En caso de avistar monstruos marinos

A veces, nos refugiamos en nuestras rutinas para no tener que hacer frente a lo que de verdad nos preocupa. Los días pasan de forma cómoda así, casi todos iguales, haciendo que tengamos una falsa sensación de seguridad. No nos engañemos: los problemas, los del pasado y el presente, acaban siempre alcanzándonos. Y si no, que se lo digan a Simeón Glynn, el protagonista de En caso de avistar monstruos marinos, la novela de Ligia María Orellana que comentaremos en este artículo.
Tras pasar un tiempo en La Península, Simeón Glynn vuelve a Colmenas, su pueblo natal, para vivir solo en la casa familiar. Si bien hace tiempo que el pueblo está siendo sometido a un plan de evacuación, a Simeón no parece preocuparle especialmente que el volcán submarino, La Ballena, pueda entrar en erupción en cualquier momento y hacer desaparecer bajo el mar Colmenas. Él tiene su vida apacible, su trabajo en la librería Foss y su amor por Rita, una escritora que acude allí asiduamente. Todo cambia cuando de pronto vuelven a casa sus hermanos. ¿Por qué lo hacen? ¿Qué quieren de Simeón? ¿Será posible que todos vuelvan a ser la familia que en realidad nunca fueron?
Esta es la historia de Simeón Glynn, un hombre tranquilo que se refugia en una casa familiar que está a punto de desaparecer por la amenaza que supone el volcán submarino cercano. La gente se marcha, las calles d llenan de grafitis. Algo ha de estallar indiscutiblemente en su vida, aunque no sea el volcán. La explosión viene motivada por la aparición de unos hermanos con los que no tenía contacto desde hacía años, por expreso deseo del propio Simeón: Jimmy, el cantante de rock que ha dejado a su banda y quiere intentar una carrera por solitario; Less, su hermano transexual que ha sido expulsado de un internado en el que entró como chica por inundar las instalaciones; y Sam, la activista por los derechos de los animales que es perseguida por un supuesto acto terrorista en la granja de pieles de los Baltierra, los vecinos de la familia y sus eternos enemigos.
Simeón es un hombre tranquilo que tiene un trabajo en una librería y la esperanza de conquistar a Rita, la periodista y escritora que tanto tiempo pasa allí. También tiene un pasado que descubriremos, al tiempo que el de toda su familia, gracias a la narración paralela que comienza con el matrimonio de sus padres, un par de individuos que descuidaron la crianza de sus hijos, hasta el punto de hacer creer a Simeón, en un momento de su vida, que ir a la Universidad era lo correcto. ¿Consiguió contentar así a sus padres? ¿Fue una decisión que le hizo feliz a él? ¿Y por qué se pasó tantos años sin hablar con sus hermanos? ¿Qué hay de ciertas mentiras que ha contado Simeón?
En caso de avistar monstruos marinos, en definitiva, es una original novela familiar en la que su protagonista, Simeón, ha de encontrarse a sí mismo y perdonar al que fue conforme vuelve a relacionarse con unos hermanos, tan alocados como maravillosos, con los que no habla desde hace años. Se trata esta de una obra metafórica y entrañable con la que redescubrir los valores familiares, esos lazos que a veces nos unen sin que nos demos cuenta. Una historia con la que aprender a no tener miedo a ciertos avistamientos, ¡ni siquiera cuando se trata de monstruos marinos! Y tú, ¿a qué esperas para formar parte de la historia de los Glynn?

