Soñar bajo el agua

La Esperanza, como regalo de Dios, o como pago del Diablo.
Aquí existen las dos. Pero la primera se anida en el corazón, se sumerge bajo el agua de una piscina, en algún recóndito lugar de Londres y llena con la suave textura de la amistad todo lo que alcanza.
La segunda...llega al final ...se dice que es lo último que muere...
Nos recuerda que siempre hay un lugar a donde ir, algún sitio a donde volver aunque solo sea en alas de la memoria para poder continuar.
No es volver a empezar, es retomar el rumbo. Es dejar que las sensaciones nos inunden para que afloren los sentimientos.
Es no negar una mano tendida a aquel que abrace, con amor o por amor , una causa.
Que obstaculiza la amistad entre personas de distintas generaciones ? Solo la falta de empatía y solidaridad.
Siempre habrá un tema común, un ideal que abrazar que resulte común.
Kate y Rosemary, conectadas por azar, al defender la causa de una piscina pública que puede ser cerrada.
Kate joven periodista llena de dudas , Rosemary, una mujer más que madura plena de certezas. Buscan mantener el espacio común a muchos que no se han dado cuenta lo importante de ese pequeño germen de solidaridad que es el área pública.
Con un lenguaje suave y acariciador como el agua en que te sumerges para nadar, con un ritmo continuo, como las brazadas que impiden hundirse, diluye poco a poco la historia que como mudo testigo la alberca ha protagonizado.
Ha sido un refrescante Chapuzón, un energizante nado de Crol, un relajante descanso a la orilla de la piscina, con el azul del cielo como techo, y el canto de las aves como música de fondo....Allá tras la pared la vida sigue..se acelera.
Aquí el tiempo parece detenerse, aunque solo sea por un momento.

Es un libro entretenido sobre todo para leerlo en la piscina como he hecho yo. Aún así, le ha faltado mucha más acción, es muy simple. Y sobre todo muy predecible. La historia de Rosemary es de lo más interesante porque es una señora muy divertida. Aún así, me ha aburrido un poco por la monotonía de la narración.
Reseña completa en: https://noelautnerstory.blogspot.com/2018/06/resena-sonar-bajo-el-agua-de-libby-page.html
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Rosemary es una anciana de 86 años que lleva prácticamente toda su vida bañándose en la piscina del barrio Brixton de Londres. Allí conoció a su marido y juntos pasaron momentos increíbles sumergidos en las frías aguas. Kate es una de las reporteras del periódico local y siente que no encaja en Londres desde que llegó. Cuando el ayuntamiento anuncia que van a cerrar la piscina por problemas económicos, Kate llevará a cabo un reportaje para intentar salvarla por lo que conocerá a Rosemary que la ayudará en esta tarea. Juntas, emprenderán un camino para proteger aquel lugar de reunión de la comunidad.

Soñar bajo el agua tiene dos protagonistas principales. Antes de nada mencionar que no me parecieron personajes demasiado bien construidos pero eso no quita que me hayan gustado mucho y que hayan cambiado a lo largo de la trama. En primer lugar, Rosemary me ha fascinado por completo gracias a todo ese amor que tiene por la piscina, por su barrio y especialmente por su fallecido marido. Me pareció una mujer muy entrañable con la que me fue muy sencillo empatizar ya que es muy humana.Todavía continua dolida por la pérdida pero a pesar de ello no pierde la sonrisa y la esperanza. Me gustó mucho toda esa manera que tiene de luchar por lo que ama y ese entusiasmo joven. En segundo lugar, Kate es una chica con la que tardé un poco más en conectar pero también llegué a sentirme identifica con ella en ciertos aspectos. Ella siente que no encaja y que no es capaz de encontrar su camino al mismo tiempo que la ansiedad la ataca cuando menos se lo espera. Es un personaje que evoluciona mucho a lo largo de toda la historia porque termina siendo una Kate muy diferente y lo cual hace que sea un personaje muy completo.

Los personajes secundarios son muy variopintos y cada uno le aporta algo diferente a la historia. Tratan de representar a distintos tipos de personajes y creo que eso es increíble. Cabe destacar sin duda a Jay, un fotógrafo que se ganó un pedazo de mi corazón con su ternura y con su paciencia.

