Wonder. La lección de August

Poco queda por decir sobre esta novela que no hayan dicho otros blogs antes, y posiblemente mucho mejor que yo. Pero es que hay que hablar de ella, porque es una auténtica maravilla de lectura. Nube de Tinta está teniendo grandes aciertos con sus elecciones... Es de esos libros que te reconcilian con el mundo, que te dan ganas de abrazar a la gente de tu alrededor y decirles que les quieres, que quieres a todo el mundo…

Con su físico especial, August nos conquista desde la primera página, consiguiendo que suframos, lloremos y riamos con él, sus ocurrencias y sus temores. Y su obsesión con La guerra de las galaxias (frikismo que comparto con él) hace que sea mucho más cercano a ti.

No es fácil para un niño de 10 años ser diferente a los demás, todos sabemos que los niños son crueles con las diferencias o quizá demasiado sinceros. Por ello August no ha ido a un colegio, se ha educado en casa. Pero este año sus padres le van a llevar por primera vez a un colegio, donde tendrá compañeros y podrá hacer amigos.

Tuve miedo de que fuera un libro demasiado sentimentaloide y terminases sufriendo muchísimo y llorando a mares, pero me equivoqué totalmente. No voy a decir que no llores, que lo harás, pero la mitad de las veces será de risa y otras de felicidad. Porque August es absolutamente adorable, y no consentirá que le tengas lástima.

La estructura del libro, contada desde la perspectiva de los principales protagonistas convierte la lectura en algo mucho más enriquecedor porque conocerás todos los sucesos y puntos de vista de cada uno de ellos. Y todos sufren, ríen, se enfadan y aman. A veces lo único que se necesita es saber ponerse en el lugar de otro… Por eso cuando nos cuenta la historia su hermana Via, el novio de esta, Justin, sus amigos Summer y Jack e incluso Miranda, la mejor amiga de Via que conoce a Auggie desde que nació, nos sentiremos mucho más cercanos a todos ellos.

Pero a la vez veremos que no es todo tan fácil para los que le rodean y le quieren, sufren por él, se preocupan por él, y, a veces, se olvidan de los demás por él. Por eso poder leer la historia desde diferentes ángulos no hará darnos cuenta de muchos detalles, importantes, que si no nos perderíamos.La nueva experiencia enriquecerá a August, matizará un poco su desconfianza hacia los desconocido de la cual había estado bastante protegido hasta ahora por su familia. Hará que se abra más a los demás, que deje que lo conozcan para que se enamoren de él.

Hay que reconocer que August tiene una familia maravillosa, absolutamente maravillosa. Sus padres, su hermana, hasta la discreta aparición de la abuela, nos da una idea de la suerte que ha tenido August con su familia. Pero también tendrá amigos que le apoyarán y le ayudarán en su camino. Amigos con los cuales a veces ni contaba.

En resumen, la autora consigue no traspasar la línea entre “tocar” las emociones de los lectores y manipularlas. A pesar de tener oportunidades para hacerlo, consigue que tus emociones sigan el camino apropiado sin aprovecharse de ellas. Y creo que es algo difícil de conseguir. August nos dará a todos una lección de vida, de saber afrontar lo que somos sin perdernos en nosotros mismos compadeciéndonos de lo que no tenemos, si no apreciando lo que sí.
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