En caso de avistar monstruos marinos de Ligia María Orellana nos narra una historia familiar que está estrechamente ligada a la decadencia y casi en peligro de desaparecer como la isla en la que transcurren los hechos: Colmenas. Simeón es un joven que, tras pasar una temporada fuera, lejos de su familia y sin ningún tipo de contacto con ellos, decide regresar a casa cuando las cosas empiezan a irle mal y siente haber tocado fondo. al volver descubre que sus padres se han ido y le han dejado la casa en propiedad; pero las sorpresas no terminan ahí, ya que pronto su responsabilidad aumenta cuando de repente aparece su hermano mayor, Jimmy, una súper estrella del rock, quien le deja a cargo a su hermano menor, Lester.
Simeón, quien hasta ese momento vivía tranquilo, solo, intentando rehacer su vida y con un trabajo apacible en una librería de la zona, ve alterada por completo su vida con la inesperada llegada de sus hermanos. No sólo Jimmy y Lester, sino también Sam, su hermana gemela, quien está huyendo de la ley por pertenecer a una organización en contra del maltrato animal y responsable de la liberación de unos visones en la empresa peletera más importante de Colmenas, cuyos dueños son los Baltierra, enemigos acérrimos de los hermanos.
A través de Simeón reconstruimos el pasado desestructurado de los cuatro hermanos y las frustraciones que esto les ha acarreado a lo largo de sus vidas. Esta nueva unión, el descubrirse de nuevo en la edad adulta, entenderse y reconstruir esos vínculos que los unían años atrás es una tarea ardua que sacará a la luz muchos rencores pasados que siempre amenazan con volverlos a separar. Además, como he dicho en el inicio, todo esto sucede con la amenaza constante de la destrucción de la isla: a causa del cambio climático, la marea sube poco a poco, y el volcán conocido como “La Ballena” está dando señales de una erupción inminente, por ello, la población huye buscando un lugar seguro y Colmenas está quedando prácticamente deshabitada.
En caso de avistar monstruos marinos es una novela de ciencia ficción que me ha resultado extremadamente real: los desastres naturales que acontecen en el libro ya están pasando y estamos siendo testigo de ello. Y esta amenaza constante de destrucción ligada al nuevo comienzo, a la nueva unión familiar que crean los hermanos, como un rayo de esperanza entre el caos, el saber que, a pesar de ver un final muy próximo, la vida siempre se abre paso, me ha parecido fantástico. Es una novela entretenida, que te mantiene en vilo y de la que siempre quieres leer un capítulo más.

Hoy quiero hablaros de la novela de Ligia María Orellana, "En caso de avistar monstruos marinos". No querría empezar de otra forma sino agradeciendo a la Editorial Adarve y a Babelio y Masa Crítica por el ejemplar. La historia se sitúa en el siglo XXII. Aunque es una novela futurista, no se trata de una historia de ciencia ficción. Aunque si bien es cierto que nos presenta algún detalle de tecnología avanzada, la novela no se centra en esto. ¿De qué va entonces "En caso de avistar monstruos marinos"?

La sinopsis nos habla de Simeón Glynn, nuestro protagonista. Simeón es un joven cuya vida no hecho más que dar altibajos (más bajos que altos). Ahora ha encontrado un poco de tranquilidad en la casa donde nació y se crio mientras espera la explosión del volcán submarino que lleva años avisando. Tiene un trabajo estable, una rutina diaria y una obsesión por una mujer que frecuenta la librería, pero a la que no consigue dirigirle la palabra. Pero refugiarnos en una rutina no hace desaparecer los problemas. Y Simeón descubre esto cuando su momento de paz se ve truncado una noche en la que alguien llama a su puerta. Todo comienzan a ser problemas que pondrán a prueba la estabilidad de Simeón y lo llevaran de vuelta a su infancia y a reencontrarse con tres desconocidos a los que llama hermanos. ¿Es posible que puedan volver a ser una familia?

La novela es fluida y sencilla de leer. La autora consigue de manera correcta el equilibrio entre la descripción y la narración de la historia. A pesar de que hay bastantes momentos escasos de diálogo, la historia no se hace pesada. El foco de los hechos siempre está centrado en Simeón. Todo lo que sabemos es lo que él sabe, lo que él ve y lo que él hace. Es por eso que su personaje es el que mejor desarrollo tiene y al que más cariño puedes llegar a coger. Con respecto a los tres hermanos de este, Jimmy, Sam y Lester, los veo como personajes que sirven para intensificar la historia de Simeón. Las partes de la historia que conocemos de ellos están estrechamente ligadas a este último.

"En caso de avistar monstruos marinos" se convierte en una historia familiar donde son muchos los que pueden verse reflejados. Ligia María Orellana nos habla sobre lazos familiares y sobre avistamientos a los que no hay que temer. Una lectura interesante.
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