La historia está contada en tercera persona intercalando capítulos con el punto de vista de las dos protagonistas, algunos flashbacks y escenas de otros personajes relacionados con la piscina. Esto me parece que es un punto muy a favor del libro ya que nos permite conocer las diferentes opiniones respecto a lo que sucede en el barrio y especialmente llegar a conocer tanto a Kate como a Rosemary. Los capítulos, además, son muy cortos lo cual hace que la lectura sea muy rápida de realizar.

Esta novela contiene una historia conmovedora en la que cobran mucha importancia el amor, la amistad y la comunidad. Son tres pilares fundamentales de la trama a partir de lo cuales se van construyendo las relaciones entre los distintos personajes. A mi me hizo reflexionar bastante y creo que trasmite un mensaje muy bonito e importante que no os voy a decir porque sería un spoiler.

A pesar de que Soñar bajo el agua es el debut de la autora, creo que está escrito con una prosa muy madura y cuidada. Logra transmitir muchos sentimientos y especialmente consigue que el lector se meta de lleno en la historia y desee que logren que la piscina no se cierre bajo ningún concepto. Utiliza vocabulario sencillo y de vez en cuando descripciones bastante íntimas de los lugares por los cuales van pasando los personajes, se nota que la autora proviene de Londres y que le tiene mucho cariño a su ciudad. Profundiza mucho en las emociones de los personajes pero su pluma no se hace pesada en ningún momento, sino todo lo contrario.

En mi opinión, el ritmo es en general bastante bueno. Si es cierto que me costó un poco meterme en la historia y algunos capítulos se me hicieron algo más lentos que el resto pero de todas maneras lo leí bastante rápido. Es una lectura muy fresca y veraniega que se realiza en muy poco tiempo.

La ambientación es sin duda de una de la mejores cosas que tiene porque la piscina no es solo un lugar físico en el que todos se pueden juntar, sino también una fuente de recuerdos y sobre todo de felicidad. Es un lugar que prácticamente tiene vida propia y que es muy especial por distintas razones, cosa que me gustó mucho.
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No sabía qué iba a encontrarme cuando me aventuré a leer esta historia. Siempre da un poco de miedo conocer a una nueva escritora, asomarse a su universo y conocer a todos los personajes que va a presentarte. También me daba un poco reparo el fajín. Aquello de "libro-abrazo del verano". Me preocupaba porque existe la creencia extendida de que los libros anodinos, con personajes planos de usar tirar e historias que se olvidan al leer la última página, pueden encajar en esa categoría de "libros de verano". Esos que se lleva la gente a la playa y que no les importa que les interrumpan en su lectura, a los que muchos no ponen ni marcapáginas porque... ¿qué más da?

¡Qué miedos más infundados! Llegué hasta el borde de esta piscina del barrio de Brixton y vi a mi alrededor un montón de personas entrañables. No pude evitarlo y me lancé de cabeza.

Rosemary ha vivido toda su vida en este barrio de Londres. A sus 86 años, vive sola en su pequeño piso desde que su marido, George, murió. Apenas a unos pasos de su casa está la piscina municipal. Rosemary nada todos los días, bien temprano. La sensación del agua fría en su cuerpo, ya un poco aquejado por la edad, la mantiene fuerte, despierta; viva.

No recuerda un momento importante en su vida en el que la piscina no esté presente. Ahí estaba la piscina cuando ella y George se enamoraron, cuando celebraban los mejores momentos de sus vidas e incluso les reconfortó en los peores. La vida de Rosemary no se podría contar si excluyéramos la piscina de Brixton de ella.

"La bolsa de natación de Rosemary siempre está preparada. Se encuentra en una silla al lado de la puerta, junto al impermeable y el paraguas. Dentro hay un bañador; tiene tres iguales, azul marino, de Marks and Spencer's. Cuando ve la etiqueta de la talla que usa, nunca deja de sorprenderse. Siempre fue una mujer delgada. Se siente como una mujer joven y delgada vestida con ropa de señora mayor y gorda."

Kate trabaja para el periódico local. Desde su llegada a Londres, las cosas no han salido como esperaba. Comparte piso con unos compañeros a los que apenas ve y con los que no mantiene ninguna relación. Se siente asfixiada en muchas ocasiones por el rumbo imparable de un mundo en el que parece que no encaja y unas expectativas que no termina de cumplir. Decepcionada con ella misma, espera que un giro a su favor le regale esa bocanada de oxígeno que siempre parece faltarle.

