La gamberrada que se ha marcado Álvaro Ortiz en este librito de 128 páginas solo puede clasificarse como... ah, ya lo he dicho: una gamberrada. Ameno, divertido, ingenioso, mordaz a ratos, lo que más se puede valorar de este cómic es que es honesto. El autor ha querido pasar un buen rato, sin pretensión ninguna, y lo ha hecho. Y una vez hecho, por qué no compartirlo, oye, y que otros echen el buen rato. Por este pululan muchos personajes reconocibles del universo DC, aunque por supuesto caricaturizados, y algunas situaciones que a los buenos comiqueros no les serán ajenas. de una manera u otra, el autor va metiendo momentos vividos durante el confinamiento y personajes propios que terminarán siendo magistrales a pesar de su carácter secundario, como la abuela que regaña desde el balcón. En definitiva, un tebeo económico para el que quiera echar un ratito agradable. |