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Nos encontramos ante una novela gráfica de lectura muy ágil y amena. Este cómic nos relata la historia de cómo Charlie y Nick se conocen en la sala de estudio y comienzan a trabar una relación, en un principio amistosa, pero más tarde romántica. Al presentarnos a estos dos personajes, nos damos cuenta de inmediato de que la autora intenta por todos los medios echar a un lado los estereotipos, mostrándonos que hay muchos tipos de personas, y no solo una es válida. Con respecto a los personajes, Charles es gay, y sensible, con muchas inquietudes, sobre todo musicales. Los demás le ven como una diana para sus burlas al principio, pero poco a poco se dan cuenta de que no tiene nada de especial ni diferente. Nick, por su parte, es visto como el típico tipo duro, que practica deporte, pero también se puede ver que tiene muchas más cualidades, entre ellas, una gran sensibilidad y sentido de la justicia y podemos ver cómo poco a poco a lo largo de la saga va descubriendo su sexualidad. La autora nos muestra cómo hay relaciones tóxicas que conviene terminar, y otras que pueden ser tiernas y equilibradas. Me ha gustado mucho el ver cómo el amor que nos cuenta no está basado en el romanticismo sino en el cariño y el respeto por el otro. En definitiva es una historia que he amado y me ha gustado tanto que después de su lectura he visto también la serie ya solo me queda esperar a las siguientes temporadas y a que se publique el quinto tomo de la saga. |
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