Crímenes de hambre

Muchas gracias a Babelio por hacerme llegar este ejemplar de Crímenes de hambre.
Cuando elegí éste título, había leído el argumento y pensé que era otra novela negra más...nada más lejos de ésto.
Es una denuncia social novelada muy bien argumentada.
Es la primera vez que leo una novela de éste tipo y me ha sorprendido la cantidad de cosas que desconocía de este tema, a cada dato que el autor iba aportando, iba pausando la lectura para buscar en internet referencias, sociedades e incluso el nombre de alguna enfermedad que mencionan y no conocía. El resultado de mi búsqueda me ha dejado helada. Hay tantas cosas que damos por hechas en nuestra sociedad que no nos paramos a pensar el perjuicio que hay en esas cosas cotidianas para nosotros en el tercer mundo.
Los personajes y la trama en sí es sólo una excusa que el autor pone sobre la mesa para darnos a conocer la cantidad de personas que mueren de hambre por culpa de los intereses monetarios de países desarrollados.
Aunque es una historia novelada, me ha servido para conocer datos (que el autor al final del libro ha explicado que son reales) y ver el gran entramado de intereses que hay en el mundo y que hacen que a los grandes mandatarios no les interesa que el hambre acabe.
Es un relato muy duro pero al final, hay un rayo de esperanza para que este gran problema se resuelva.
Hay una gran frase hacia el final del libro: "Para los crímenes más grandes, la justicia se queda pequeña".
Esos crímenes son los que en realidad deberían ocupar la mente de los grandes mandatarios mundiales y poder erradicarlos para un mundo mejor.
En resumen, una buena novela negra con una mejor denuncia social. Lectura obligada para abrir mentes.