"Cuando se mudó a Londres, Kate dio por sentado que conocería a mucha gente. Pero lleva en la ciudad más de dos años y sigue sin pasar nada. Lo único que tiene son los compañeros de piso, que dejan que se acumule la ropa sucia en la cocina como si fuera el juego de la torre y piensan que el moho negro es el elemento decorativo perfecto para un cuarto de baño".

Rosemary ya ha podido ver cómo día tras día se suceden pequeñas desapariciones y cambios en el barrio. Un comercio que estaba y ya no está, un lugar que cambia por otro... Pero cuando el Ayuntamiento decide que la piscina Brockwell debe ser cerrada y vendida a una promotora inmobiliaria que la convertirá en gimnasio privado, Rosemary siente que quieren arrebatarle algo más que una piscina. No solo son sus recuerdos y los de George. La piscina es uno de los últimos reductos de la vida en comunidad del barrio.

"Kate percibe el sabor del cloro y rememora el miedo a exponerse semidesnuda delante de sus compañeros de clase. Sin más explicaciones, Phil le lanza por encima de la montaña de libros que separa sus mesas un folleto doblado por la mitad."

Phil, el director de Kate, le pide un trabajo muy diferente a los que suele encargarle. Puede ser su gran oportunidad. Quiere que escriba sobre el asunto de la piscina. Normalmente sus artículos para el Brixton Chronicle son sobre mascotas perdidas y obras viarias. Pero esto es totalmente diferente. Una historia de marcado carácter humano, con una poderosa promotora enfrentada a una comunidad de vecinos. Si realiza un buen reportaje, puede que en el futuro cambien los encargos que recibe por parte de Phil. Ese folleto artesanal escrito a mano que le entrega su director y en el que se puede leer "Salvad nuestra piscina" junto a una significativa imagen en la portada, la llevará a conocer a Rosemary... y al protagonista de la fotografía.

No os voy a descubrir cómo llega Kate a involucrarse en esta lucha por salvar la piscina. Pero no os desvelo nada si os cuento que su implicación en la causa sobrepasará lo profesional.

Imposible resistirse a la candidez y la historia de Rosemary. Una historia que da saltos en el tiempo en la narración para hablarnos de historias vividas junto a George. ¡Qué gran historia de amor la de esta pareja!

"Era una pareja, como las comillas que entrecierran una frase. Encajaban el uno con el otro y mutuamente se ayudaban a sentirse menos temerosos y menos solos. A George le daba miedo ser un don nadie: con ella era alguien. A Rosemary le daba miedo que la abandoran: él le daba la mano y siempre la llevaba con él."

Libby Page nos presenta a muchos habitantes de este barrio. Sus historias se entrelazan con la de Rosemary y acaban por formar parte de la de Kate. Todos ellos se volverán importantes en el desarrollo de la trama y en la cruzada por salvar la piscina. Frank, Germaine, Hope, Betty, Ellis, Jay, el joven Ahmed, Geoff... ¡Os van a encantar todos! Pero es que además, hay muchos personajes sin nombre, asiduos de la piscina cuyas apariciones en segundo plano cobran mucho valor.

No os voy a engañar. Es una historia de esas que hacen que te emociones en más de una ocasión. Libby Page ha conformado un personaje tan lleno de vida y realismo, que no podemos hacer más que sentirnos conmovidos por Rosemary.

No solo es la historia de una piscina y su cierre por falta de fondos en una sociedad cegada por los resultados en números y ajena a las personas. Es una historia sobre la soledad. Cómo dos mujeres de generaciones distantes y vidas totalmente diferentes se sienten igualmente solas. Una historia sobre cómo se conocen y cómo, siendo tan diferentes, encuentran tantas cosas en común. Soñar bajo el agua se convierte así también una historia sobre la amistad, la superación y la lucha en grupo. El poder de la comunidad.

Pero además nos habla sobre la pérdida. La pérdida del amor de toda una vida, encarnado en George y sobre la vida después de esa pérdida. La añoranza de tiempos pasados, siempre mejores y la búsqueda de motivos para vivir el día a día lejos de ese pretérito perfecto.

Kate nos mostrará también la importancia de los lazos familiares. Una relación enfriada con el tiempo con su hermana, a la que echa de menos más de lo que cree.

En definitiva; es una historia que debéis leer si no lo habéis hecho aún. Sus personajes no se olvidan. Su historia es, además de refrescante, actual, llena de vitalidad y fácil de leer. de capítulos cortos y frenético pasar de páginas, hará que no queráis salir de esta piscina por muy arrugados que tengáis los dedos.

