Mi vida en Cuba

Hacía muchos, pero muchos años que no leía nada de novela gráfica. Quise postular ante la posibilidad de retomar este género que tanto me gustaba y fue seleccionada para que me mandaran esta maravilla. Sí, una maravilla. He soltado carcajadas en muchos momentos ( porque hay cosas que gracia tienen un rato) e incluso en los casos en los que cuenta situaciones penosas y duras, lo tienes que tomar con humor porque así te lo transmite Juan Padrón, con un sentido humorístico que me ha fascinado. Los dibujos monocromáticos y hechos de manera divertida van narrando desde cuando sus antepasados llegaron a Cuba pasando por su infancia, niñez, adolescencia y la edad adulta. Una obra que queda inconclusa porque falleció inesperadamente, pero ahí no acaba la historia. Eso sí, para descubrirlo, os animo a que lo leáis. Son 9 capítulos a cual mejor, que se leen muy rápido y son súper adictivos. Si estáis acostumbrados a estos formatos, os la recomiendo, si por el contrario nunca habéis leído novela gráfica, os animo que le déis una oportunidad este libro. Tanto me ha sorprendido y gustado, que voy volando a ver si puedo ver algunos de sus cortos de Elpidio Valdés que tan importante fue para él.

Descansa en paz, Juan Padrón.

Hace años que no leía cómic. Y gracias a Masa Crítica de BABELIO, que seleccionó este cómic entre mis elegidos, he podido disfrutar de este libro.

Padrón ( ilustrador, guionista y director de cine) utiliza el blanco, el negro y el gris en sus dibujos. Sus personajes tienen rasgos caricaturescos del estilo de los tebeos. Y aquí nos muestra su autobiografía. Por cierto, Juan Padrón murió antes de terminar este proyecto y fue su viuda quien lo concluyó.

Durante todo el relato se muestra su visión crítica al régimen prerrevolucionario, al nuevo régimen castrista y, por supuesto, también al comunista de la URSS.
Explica con humor las escaseces con las que trabajó. La injusticias económicas del sistema socialista. Y el peligro de ir contra el régimen.

En definitiva, me ha parecido una obra interesante. Y me ha dado a conocer la vida de este profesional cubano al que desconocía. Una vida cargada de contenido que plasmó de la mejor manera que supo hacer, dibujando.

*No entender términos y frases cubanas, ha hecho que perdiese y me costase entender el humor de Padrón.

No conocía a este autor cubano, ni su trabajo. Pero, gracias a esta novela gráfica autobiográfica, he aprendido no sólo anécdotas de su vida, sino también parte de la Historia de Cuba. Aunque su idea inicial era realizar dos tomos. El primero incluiría sus vivencias hasta el momento que realizó su primer largometraje, en 1979. Y, el segundo, contendría la historia de la creación de "Vampiros en La Habana" y su colaboracón con Quino. Lamentablemente, este cómic, en el que trabajó hasta los últimos días de su vida, sólo abarca sus primeros veintitrés años.

El libro se compone de un prólogo de Mauricio Vicent, la introdución y los nueve capítulos de la historieta y un epílogo muy emotivo de su esposa, Alberta Durán. A través de los dibujos en blanco y negro, conoceremos los acontecimientos de la infancia de Juan Padrón, sus vivencias durante el servicio militar, sus primeros trabajos e, incluso, su viaje a Leningrado. Siempre haciendo uso del humor, que te provoca carcajadas en varios momentos, incluso en los más duros e injustos. Aunque también utiliza múltiples expresiones y frases hechas cubanas, que en mi caso, ha hecho que me costase entender parte de su humor. Durante la lectura, encontraremos una foto de su primera historieta, realizada para la revista "Mella". Me ha dado mucha pena llegar a la última página y comprobar cómo no pudo terminarla porque se sintió mal e ingresó en el hospital. Como ya he comentado, lamentablemente, es una obra inconclusa, debido a su fallecimiento. Pero creo que el epílogo escrito por su viedua, es de lo más tierno y sincero. Recomiendo la lectura de esta novela gráfica, incluso para gente que desconocía a este gran maestro latinoamericano. Quien fue el único premio nacional cubano en dos categorías distintas, en Cine y Humor. Por último, me gustaría agradecer a la editorial el haberme cedido un ejemplar para su lectura. Me ha picado la curiosidad y tengo pendiente leer las aventuras de su personaje más conocido, Elpidio Valdés.
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