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Crítica de Inquilinas_Netherfield


Inquilinas_Netherfield
17 July 2019
Imagino que quien más y quien menos conoce el planteamiento de esta novela. Major, el premiado y anciano verraco blanco de una granja inglesa, se dirige una noche a sus compañeros y camaradas animales de la granja: ha tenido un sueño, un sueño en el que vislumbra una vida en la que los animales se deshacen de los tiranos seres humanos y todo el producto de su esfuerzo y trabajo les hace ricos y libres. Los llama a la rebelión, a transmitir el mensaje de rebeldía, a la unidad perfecta entre animales y a la camaradería en la lucha. Todos los hombres son enemigos. Todos los animales son camaradas. Inventan su propio himno, todos los animales de la granja se excitan ante una idea como esta, pero el pobre Major muere tres noches más tarde y son sus compañeros y camaradas los que planifican durante meses la rebelión y crean una corriente de pensamiento llamada animalismo cuya base son los ideales de Major. Un buen día ponen al fin en marcha la tan ansiada Rebelión, esa que les otorgará libertad, autonomía y riquezas... ¿o no?

Supongo que es vox populi que Orwell escribió esta historia en plena Segunda Guerra Mundial, que el manuscrito sobrevivió maltrecho y a duras penas a una bomba que destruyó parcialmente la casa del autor (bueno, esto no tenéis que saberlo pero lo añado xD), y que fue finalmente publicado en agosto de 1945, meses después de que terminase la guerra. Orwell, demócrata y socialista, ideó esta fábula como una crítica contra cualquier régimen totalitarista, que en aquella época no solo señalaba de manera obvia al régimen nazi de Hitler, sino, sobre todo (y este era realmente el objetivo del autor), al régimen comunista de la Unión Soviética... e Inglaterra era aliada de la URSS durante la guerra, con lo cual podéis imaginaros no solo el impacto que tuvo la obra, sino los problemas que surgieron para publicarla durante la propia contienda. Inglaterra no quería (no podía permitirse) problemas con su aliado ruso, así que la publicación tuvo que esperar a que terminase la guerra.

La sátira está clara desde su comienzo. En esta granja los animales se proponen acabar con la tiranía humana, acaban expulsando al dueño de la granja y crean un sistema propio de gobierno basado en la igualdad que poco a poco va modificándose, alterándose y devaluándose hasta corromperse y tornarse en otra tiranía en la que los cabecillas animales acaban siendo iguales que los humanos que expulsaron al principio de la rebelión. Yo creo que esto nos suena a todos y podriamos aplicarlo a muchos más periodos históricos de los que nos gustaría recordar (y los que nos quedan).

Es fácil encontrar por internet a quien representa cada animal en esta fábula, así que tampoco quiero extenderme mucho sobre eso y os hago un breve resumen de los que yo considero más importantes: el señor Jones, el dueño de la granja, sería el zar Nicolás II de Rusia (representa por tanto el régimen zarista y la monarquía); el viejo cerdo Major sería Lenin (el ideólogo de la revolución que quiere acabar con el zarismo); el cerdo Napoleon, que conforme avanza la lectura va restringiendo las libertades del resto de animales y asimilando la tiranía y comodidades que supuestamente quería derrocar, sería Stalin (y principal objetivo de la crítica por parte de Orwell); Squealer, mano derecha de Napoleon y el que engaña al proletariado y a los analfabetos con sus arengas, sería el aparato de propaganda de la URSS; el caballo Boxer, que se deja la vida literalmente trabajando por la rebelión y el nuevo sistema sin ver mejorada su existencia en absoluto y pasando, de hecho, de matarse a trabajar por unos a matarse a trabajar por otros a cambio de nada, sería el propio proletariado; etc...

La privación y/o limitación de libertades, la avaricia, la corrupción, la violencia, la manipulación, la explotación, la desinformación, el abuso de la fuerza... lo que empieza como un régimen igualitario y libre acaba pervirtiéndose en un régimen exactamente igual al que se quería derrocar. Orwell denuncia lo que puede ocurrir cuando las personas equivocadas alcanzan el poder y se ven apoyados, sustentados y envalentonados por un pueblo que, ya sea por ceguera e ignorancia o por afinidad y mal entendido partidismo, consiente ese abuso creyendo que viven una vida mejor, más libre y justa solo porque su líder así lo dice.


Orwell no solamente critica de manera particularizada el régimen dictatorial stalinista (y de manera generalizada cualquier régimen dictatorial), sino que por medio de la fábula razona de manera demoledora sobre la frágil y corrupta condición humana, y por eso yo creo que esta historia se expande bastante más allá de totalitarismos y puede aplicarse a muchos gobernantes que actúan desde sistemas políticos democráticos: cualquier abuso de poder por parte de aquellos que ocupan puestos de gobierno está representado en esta historia; cualquier manipulación de los medios de información y comunicación está representado en esta historia; cualquier ceguera de los ciudadanos de a pie ante estos abusos de poder, ante esa manipulación, en la que la filiación política no deja valorar en su justa medida y de manera personalizada la validez de la persona que supuestamente la personifica, está representada en esta historia.

Era un clásico que tenía muy pendiente y que he disfrutado en la misma proporción que me ha asustado. Han pasado casi 75 años desde su publicación y no ha cambiado nada. Absolutamente nada. de la edición de Libros del Zorro Rojo solo puedo decir maravillas. Las ilustraciones del inglés Ralph Steadman son simplemente perfectas para la historia. Steadman está especializado en ilustraciones satíricas de índole político y social, así que todo eso se traslada a las imágenes. El libro me ha encantado, pero la edición ha sido parte muy importiante de la lectura. Es una de esas joyitas que enriquecen la estantería.

Termino. El animalismo inicial de la historia comienza con siete mandamientos igualitarios que deben seguir todos los miembros de la granja. No os pongo todos los cambios que van sufriendo estos mandamientos conforme la tiranía de Napoleon va alterándolos a su conveniencia porque quedaría muy largo. Simplemente os pongo los siete mandamientos iniciales y en qué queda todo eso al final, cuando se culmina el proceso de asimilación del totalitarismo. Creo que hablan por sí solos:

1. Todo lo que camina sobre dos patas es un enemigo.

2. Todo lo que camina sobre cuatro patas o tiene alas es un amigo.

3. Ningún animal llevará ropa.

4. Ningún animal dormirá en una cama.

5. Ningún animal beberá alcohol.

6. Ningún animal matará a otro animal.

7. Todos los animales son iguales.


TODOS LOS ANIMALES SON IGUALES, PERO ALGUNOS ANIMALES SON MÁS IGUALES QUE OTROS.

Enlace: https://inquilinasnetherfiel..
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