No sorprende que una de las grandes pasiones de Libby Page sea nadar al aire libre. Esta periodista de moda, que se licenció en el London college of Fashion, trabajó en el Guardian antes de dedicarse al marketing. Vive en Londres y esta es su primera novela, de la que ha vendido los derechos de traducción a veinticuatro países y a la productora Catalyst Global Media para su adaptación al cine.
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Soñar Bajo El Agua cuenta la historia de Rosemary y kate, dos mujeres de edades muy distantes entre sí y unidas por una misma causa: salvar la piscina comunitaria de Brixton que, por falta de presupuesto para su mantenimiento anual, el Ayuntamiento ha decidido venderla al mejor postor, Paradise Living, que pretende llenarla de cemento y convertirla en las pistas de tenis de un gimnasio. Rosemary no recuerda un momento de su vida que no haya estado ligado a esa piscina, y tiene especial conexión con ella por su difunto marido, George. Kate, por otro lado, es una joven periodista que vive con ataques de ansiedad constantes. No tiene amigos y su mundo se centra en su trabajo como periodista en un diario local que le ordena la tarea de cubrir todo lo relacionado con la piscina y su venta. Así es como Kate conoce a Rosemary, y lo que comienza siendo una asignación laboral, acaba transformando su vida y su forma de ver el mundo, aprendiendo a superar sus miedo y a luchar por lo que de verdad importa. Mientras cubre la noticia de la piscina, Kate se involucrará de lleno en ayudar a Rosemary a detener la venta a Paradise Living y salvar aquel rincón tan especial para toda una comunidad de vecinos. ¿Lo conseguirán?

La novela está divida en 68 capítulos muy cortos, de forma que ameniza mucho la lectura, pues los capítulos se van alternando entre Kate y Rosemary, y entre el pasado y el presente de ambas. Además, también conocemos de pasada la historia de algunos personajes secundarios y su conexión con la piscina que tanto desean salvar. Todos los personaje están bien caracterizados, mostrando sus problemas cotidianos, lo que permite humanizarlos y sentirlos más reales y cercanos.

En cuanto a los dos personajes principales... Kate y Rosemary son dos mujeres en apariencia muy diferentes, no solo por edad, y que terminan haciéndose amigas gracias, o en consecuencia, del inminente cierre de la piscina. Ambas están pasando por un momento difícil en sus vidas, Rosemary porque se siente sola tras la muerte de su marino y la piscina es el único lazo que aún la mantiene unida a él, sintiendo que con su cierre perderá lo único bueno que le queda en la vida. Rosemary es un personaje que roba el corazón. Transmite mucha ternura pero, al mismo tiempo, se percibe como una mujer fuerte, decidida y valiente que ha tenido que sufrir mucho en la vida, y que también guarda bonitos recuerdos de ella. A través de sus recuerdos y vivencias con George, nos sentiremos más cercanos a ella y a su deseo de salvar esa piscina que tanto significa para ella.
Y Kate, por otro lado, siente que no encaja en su vida, que no se encuentra donde le gustaría estar y que los ataques de pánico que sufre la aíslan cada vez más del mundo exterior. Sin embargo, cuando le asignan cubrir la noticia de la piscina, su mundo da un vuelco y empieza su camino de superación. Rosemary se convertirá en su pilar, en su guía y ejemplo a seguir. Incluso la natación se convertirá en su vía de escape, en su forma de olvidarse de todo y relajarse, convirtiéndose así esa piscina en un sitio igual de especial para ella como para Rosemary. Siendo así, la salvación de la piscina también termina convirtiéndose en algo personal para ella.

Libby Page tiene una pluma muy sencilla y la brevedad de los capítulos también ayuda a que sea una lectura fluida. Sabe reflejar muy bien los sentimientos de todos los personajes, por mínima que sea su aparición, y la importancia de esa piscina, tanto como símbolo como por funcionalidad, para la comunidad de Brixton. Es una historia preciosa cargada de emoción, vivencias, recuerdos, sonrisas y alguna que otra lágrima que enseña el valor de la amistad y la necesidad de encontrar tu santuario en el mundo, un espacio que te permita conectar con la vida y las personas, sentirte parte de algo importante. Además, Libby Page usa la piscina y su cierre como una excusa para narrar una historia que oculta algo más, una metáfora sobre la vida y la muerte, sobre nadar y luchar a contracorriente por nuestros sueños y esperanzas.

