Escapar para vivir

Es un libro que hay que leer. Imposible encontrar las palabras que le hagan justicia. Es de esas historias que te encogen el corazón y que no se olvidan.
Una historia real de como es la vida en Corea del Norte y del infierno que viven muchas de las mujeres que consiguen escapar al verse metidas en el mundo de la trata de personas. Tampoco lo tienen fácil una vez que consiguen llegar a Corea del Sur. Para ellos es como viajar en una máquina del tiempo.

Cuando encontré este libro y me propuse leerlo sabía que iba a conocer una historia muy dura, pero no sabía hasta qué límite sería tan demoledora y triste. La autora nos cuenta la historia de su vida y la de su familia, los pormenores por los que pasan, las injusticias de la sociedad en la que viven, el sufrimiento que experimentan. Todo esto lo conocemos a través de tres partes en las cuáles se desarrolla el libro. En la primera parte la autora desarrolla los hechos de su infancia en Corea del Norte, la segunda parte ocurre ya en China y, finalmente, la parte final se sitúa en Corea del Sur, donde la protagonista podrá sentirse por fin más libre.

Este es un testimonio sumamente duro y terrible de la lucha por la supervivencia y las abominaciones de los regímenes totalitarios. Como muchos otros libros de no ficción y crónica, creo que debería ser una lectura obligada en la educación básica mundial para dejar de “idealizar” los sistemas socialistas.

Escapar para vivir es la historia de Yeonmi Park, una joven mujer norcoreana que huyó con su familia hacia China, después de años de sufrimiento, hambrunas y torturas para su hermana, ella y sus padres. Su testimonio es brutal y al mismo tiempo, me era imposible dejar de leer: con cada página, me preguntaba ¿cuándo este gobierno tendrá suficiente? Y, ¿en verdad es alguien capaz de causar tanto sufrimiento?

Y es que resulta aterrador lo que Park describe sobre el sistema norcoreano: dictadores que exigen y exigen al pueblo sacrificio por el bien de la nación y de un solo hombre; premios y castigos basados en un sistema social de hace más de 70 años que separa entre aquellos cuyas familias fueron “terratenientes”; mentiras sobre el resto del mundo, en particular de la maldad intrínseca de estadounidenses y surcoreanos. Quizá nada me impactó tanto como el hecho que Kim Jong Il construyó toda una leyenda, un credo a su alrededor, y que la población se sentía obligada a “rezarle”, “confesar sus pecados” (entendidos como malos pensamientos hacia la forma de gobernar), y a creer en toda una serie de historias en donde el líder y su familia hacían todo bien.
También resulta indignante el hecho que esa aparente “igualdad” y lucha contra el capitalismo que defiende el sistema, aplica para todos menos para la familia Kim y sus allegados, es decir, los militares. Ellos no sufren de enfermedades ni de hambre, y viajan al extranjero y gastan en lujos y excentricidades, mientras que más de la mitad de la población muere de hambre y no tiene ni la libertad de moverse de un poblado a otro, sin previa autorización de las autoridades.

El pueblo norcoreano vive un martirio pero, lo más duro es saber qué, al crecer en ese sistema, desde pequeños, las personas no se atreven a cuestionar pero tampoco tienen las herramientas intelectuales con lo cual hacerlo. Park describe cómo, incluso una vez fuera de Corea del Norte, todo ese adoctrinamiento le pesaba, cómo muchas veces pensó que sería más fácil regresar y que alguien tomara las decisiones por ella, porque la libertad era algo demasiado pesado y confuso y ella no sabía cómo elegir. Es brutal conocer cómo regímenes dirigidos por otros seres humanospueden doblegar y acabar con el espíritu de otros hombres y mujeres.

Desafortunadamente los sufrimientos no terminaron para Yeonmi y su familia tras salir de Corea del Norte: en China, debieron también tolerar una serie de vejaciones y fueron víctimas de tráfico de personas, si bien fue en este país donde tuvo su primer atisbo de libertad y de otro mundo. Sin embargo, nunca tampoco durante ese tiempo vivió sin miedo, algo que también resultó terrible pues el régimen chino deporta a fugitivos norcoreanos de regreso y con las peores consecuencias. Y se evidencia también que no solo hablamos una única tiranía, sino que muchos otros países contribuyen a que se continúe el status quo.

