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Nadya Medianoche está harta de Vallemedio, no solo porque parece imposible labrarse un futuro ahí si no que, además, los habitantes del pueblo no dejan de hacerles la vida imposible a ella y a su familia por algo que ocurrió muchos años atrás y de lo que ellos no tienen ninguna culpa. Además de eso, todos en Vallemedio parecen algo… lentos, estúpidos, sin ambiciones. Para terminar de redondear el problema, pese a que los Siete velan por mantener el buen clima de Isla Amapola y así procurar buenas cosechas, parece que esa magia no tiene ningún efecto en Vallemedio, donde el tiempo se vuelve loco de un momento a otro y las cosechas se echan a perder sin motivo alguno. Pero marcharse de Vallemedio no es nada fácil, es necesario comprar un permiso para el que Nadya no tiene dinero a pesar de que lleva tiempo ahorrando para ello así que puede que la llegada accidentada de un mago al pueblo sea la oportunidad que lleva tiempo esperando. Sabía de antemano que estaba ante un libro juvenil, pero en muchos momentos yo creo que se tambalea en esa fina línea que separa este género del middle-grade. El visitante de Vallemedio es una historia de magia y de nuevas oportunidades, un viaje para cumplir un sueño y para reconciliarse con el pasado, que da como resultado una historia bastante entretenida. Empezamos el libro conociendo la vida de Nadya y su hermano Riley en Villamedio y al resto de habitantes y enseguida entendemos los deseos de Nadya de salir de ahí. La “paz” del pueblo se ve interrumpida cuando aparece un mago con la pierna destrozada y Mariana, la madre de Nadya y Riley se dispone a curarlo, desatando la ira de Floro, el barbero y “médico” del pueblo que acaba raptando al paciente, desencadenando todo lo que encontraremos después. El visitante de Vallemedio es un libro juvenil entretenido y sé que de haberlo leído años atrás lo habría disfrutado mucho más, pero siento que le ha faltado ese algo para conseguir que la historia me encantara. El mundo que plantea la autora es atractivo, tanto que no me habría molestado nada saber aún más de él, que la autora aprovechara el resto de lugares que en este libro solo nombra (quién sabe, quizás más adelante tenemos nuevo libro ambientado en este mundo). Por otro lado, se plantean varios misterios que enseguida dejan de serlo y me habría gustado que mantuviera el suspense un poco más, al menos con alguno de ellos. Nadya es una protagonista que me ha gustado, sobre todo por la determinación de cumplir su sueño, por más inalcanzable que pueda parecer y no me refiero a irse del pueblo que la ha visto crecer si no que desea montar una pastelería en Ciudad Nenúfar. En cuanto a su carácter agrio y sus comentarios ácidos, salta a la vista que es el resultado de una vida de burlas y desprecios aunque también es capaz de ser cariñosa y leal con esas personas que han conseguido atravesar su coraza, esos pocos que siguen brindándole apoyo a su familia. Aunque su hermano Riley en un principio pueda parecer un secundario, poco a poco va cobrando protagonismo y, al igual que su hermana, tiene muy claros sus sueños: hacerse cargo de la granja de caballos del abuelo de Cintia, la chica de la que está enamorado y con la que planea casarse. Fénix es el mago accidentado que se cruza en el camino de los dos hermanos para cambiar sus vidas. Se dirigía a Ciudad Nenúfar para presentarse al examen de ingreso al Gremio de los Pocionistas cuando un árbol le cayó encima y terminó en la Hospedería de la madre de los Medianoche y sin comerlo ni beberlo, tras su recuperación reemprende el camino acompañado de los gemelos Medianoche. Fénix también arrastra sus propios problemas, le aterra suspender el examen o que le ocurra cualquier cosa que lo pueda dejar en ridículo a ojos de su prometida, a la cual no ha visto nunca, y que ella cancele el compromiso, lo que le acarrearía un serio problema con su padre. La historia está repleta de pequeños detalles que enriquecen la historia, por los que se nota el trabajo que la autora ha dedicado a este libro. Por ejemplo, los nombres de los habitantes de Vallemedio dejan constancia de la poca imaginación de los progenitores o que Mariana, la madre de los gemelos, se apellide Medialuna pues, como nos cuenta ella misma, en Vallemedio los padres escogen tanto el nombre como el apellido de sus hijos pues son tan poca gente que si los hijos se apellidaran como los padres sería un lío. El visitante de Vallemedio es un librito juvenil que se lee realmente rápido pues la historia nos mantiene interesados. Personalmente me habría gustado que alguno de los misterios se alargara un poco más o que la autora ampliara un poco más la historia en general, que profundizara más en los habitantes del pueblo, pero en general la he disfrutado y no me importaría leer más sobre este mundo. Enlace: http://pajaraslectoras.blogs.. |
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