Ojo animal

No sé muy bien qué me esperaba de esta antología y aunque nos la pinten como una selección de cuentos ideal para los amantes de los animales y varios relatos incluyan o se centren en algún que otro animal doméstico, me costó encontrar el hilo conductor de las historias incluso aunque la mayoría tiene cierto tinte autobiográfico.
Sin embargo, el inicio de la antología me sorprendió con una historia que se vuelve bastante visceral de repente y nos deja con la boca abierta, se basa en una leyenda urbana bastante curiosa por lo que me pareció bastante interesante encontrarla como la introducción en esta antología.
El siguiente cuento podría decirse que sigue una línea con toques incorrectos parecidos al del primer relato y lo cierto es que me causó gracia y me gustó aunque sentí que terminó muy de repente dejándonos con ganas de saber un poco más sobre ese peculiar vecino loco.
Sentí que algunos relatos donde los animales tenían un mayor protagonismo no aclaraban demasiado bien el punto al que iban más allá de mostrar el cariño que le tenemos a los animales.
Uno de los cuentos más lindos de la antología es uno de los más largos, Islas de chocolate, donde conocemos a una nena de vacaciones con su abuela en los días previos a su cumpleaños. La leemos pelear con su abuela, con su hermana y extrañar a su madre. También leemos cómo intenta entrenar a su perra, hacer amigos y su fiesta de cumpleaños. Tiene toques tiernos y tristes, la nena es genial y se gana nuestro cariño rápidamente.
El otro cuento interesante y también otro de los largos es el que en cierta forma le da nombre a la antología: Lámina ojo, que al revés significa Ojo animal. Este relato nos cuenta sobre una pareja que hace años viene trabajando en un proyecto para una especie de párpado de oído. El novio de la protagonista es el de la idea y el encargado de producir dicha lámina, y la protagonista es la principal inversora. Sin embargo, los problemas empiezan cuando el novio quiere meter un nuevo socio y ella no está muy de acuerdo. Sin embargo las cosas terminan circulando por rincones inesperados hasta que se destapan los trapitos sucios y el proyecto queda en la nada. Pero ella se niega a dejar que todo ese trabajo sea para nada y se le ocurre buscarle un nuevo propósito a uno de los prototipos del proyecto.

Como dije, aunque en varios relatos aparezcan animales desde un enfoque cariñoso y protagónico, no le hallé un hilo definitivo al asunto. Aún así me gustó el estilo tan directo y honesto de la autora, por momentos no tiene filtros a la hora de expresar ciertas cosas y me pareció refrescante que varias protagonistas en estos relatos fueran tan unapologetic. Pero los últimos relatos ya suenan bastante erráticos y nos queda la duda sobre cuál sería la idea predominante que engloba todas estas historias.