Actualmente, Yeonmi es una activista por los derechos humanos y da conferencias sobre su experiencia y en contra del régimen de Corea del Norte. Como ella misma relata, dentro de lo que cabe, su vida ha sido mucho más afortunada y se ha dado cuenta de la misión que puede cumplir en favor de todos los millones de jóvenes que siguen atrapados en un país y en un sistema que aplasta el espíritu y la voluntad de vivir. Su testimonio también me parece fundamental para no olvidar el grado de opresión y maldad pura al que pueden llegar los gobiernos y dictadores y que por ello, siempre debemos mantenernos alertas. Como la propia Park dice, ante tanto sufrimiento, tanta carencia, uno mismo puede llegar a perder su humanidad y convertirse en una máquina que obedece, que ignora el sufrimiento y con ello, contribuye en cierta manera a perpetuar el régimen y la tiranía.

¿Qué pasaría si vivieses un infierno peor que cualquier distopía que hayas leído?

Siempre he sentido curiosidad y miedo hacia Corea del Norte. Llevo años viendo doramas y en muchos se comenta cómo viven allí, pero tras ver Crash Landing on You sentí que necesitaba saber realmente cómo es la situación en Corea del Norte actualmente. de ahí que quisiese leer Escapar para vivir.

Yeonmi Park es una chica que consiguió escapar con vida de Corea del Norte y en 2014 dio un discurso en el One Young World que se hizo viral. Desde entonces es una activista defensora de los derechos humanos con reconocimiento internacional y una luz a seguir para muchos jóvenes disidentes norcoreanos. Más adelante, publicó Escapar para vivir, libro que podemos leer aquí gracias a Plataforma Editorial y es a través de este relato que he podido abrir los ojos ante una dura realidad.

Escapar de Corea del Norte fue el principio de todo para Yeonmi. Su vida y la de su familia ya era un infierno en ese país, pero todo lo que se encontró al salir hacia China no fue mucho mejor. La hambruna, el ser tratado peor que un esclavo, el tráfico de personas, la incertidumbre de no saber quién puede reportarte por cualquier cosa y hacerte volver a tu país natal con posibilidades casi nulas de sobrevivir tras ello...

Me ha costado muchísimo leer y terminar el viaje de Yeonmi. Hay situaciones que veía completamente inverosímiles, pero que son reales y existen por mucho que poca gente sea consciente de ello; me duele saber que están ahí sin poder hacer nada para remediarlas.

No es una lectura feliz, el corazón se me desgarraba a cada piedra que se encontraba en el camino y tenía que dejar la lectura para otro momento incluso sabiendo que al final ella consiguió escapar de todo aquello.

Os aseguro que tras leer este libro cualquier alusión a alguna distopía se quedará corta para mí. Hay personas viviendo realidades peores que esas y que ni siquiera son conscientes de ello. Considero necesario que la gente abra los ojos de una vez, que sean conscientes de lo que sucede en el mundo y que intenten hacer lo posible por cambiarlo y mejorarlo, no cerrar los ojos y hacer oídos sordos a una situación tan crítica. Pero claro, esto es solo una utopía. Yo pondré mi granito de arena y haré todo lo que esté en mi mano por muy nimio que sea y me alegra saber que hay personas como Yeonmi que también hacen todo lo posible.
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Últimamente tengo ganas de conocer más sobre la situación en Corea del norte así que cuando descubrí este libro supe que era el que necesitaba para saber lo que ocurre en ese país de primera mano. Escapar para vivir son las memorias de Yeonmi Park, que consiguió escapar de su país natal cuando era una niña. Nos cuenta toda su vida desde su infancia hasta que consigue ser libre incluyendo todo tipo de detalles consigue que viajemos con ella y suframos por los horrores que pasa. Además, la autora nos pone en contexto al principio con algo de historia sobre Corea del norte para ayudarnos a entender la situación por completo.

