe la cuarta pared, cómo se desarrolla el "Plan" que tienen preparado para el mundo.