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El autor no se ha cortado en ningún momento a la hora de contar ciertas escenas, como por ejemplo las pruebas por las que tiene que ir pasando Diego. En algunos momentos se me hicieron tan reales que llegué a pasarlo mal, como si lo estuviera viendo en directo. Eso hace que sintamos la tensión que pueden llegar a sentir los padres de la niña y también la desesperación de ver que va pasando el tiempo y no tienen a su hija de siete años junto a ellos. En este punto, el autor se lleva un merecidísimo diez por todo lo que nos hace "sufrir". Y hablando de directo, las pruebas son retrasmitidas por internet y el autor también describe perfectamente el morbo que nos produce a los seres humanos el ver según qué cosas. Porque parece que mientras no nos pase a nosotros o a gente de nuestro alrededor todo vale para entretenernos, así de egoístas llegamos a ser, por desgracia. Los personajes me han gustado tal cual se presentan en la historia. Es cierto que llegas a congeniar con Diego y Laura, su mujer, por lo que tienen que pasar con la desaparición de Ari, pero también es verdad que no se nos presentan como personajes perfectos que no han roto un plato en su vida, sino que también tienen sus defectos, sus demonios que es lo que los hace reales. Y así con todos los personajes que van apareciendo a lo largo del libro. Ninguno de ellos es perfecto y conforme vamos avanzando en la lectura lo vamos viendo de primera mano. Eso sí, sin duda me quedo con Ari, por lo valiente e inteligente que es. Ojalá el autor hubiese escrito más sobre ella porque la verdad es que es una niña que tiene muchas cosas que contar. Pero lo que más me ha gustado es lo bien hilado que está todo. Tanto, que sí, vas sospechando de los personajes porque en libros de este estilo siempre lo hacemos y es a lo que se nos invita, pero es casi imposible descubrir quién está detrás de todo y el por qué hasta que el propio autor nos lo cuenta. En historias así me gusta que me sorprenda y en este caso se ha conseguido ya que no conseguí verlo hasta que se nos descubre todo. Además, como digo, todo tiene su explicación, hasta lo que parece que no la va a tener, y eso aun me ha gustado más. |
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