La historia está dividida en tres partes según el sitio en el que se encuentre Yeonmi y así nos hace entender culturas distintas y cómo la tratan en cada parte a la que va. He aprendido mucho con este libro ya que no estamos tan educados en la cultura asiática como deberíamos y si queremos saber cosas sobre ella tenemos que hacerlo por nuestra cuenta. El principio de su historia parece una distopía de ficción con toda la propaganda para adorar a su líder y cómo controla el gobierno a sus ciudadanos. Me sorprendió más cuando Yeonmi sale del país y le impresionan cosas que nos parecen tan simples como semáforos o tirar la piel de la fruta a la basura. Pero lo que más me impactó fue las consecuencias que tiene la educación a la que están sometidos por el gobierno. Los ciudadanos no saben pensar por sí mismos, no tienen pensamiento crítico y no saben lo que es el amor a no ser que sea por el líder.

Yeonmi pasa por situaciones terribles, que es mejor leer cómo describe ella misma. Es una mujer muy valiente por sobrevivir a todo lo que ha sufrido y por contar su historia a pesar de las amenazas del gobierno contra ella y su familia. Me parece necesario que haya escrito este libro para que más gente sepa lo que ocurre en el interior de la dictadura de Corea del norte y que avancemos para acabar con ella y se empiece a tratar a las personas como se merecen. La escritora no solo habla sobre ella misma, también incluye la historia de su familia centrándose en su padre, encarcelado por contrabando, su madre, que la acompañó en sus viajes, y su hermana, con la que vive su infancia hasta que ésta escapó. Así tenemos diferentes perspectivas de cómo afecta el régimen a cada persona. Yeonmi se centra en la forma de la que son tratadas las mujeres en concreto, cuya situación es más grave. Esto se demuestra sobre todo cuando consigue llegar a China.

Escapar para vivir es una historia muy dura, pero necesaria en estos tiempos. No se puede cerrar los ojos ante la situación que está viviendo mucha gente ahora mismo, aunque estén a miles de kilómetros.
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Normalmente leo pocas biografías o autobiografías. Casi nada. Creo que es un miedo mío o incluso un error que hay que arreglar. Hay mucho material fantástico recorriendo el mundo literario y excelentes cosas escritas. Me interesé por "escapar para vivir" por algunos motivos sencillos: leer más sobre el género; conocer más sobre Corea del Norte y entender más sobre la vida de las personas que sufren, luchan y vencen obstáculos que pocos lograrían. Yeonmi Park es una sobreviviente y seres como ella conquista mi atención de una manera absurda. Me emociono fácilmente cuando leo sobre personas así y mi elección por este libro me pareció obvia.

Lo lei tranquilamente, poco a poco, de pocas en pocas páginas y a cada una acompañé los hechos haciendo un paralelo en relación a mi vida y observando tanto las diferencias culturales como sociales. Por suerte o por desgracia, Yeonmi Park ,tiene mi misma edad y fue muy facil comparar mi vida con la de ella al mismo tiempo que triste.

Yeonmi va contando todo sobre su vida, así podemos entender cómo era, y aún es, el régimen dictatorial de Corea del Norte. Ella nos presenta la historia de su familia y un poco de cómo desde siempre han sido rehenes de un sistema autoritario, pero aún así "adorado" por los norcoreanos. Tal adoración era real ... muchas personas defendían al gobierno en cualquier circunstancia. Tales acciones poseían una mezcla de idolatría divina y un gran temor de cualquier pensamiento contrario al régimen ser descubierto por las autoridades. La propaganda gubernamental y dictatorial alienante tenía efectos más fuertes, al parecer, de lo que leemos sobre el nazismo.

La infancia de Yeonmi se presenta detalladamente, junto a su adolescencia y toda la lucha de sus padres para lograr sobrevivir durante los más pesados y terribles años entre las muchas crisis en que el país ya pasó.Acompañamos las dificultades familiares ocasionadas por la segregacion existente entre castas en el país (la familia de Yeonmi tenía un songbun inferior, ocasionado por la acusación de un crimen que un pariente antiguo había cometido. Pues si el miembro de una familia comete un crimen grave, todos los de la familia son considerados culpables) y los varios intentos de sus padres en conseguir trabajo, hasta convertirse en contrabandistas de productos chinos (una práctica tan usual y corriente en Corea del Norte, que el soborno pagado para algunas autoridades garantizaba algunos "ojos cerrados"). Después de la detención de su padre y cuando todo ya parecía no tener más solución, la huida hacia la libertad era la única esperanza de supervivencia. Todo esto va siendo contado y esclarecido en el libro de manera muy sentida, desde el conflicto con los traficantes de personas y también el intento de violación por lo cual ella pasó. El relato de Yeonmi es realmente triste e incluso impresionante.

