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Aunque nuestra experiencias vitales no coinciden del todo en el tiempo (la protagonista entraba en la universidad en plena crisis y yo salía de ella, más o menos, al mismo tiempo), me he sentido muy identificada con todo lo que cuenta Ana Pacheco en Listas, guapas, limpias, libro editado por Caballo de Troya. Yo también sé lo que es llegar a la universidad, siendo hija de barrio, y encontrarte con personas que tienen esa cultura y ese encanto natural para relacionarse y expresar sus opiniones que dan los colegios privados y los padres con profesiones liberales. Sé lo que es sentir que no formas parte de ese mundo, pero que tampoco acabas de encajar en el tuyo. Sé la inseguridad que da y el síndrome de impostora que sientes. Por eso, creo que es tan importante luchar para que la cultura sea de todas y todos y no pertenezca solo a una élite de intelectuales. Tampoco me es ajena esa exigencia de tener que ser una chica estudiosa o de tener que encajar en un modelo de belleza irreal para agradar a los demás. Lo que hace que, incluso, los piropos de los desconocidos sean importantes para nuestra frágil autoestima o que las relaciones sexuales insatisfactorias nos hagan sentir bien, porque, por lo menos, alguien nos desea. Por eso, creo que el libro de Anna Pacheco, aunque tiene algo de nostalgia de la infancia perdida, sobre todo, habla de ese momento en el que te das cuenta de las cosas que te han ido inculcando y de lo que cuesta desprenderse de ellas para encontrar tu lugar en el mundo. Enlace: http://aliciamedinazurita.es.. |
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