Agujero

Este es un libro breve pero que deja huella. En él, los silencios hablan tanto como las palabras. No soy escritora pero he leido muchos libros que hablan de la tristeza, de la ira, del amor... es decir, de los grandes sentimientos. Pero, ¿que sucede con los sentimientos más “grises”? Aquellos que cuesta más identificar y nombrar. La incomodidad de la rutina, el no encajar del todo en el molde de lo que se espera pero tampoco en el de valientes y rebeldes, las tensiones y guerras frías en pareja, el calor sofocante de una vacaciones en el campo que deberían ser plácidas... Entre las páginas de Hiroko Oyamada, desfilan estos silencios, estos sentimientos más sutiles como piedrecitas en el zapato.
Los tres relatos tienen una universalidad clara y, a la vez, nos transportan a un japón de fantasmas, de casas de campo, de animales desvocados y de personas que buscan. Además, la traductora hace un genial trabajo acercándonos a la cultura nipona a través de sus notas que nos ayudan a visualizar la arquitectura y a saborear los platos. La edición es sencillamente maravillosa, necesito seguir coleccionando titulos de Impedimenta.