El libro va destrinchando los descubrimientos sobre los horrores de la dictadura norcoreana y las molestias de vivir en constante atmósfera de guerra. La historia de Yeonmi es una narrativa emocionante e impresionantemente fuerte. El miedo a morir de hambre y el amor por su familia la hizo luchar día tras día por la esperanza de encontrar la libertad.

Es casi imposible (lo digo por mí) leer sobre el pasado de Yeonmi y no sentirse incomodado con lo que todavía sucede en el otro lado del planeta.

Creo que esta historia es muy inspiradora y nos invita fuertemente a la reflexión sobre lo que ocurre en nuestro mundo y en este caso en particular en Corea del Norte.

Es un libro que te atrapa desde el inicio porque trata sobre un lugar del que todos hablan, pero casi no se conoce nada de él.

Además si lo lees en inglés y no estás acostumbrad@ al idioma es super sencillo de leer, el lenguaje es muy básico.

Sólo te recomiendo que vayas preparado porque hay partes que son bastante fuertes, de hecho si hubo una parte en la cual me puse tanto en los zapatos de Yeonmi como de ella y en los 2 compartí la frustración, la vergüenza y la tristeza que probablemente sintieron.

Me gustó mucho su forma de ver la vida aún después de todo, creo que es con lo que más me quedo y por lo cual vale la pena leerlo, de verdad que nos hace valorar lo que tenemos aunque pensemos que nuestro gobierno esté super mal y corrupto, a pesar de pensar que todo es muy caro y que casi no hay que comer, sólo hay que mirar hacia esta parte del mundo y desafortunadamente a otros que no corren con la suerte que tenemos nosotros.

No justifico de ninguna manera el pésimo gobierno que hay (hablando en especial por México y varios de latinoamércia) pero creo que aún con todo somos mucho más afortunados que en otras partes y hay que luchar para que esta historia no se repita de este lado del mundo, es una buena lección para saber en dónde no queremos terminar.
Enlace: https://youtu.be/bEJhDbw-elQ

Cuando me decidí a leer este libro sabía que iba a ser duro porque la vida en Corea del Norte no es fácil. Pero lo que nos cuenta la protagonista no es solo su vida en el país comunista. También se nos muestra por lo que tuvo que pasar después en China y hasta que llegó a la verdadera libertad, el camino que tuvo que pasar no fue nada fácil. Y sigue sin serlo para cualquier norcoreano.



La obra se nos presenta dividida en tres bloques y siempre contada desde el punto de vista de Yeonmi. Por lo que no sabremos lo que les pasa a otras personas o familiares suyos, ya que ella misma prefiere que sean ellos mismos los que cuenten esa historia. Ya que cada uno tiene su forma de combatir sus fantasmas del pasado. Para mi, Yeonmi es una chica muy muy fuerte. Primero por atreverse a huir de su país y segundo por luchar tan fuerte por su libertad y por la de todo su país, a riesgo de poder ser asesinada en cualquier momento por un espía norcoreano (¿no os lo creéis? Mirar las noticias. Acaban de matar al hermano de su "querido" líder)

En la primera parte de este libro se nos presenta la vida de Yeonmi en Corea del Norte. Como sus padres hacían para sobrevivir en un país comunista con grandes restricciones. Donde el gobierno te obliga a tener la radio enchufada las 24 horas del día para controlar tus horas de sueño y ordenarte cuando limpiar e ir a trabajar. Pero los coreanos lo tienen tan asumido desde que nacen que lo ven todo normal en sus vidas. Les someten a una educación tan absorbente que no ven más allá de su frontera. Su país es el centro del mundo, y su líder es el que ordena salir al sol y el creador de todo. Por lo que tiene el mando sobre cualquier cosa. Es un dios. Imaginaros como se sienten cuando se muere su dios inmortal... En más de una ocasión, a lo largo del testimonio, Yeonmi compara su vida en Coreo con el libro 1984 de Orwell. Y es que, cuando llegó a Corea del Sur y aprendió a leer, descubrió este libro. Y no podía creer que fuera un libro de ficción porque para ella era estar leyendo su vida.

