Amé completamente este libro por el gran desarrollo que el autor le da a la mayor parte de los personajes, pero principalmente a los protagonistas (Eragon y Roran); este desarrollo implica tanto sus particulares habilidades como su personalidad y madurez ante ciertas situaciones, lo que hace que los personajes resulten sumamente realistas a pesar de estar en un mundo fantástico. También me gustó por las revelaciones que otorga respecto a las razas y vida de los personajes, hechos concretos de su historia y pasado que logran hacer que el lector empatice más con lo que se va narrando. Es cierto que se volvió a concentrar la acción y los grandes descubrimientos en los capítulos finales, al igual que en el primer libro, pero creo que eso solo le dio más fuerza a la historia y me hizo quedar con unas ganas enormes de arrancar el tercer libro. Las descripciones concisas y necesarias de la narración del autor se vuelven a observar en esta segunda entrega de la saga, pero se relacionan bastante más con el entorno de Eragon y con la vida de los enanos, los elfos y los vardenos. Aparte de algún atisbo a los úrgalos, que me resultó muy interesante. Se suma a eso además, los nuevos paisajes y lugares implicados en los viajes de los personajes, por tierra, por agua y por aire. Aunque aún no vemos al dichoso Galbatorix, la trama general se está acercando mucho más a él, y ahora mismo quiero ver el desenlace con los Ra'zac, que espero estará cargado de acción. Hubo muchos momentos a lo largo de estas más de 800 páginas que me dejaron con el corazón en la boca y con la inevitable pregunta de qué más habrá guardado Christopher para los siguientes libros, porque si tiró lo que tiró en este segundo no me imagino lo que pueda venir. En definitiva, creo que estoy ante una de las sagas de fantasía juvenil más entretenida y llevadera que he conocido, al menos después de HP, y se las súper recomiendo sin duda alguna. Enlace: https://www.goodreads.com/re.. |