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Kya es una chica valiente, desde pequeña tuvo que adaptarse a la soledad y a sobrevivir de lo que la naturaleza le brindaba. Aislada en su marisma crece salvaje, con los sentidos más agudos que los de cualquier ser humano, escurridiza y sagaz evita el contacto con la sociedad, pues desde siempre la han discriminado por la rareza que ella les causa. Las pocas personas con las que interactúa son quienes le proveen algunos suministros que consigue vendiendo mejillones, sin embargo está Tate que la enseña a leer y contribuye a su educación. Entre ellos no demoran en surgir la llama del amor, pero tal como sus familiares, también se va y por tanto el sentimiento de abandono que ella ha sentido siempre se hace más fuerte. También conoce a Chase Andrews, sin embargo este no demora en demostrarle que hace parte de los seres tramposos de la vida tal como los hay en todas las especies de la naturaleza. Con la aparición del cadáver de Chase, se da inicio a toda esta historia, pues todas las sospechas recaen sobre Kya ya que su carácter aislado y misterioso hace que todos en el pueblo la señalen como la asesina. Me gustó muchísimo este libro, lloré por todo lo que pasó Kya, pero también amé su forma de aprender y la atención con la que absorbió de la naturaleza, la misma vida. Hizo de su entorno su propia madre y de las gaviotas, olas, el mar, hojas y cáscaras, su familia. Recomendadísimo. Es un muy, muy buen libro. |
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