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Dos palabras: Maravilloso y atemporal. Orwell sabe muy bien lo que hace, crea un escenario perfecto para demostrar el funcionamiento de un estado totalitario, estos gobiernos juegan con las creencias y los pensamientos de pertenencia de las personas, inventando/exagerando amenazas externas e internas. La confianza es un sentimiento que se ha perdido, hay que ser muy valiente para creer en el otro, una herramienta clave que es utilizada por el "Gran hermano" y el partido. También el uso de la tecnología es clave, telepantalla será importante para el control y el temor de esta población. Creo que por eso lo considero atemporal, pues al leerlo no lo sentí como un libro más hablando sobre dictaduras, sino como si mi propia realidad, rodeada de tecnología, sea controlada por este organismo. Además toca temas recurrentes que suceden en este tipo de caso como: los saludos al partido, la vestimenta, la manipulación del lenguaje (un tema muy interesante), la educación de los niños (básicamente describe las dictaduras de la primera mitad del siglo XX) Cada acción en la trama busca adentrarte en el día a día de aquel Londres distópico, aunque hay explicaciones muy repetitivas, es un libro que se lee de manera ligera. (Consejo: es una lectura que requiere atención sino te quieres perder el hilo de la historia). El personaje de Winston Smith me ha gustado mucho porque funciona muy bien para demostrarte y explicarte el funcionamiento del lugar. |
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