En resumen, 'Soñar Bajo El Agua' es una novela con voces protagonistas que llenan de luz y emotividad una historia preciosa cargada de vivencias, recuerdos, sonrisas y alguna que otra lágrima que enseña el valor de la amistad y la necesidad de encontrar tu santuario en el mundo, un espacio que te permita conectar con la vida y las personas, sentirte parte de algo importante. Además, Libby Page usa la piscina y su cierre como una excusa para plasmar algo más, una metáfora sobre la vida y la muerte, sobre nadar y luchar a contracorriente.

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Este libro era exactamente lo que necesitaba en este momento. Si bien la premisa puede parecer simple (los londinenses se reúnen para salvar a su amada piscina), este libro nos brinda mucho más que eso. Profundiza en la pérdida, la salud mental, la importancia de la comunidad, el poder de una causa compartida y mucho más. La habilidad de Libby para ubicarte en tu corazón y tu alma en Brixton es poderosa, y la profundidad de sus personajes es soberbia. Me encantaron especialmente sus secciones de flashback, y su forma de escribir es maravillosamente lírica.

He sufrido por cada tropiezo, por cada puerta cerrada. Me he emocionado ante cada idea, cada propuesta, cada parroquiano que se une a la causa. He sido parte de una comunidad que comienza a estrechar lazos fuertes e imposibles de romper mientras quizá un sueño está por truncarse, pues SOÑAR BAJO EL AGUA no es fácil y quizá los sueños, sueños sueños. Debo que esa resolución hasta el punto final me llegó al alma, que ame despedirme con lágrimas en los ojos y siento un pequeño vacío en el corazón. Porque esta belleza habla de amistad, de evolución, de la grandeza de la humanidad cuando hay corazones unidos para una causa justa, en fin, que lo he amado y se queda entre mis favoritos.
Libby Page me ha conquistado, su pluma acaricia el alma despertando los sentidos, sentimientos y dejándose una gran luz a pesar de tener los ojos con lágrimas llenos. ¡Feliz lectura!
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Este libro nos cuenta la historia de dos mujeres: Rosemary y Kate, que a simple vista puede que no tengan nada en común, pero se verán unidas por una misma causa: salvar la piscina comunitaria de Brixton, ya que esta va a ser comprada por “Paradise Living” para ser convertida es una pista de tenis. Y harán todo lo que este en su mano para evitar que esto suceda.
Por una parte, Rosemary ha vivido los mejores recuerdos de su vida gracias a esa piscina y porque gracias a ella, permanece en su memoria el recuerdo de su marido George. Por otro lado, tenemos a Kate una joven periodista que, aunque lleva viviendo unos años en Brixton se siente sola y perdida y con unas grandes inseguridades que hacen bastante mella en ella.
La novela está escrita en capítulos bastante cortitos, donde intercala por una parte capítulos en el presente desde el punto de vista de Kate y Rosemary para que tengamos una visión bastante amplia de los que piensan y sienten las dos protagonistas. Tenemos capítulos flashback donde vamos descubriendo como fue la historia de amor entre Rosemary y George, que sinceramente me han encantado y me he enamorado tanto de ellos como de su preciosa historia de amor y pese a las adversidades permanecieron el uno junto al otro. Y también hay algunos capítulos escritos desde el punto de vista de personas que son usuarios de la piscina, esto logra que la historia sea mucho más rica y podemos apreciar como un lugar como la piscina que en un principio puede ser insignificante para muchas personas, para otras es un lugar donde ir a despejarse y dejar las cosas malas fuera del agua o un lugar donde reunir buenos recuerdos.
En cuanto a los personajes, tenemos desde las dos protagonistas muy definidas, con su carácter, sus miedos y aunque en un principio parece que no puedan tener nada en común además de una gran brecha generacional, terminan teniendo una relación de amistad simplemente preciosa, da la sensación de que Kate es la nieta que Rosemary nunca tuvo.
Rosemary, sinceramente yo me declaro fan absoluta de esta señora. Es una mujer determinada, con un par de narices, que va a luchar con uñas y dientes para que la piscina no se cierre. Además, creo que es un personaje muy fuerte a la vez que muy dulce, y con su eterna sabiduría ayudará a Kate a ver la vida de otra manera.
Kate, es una chica jovencita, que no ha logrado convertir Brixton en su hogar, sino que se siente como una intrusa, cosa que yo creo que nos puede pasar a todos cuando tomamos la decisión de mudarnos a otro lugar lejos de nuestra familia. Además, es una persona con muchas inseguridades que yo creo que en cualquier etapa de nuestra vida todos vivimos con ese miedo. Por estos motivos me he sentido identificada con Kate, pero lo que más me ha gustado de ella es como capitulo a capitulo y con la ayuda de Rosemary va evolucionando para acabar siendo una persona totalmente distinta cuando termina la novela.
Además, contamos con una gran variedad de secundarios de los más variopintos, como la vida misma. Y sin duda alguna de todos ellos mi favorito ha sido Jay, el encantador fotógrafo, compañero de trabajo de Kate, me ha parecido una persona muy tranquila, que en todo momento intentaba no presionar a Kate y dejarla ir a su ritmo y además de que la apoyaba en todos sus planes para con la piscina.
La verdad es que para ser la primera novela de la autora me ha sorprendido gratamente, con una forma de escribir bastante sencilla y se lee de manera bastante ágil. Logra transmitir muchos sentimientos de todos los personajes, y aprecias la importancia que tiene la piscina para la comunidad. Es una historia cargada de emisiones, sentimientos, vivencias, recuerdos y cuenta con grandes enseñanzas, como luchar siempre por lo que quieres cueste lo que cueste, el sentido de la amistad y por supuesto que todos debemos encontrar un lugar en el mundo donde podamos ir siempre que queramos, porque siempre será nuestro lugar especial.
En conclusión, Soñar bajo el agua es una novela que he disfrutado muchísimo, me ha emocionado porque habla de la vida misma, que enseña muchos valores que a veces no tenemos muy en cuenta. Con unos personajes maravillosos que me conquistaron porque luchan por lo que más quieren.
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Soñar bajo el agua es la primera novela escrita por la autora londinense Libby Page. al leer la sinopsis me di cuenta de que era un libro que parecía contar una historia muy original, de esas que ya no se escriben. He disfrutado muchísimo mientras lo leía, al igual que he sufrido y he llorado. Sin duda, es un libro perfecto para leer en estas fechas; ligero, fresco e innovador.

