Es una reflexión acerca de nuestra humanidad inevitablemente circunscrita a la cultura de donde procedemos, los que están en la escuela de batalla y deben renunciar a su familia, a su lenguaje, a sus tradiciones, a su religión, renunciar a todo; excepto que estos brillantes genios han decido no renunciar a la esperanza y a la fraternidad, entonces inicia la guerra de regalos. Es un cuento hermoso, y volver a encontrar a los niños de la escuela de batalla es como regresar uno mismo a la infancia y encontrarse en el patio de recreo esperando ver a los amigos. Me ha encantado. Este relato no puede leerse independiente por lo menos del Juego de Ender. |