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Ender es un niño especialmente elegido para dirigir el combate contra un grupo de extraterrestres -los insectores- que ya se han enfrentado a la humanidad y de los que se teme una futura invasión. Por ello, Ender se ve sometido a un difícil y éticamente cuestionable entrenamiento.Creo que el libro logra transmitir muy bien las sensaciones y temores de la Guerra Fría, pero también es aplicable al mundo de hoy: colocar al enemigo en el exterior para distraer la atención de los problemas internos, la manipulación de los medios de comunicación para generar corrientes de opinión, la instrumentalización de la persona. En fin, tiene muchos aspectos interesantes para la reflexión. En este libro abundan los niños como personajes. Sin embargo, me costaba gran esfuerzo imaginarlos porque constantemente se comportaban como adultos. Sé que para algunos esto es un contra, pero personalmente, me gustó aquel recurso, porque esa infancia robada acentúa el dramatismo de la situación. En síntesis, me gustó mucho, aunque en algún momento las batallas se me hicieron reiterativas, restándole algo de ritmo a la narración.
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