El único fallo que le encuentro a este libro es que es excesivamente largo para la historia que tiene que contar, y esto se traduce en que muchos de los capítulos están de más. La trama me ha resultado muy original, pero se queda algo corta. La autora ha intentado llenarla con alguna historia paralela, de las cuales la única que destaca es la del romance entre Rosemary y su marido George. El resto de historias son un intento de hacer ver al lector la importancia que tiene la piscina para la comunidad de vecinos, pero se hacen un poco innecesarias.

En cuanto a los protagonistas, son muy carismáticos y entrañables. Todos los personajes están muy bien desarrollados y la autora se adentra bastante en las intimidades de cada uno, lo que hace que los conozcas como si fueran amigos tuyos realmente. Rosemary me ha parecido una mujer muy fuerte y luchadora que ayuda a Kate a salir de ese pozo de soledad al que se enfrentaba. Ambas forman el tándem perfecto. En muchas ocasiones me he sentido identificada con Kate, y creo que eso ha hecho que a veces me sintiera parte de ese gran pequeño grupo. Ojalá una Rosemary apareciera en mi vida.

Por último, el estilo de la autora me ha gustado mucho. Tiene una forma de escribir bastante descriptiva, pero a pesar de ello se me ha hecho una lectura bastante amena. Con una narrativa sencilla y unos diálogos enternecedores, ha conseguido cautivarme por completo. Cuenta con 68 capítulos cortos, narrados en tercera persona y que cuentan alternadamente la historia de la piscina e historias pasadas de las protagonistas.

En conclusión, Soñar bajo el agua, es una novela cautivadora con una historia mágica y unos personajes entrañables que te harán recuperar la fe en la humanidad y te llenarán de energía y positividad.
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Rosemary tiene ochenta y seis años y ha vivido toda su vida en el barrio londinense de Brixton. Está muy apegada a la piscina al aire libre del barrio a la que le unen muchos sentimientos: allí iba cuando era niña, allí se enamoró, su marido y ella nadaban juntos en esas aguas…, para ella la piscina es un lugar muy especial. Pero la piscina corre peligro: una constructora se ha interesado por ella para construir un gimnasio y una pista de tenis y el Ayuntamiento parece favorable a venderle los terrenos

Por otro lado tenemos a Kate, una joven periodista de un periódico del barrio que busca hacerse un hueco en él. Hasta ahora sólo le han encargado pequeñas noticias sin importancia: el cierre de la piscina es lo primero que le encargan de cierta enjundia. Cuando Kate conoce a Rosemary y la historia personal de ésta, decide implicarse personalmente.

