Todo en ella quería alborotarse, quería la expansión de mocedad verde y golosa de los sabores del vivir. Y cuando una mujer siente tal instinto, gana un relucir especial de hermosura. Parece como si la alumbrasen por dentro luminarias de alegría.
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Todo en ella quería alborotarse, quería la expansión de mocedad verde y golosa de los sabores del vivir. Y cuando una mujer siente tal instinto, gana un relucir especial de hermosura. Parece como si la alumbrasen por dentro luminarias de alegría.
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Tragó la hiel cuando aún no gustara la miel
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"Entonces Dios, mirándole con cierta lástima, se le acercó, y sutilmente le fue sacando, no una costilla como dice el vulgo sino unas miajitas del cerebro, unos pedacitos del corazón, unos haces de nervios, unos fragmentos de hueso, unas onzas de sangre..., en fin, algo de toda su substancia; y como Dios, puesto a escoger, no iba a optar por lo más ruin, claro que tomó lo mejorcito, lo delicado y selecto, como si dijéramos, la flor del varón, para constituir y amasar a la hembra. De suerte que, al ser Eva criada, Adán quedó inferior a lo que era antes, y perjudicado, digámoslo así, en tercio y quinto." (Cuento primitivo. Págs.145-146).
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"Algo de la delicadeza de su trabajo se había comunicado a todo su vivir, a su manera de cuidar a los niños, al claro aseo de sus habitaciones, a la frugalidad de su mesa. Aunque todavía fresca y apetecible, la Cartera guardaba su honra con cuidado religioso, no por miramientos al pillo, de quien no se sabía palabra, sino porque esas cosas estropean la vida y dan mal nombre, era preciso que a su casa viniesen sin recelo sus parroquianas, las señoras principales..." (Casi artista. Pág.91).
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Nos cumple a los pobres obedecer y aguantar...
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Hay sentimientos cuyo origen desconoce el alma donde reinan.
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"Los tiempos eran fatídicos, y la relajación de las costumbres horripilaba. En los hogares reinaba la anarquía, porque perdido el principio de autoridad, la mujer ya no sabe ser esposa, ni el hombre ejercer sus prerrogativas de marido y padre. Las ideas modernas disolvían, y la aristocracia, por su parte, contribuía al escándalo. Hasta que se zurciesen muchos calcetines no cabía salvación. La blandenguería de los varones explicaba el descoco y garrulería de las hembras, las cuales tenían puesto en olvido que ellas nacieron para cumplir deberes, amamantar a sus hijos y espumar el puchero." (Feminista. Págs.111-112).
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La mujer de bien , ni ha de oler mal, ni ha de oler bien.
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¿Quién es el autor/la autora de Episodios Nacionales?