Se sabe que la vida en Corea del Norte es dura pero verla de primera mano de alguien que la ha vivido, es mucho más dura. Porque da unos detalles... que ponen los pelos de punta. Además, Yeonmi al estar dentro cuenta cosas con ojos inocentes, sin ver la realidad de lo que pasaba. Pero el lector, al saber realmente toda la manipulación de los de arriba, ves la realidad. Y lo "bien montado" que lo tiene el "gordito" ¬¬

Si la primera parte me pareció dura, agárrate los machos, porque en la segunda parte las cosas se ponen crudas. Y es que las mafias se aprovechan de la inocencia y ceguera (y desesperación por salir de allí) con la que han educado a los norcoreanos para hacer trata de personas con ellos. Sobre todo las mafias se interesan por las mujeres. Así que os podéis imaginar a lo que estuvo expuesta Yeonmi tras salir de Coreo no fue la libertad y el gran mundo que ella creía que se encontraba al otro lado de la valla. Lo más duro, como digo, es que ella y su madre, confían enseguida en las personas y son engañadas una y otra vez, haciendo con ellas lo que quieren. Y con esto, Yeonmi quiere mostrar al mundo a lo que están expuestas las personas que quieren buscar una vida mejor después de Corea del Norte. Porque hasta el gobierno chino intenta hacer negocio y tratos con ellos para ganarse nuevas amistades políticas. Todo está corrompido. Que triste es la vida...

Llega la tercera parte, donde consiguen huir de China y llegan a Corea del Sur. Aunque antes son ayudados por una "secta religiosa" donde hacen sentir culpables a Yeonmi y a su madre por intentar sobrevivir en el mundo que les ha tocado. Con la iglesia nos fuimos a topar. Si es que entre gobiernos, políticos y religiosos, todos están corrompidos y solo buscan sus propios intereses.

Y aunque Corea del Sur parece la nueva America para los norcoreanos tienen esa cruz de venir del país comunista. Tienen que ser reeducados. Una reeducación muy dura porque no tienen idea de sus propios sentimientos ya que el gobierno norcoreano no les dejaba pensar en el yo. Sino que siempre han sido un nosotros. Además de tener que quitarse el estigma de inmigrantes, desertores, posibles espías, terroristas... y mil cosas que algunas surcoreanos siguen pensando de los norcoreanos. La educación para los jóvenes no es nada fácil ya que en Corea del Norte su nivel es muy bajo y llegan al país más competitivo. Muy pocos lo consiguen. Pero como dice Yeonmi "Si luchas por tus sueños los consigues. Por muchos obstáculos. Por muy difíciles que parezcan" Parece un lema de positivismos. Pero viendo las ganas de lucha y vivir de esta chica, miras a tú alrededor y ves lo simple de tus problemas.



Posiblemente venga el listo de turno con su comentario a decirme que esta chica es una mentirosa. Y es que, después de leer el libro, me gusta seguir investigando sobre la vida de la protagonista. Descubrí que había gente que decía que era una estafadora. Que se contradecía en sus declaraciones, etc... Pero también acabo de recibir un comentario en el vídeo de la reseña de Anna Frank diciendo que es también una mentira. Así que a esas personas les digo que lo importante de todo esto es que hay miles, millones de personas viviendo en las condiciones que nos describe esta chica en Corea del Norte y ningún líder hace nada. Además de exponer otros hechos que mucha gente no conoce sobre la trata de personas en China o sobre la reeducación en Corea del Sur de los norcoreanos. Y estoy hablando de estos países porque son de los que habla este libro. Pero hay miles de países en Asía, en Africa y en America que viven en estas mismas condiciones. Y este libro puede ser bueno para que gente que hace la vista gorda ante este tipo de situación abra los ojos de una vez y empiece a movilizarse.



En conclusión, un libro duro donde nos muestra la realidad no solo de Corea del Norte. Sino también de la trata de gente en China y la adaptación de los norcoreanos en Corea del Sur. Todo a través de la mirada inocente e ingenua de una muchacha educada en el régimen comunista norcoreano. La cual luchará para vivir un día en libertad y poder ver sus películas favoritas sin miedo a ser ejecutada. Un libro que debe ser leído por todos para ver la realidad de este mundo.
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