“Soñar bajo el agua” es una historia de amistad, de superación y de reivindicaciones sociales en un marco muy particular: el de una piscina.

Rosemary y Kate no pueden ser más diferentes y, sin embargo, la lucha por salvar la piscina les va a unir. Rosemary tiene ochenta y seis años y toda una vida vivida. Es una anciana muy agradable que vive sola desde que hace pocos años muriera George, el gran amor de su vida. Muy querida en el barrio, la anterior bibliotecaria de éste no ha perdido la costumbre de ir a nadar a la piscina al aire libre en la que nada desde que era una niña. Kate es muy joven y no acaba de encontrar su lugar en la vida. Vive en un piso compartido con otros jóvenes y trabaja en un periódico local donde pasa totalmente desapercibida. Kate es una mujer muy insegura a la que el Pánico atenaza de vez en cuando. Y lo que parece improbable sucede: Rosemary y Kate se hacen amigas íntimas. Rosemary enseguida cala a Kate, ha vivido mucho y tiene mucha experiencia en conocer a las personas; sabe que Kate necesita más ayuda de la que ella y su piscina necesitan. Y se la va a dar. Asistiremos a una tremenda evolución de Kate, un personaje apocado y tímido que hace suya la causa de la piscina y lucha como una leona por ella, olvidándose de sus propios miedos o, al menos, aprendiendo a superarlos. Y en el camino encontrará muchos amigos, se abrirá a los demás y abrirá también su corazón

Por parte de Rosemary conoceremos su historia de amor con George. La historia de un gran amor que duró toda la vida. Rosemary nos irá contando cómo conoció a aquel muchacho, cómo se enamoraron y cómo se casaron. Un gran amor no necesita de tragedias ni aventuras, a veces basta con amarse. Y así fue el amor de Rosemary y George: dos personas que se enamoraron cuando eran adolescentes y que estuvieron juntos toda la vida. Tan sólo eso. O todo eso. La verdad es que la historia de amor es muy bonita y, no tengáis miedo, nada empalagosa: Rosemary sólo cuenta los hechos aunque, eso sí, el amor que aún siente por su marido, traspasa las páginas del libro

La novela está estructurada en sesenta y ocho capítulos de corta extensión. En algunos de ellos se van contando los hechos del presente y en ellos veremos la lucha por salvar la piscina y la evolución de Kate. Estos capítulos están narrados en presente por un narrador omnisciente. En los capítulos del pasado -alternos- iremos conociendo la historia de Rosemary y George. En éstos será también un tercero omnisciente quien, en este caso, nos narra los hechos en pasado.

Las dos protagonistas son Kate y Rosemary y están muy bien caracterizadas. Ambas me han gustado mucho aunque mi preferida ha sido Rosemary, una anciana realmente encantadora. Junto a ellas tenemos algunos personajes secundarios que son habitantes del barrio que, de una u otra forma, se relacionan con Rosemary: la pareja de gays que regentan una encantadora librería de segunda mano, el frutero, etc… Estos personajes secundarios dan lugar a pequeñas tramas secundarias apenas esbozadas.

La novela está muy bien ambientada en esa parte tan reducida de Londres en la que es difícil reconocer esa ciudad cosmopolita; más bien parece que estuviéramos en un pueblo pequeño (al final nos dice la autora que hay ciertos barrios en Londres donde hay realmente esa conciencia de barrio, esas agrupaciones de intereses, esa gente que sí se relaciona entre sí a pesar de vivir en una gran ciudad)

Es una novela bonita aunque he de reconocer que me ha gustado menos de lo que esperaba. Me ha costado engancharme, quizás porque tarda bastante en entrar en materia, o porque hay momentos en que se enlentece mucho aportando información no del todo necesaria, no sé… La he leído a gusto pero no me ha provocado esa necesidad compulsiva de leer que me hace devorar los libros sin apenas darme cuenta. Es posible que el problema haya sido mío pues no estoy en mi mejor momento. Pero para mí se ha quedado en una lectura agradable y poco más.


Conclusión final

“Soñar bajo el agua” es una novela tierna sobre amistad y crecimiento personal con un punto reivindicativo. Una lectura agradable