El sintonizador

Es una historia llena de sentimiento y con grandes dosis de misterio, en la que se entrelazan dos épocas unidas por un prodigioso invento. “El sintonizador”, un artilugio con una tecnología avanzada, que permite recuperar los sonidos del pasado y gracias al cual nos convertiremos en testigos privilegiados de algunos de los acontecimientos históricos que conmovieron al mundo literario del siglo XIX.

Una historia que tiene comienzo en un tiempo presente, en una lujosa casa ubicada en la costa cantábrica, donde conoceremos, mediante un breve pasaje, a Jaime Carrillo. Un hombre de antiguas costumbres, que tras una vida de dedicación plena al servicio doméstico, se debate ante la desoladora certeza de haber desperdiciado su vida. Llevándonos a hacer importantes reflexiones sobre temas que son recurrentes en esta novela, como la vida, la muerte, el amor y la familia.

Un pensamiento que le llevará a evocar épocas pasadas, cuando aquella gran casa había acogido a la familia del Señor Rivas, sentando las bases de la trama principal de esta novela y que tiene como protagonista a Ricardo Rivas, un octogenario autor de bestsellers al que apodan el Duque de las Letras, por su enorme productividad de éxitos comerciales. Y al que iremos, conociendo poco a poco en mayor profundidad, descubriendo todo aquello que lo enturbia y le hace mantener aquel frenético ritmo de producción, mientras anhela el poder llegar a escribir su gran obra.

Junto al Duque, conoceremos a Elena y Víctor, los dos hijos del exitoso escritor, con los que mantiene una escasa relación desde que marcharon de la residencia familiar. Elena es la niña de sus ojos, aquella de la que se siente enormemente orgulloso por haber llegado a ser una científica de primera. Por el contrario, Víctor, simboliza su enorme frustración, al no haberse esforzado lo suficiente en seguir los pasos del gran escritor.

Si bien la trama principal de esta novela transcurre en una época actual y tiene como protagonistas a los miembros de la familia Rivas. Alternaremos con otros capítulos en los que nos desplazaremos al Madrid del siglo XIX, donde tendremos como protagonistas a unos personajes que no son de ficción, sino grandes escritores de la época, como el prodigioso escritor Mariano José de Larra y un joven José Zorrilla, entre otros grandes escritores de los que su autor no se olvida y a los que rinde un sentido homenaje.

De este modo veremos como las historias de unos y otros se alternan, siendo testigos de los pensamientos negativos adherentes a las crisis existenciales a la que se enfrentan, mientras ponen todo su empeño en darle un sentido a sus vidas. Y es que “El sintonizador” es una novela que combina distintos géneros, como el drama, el histórico, el thriller y la ciencia ficción, y por supuesto destina un espacio para hacer un profundo ejercicio de reflexión.

Entre ellas cabe destacar las reflexiones en torno a la figura del escritor tanto del siglo XIX como en la época actual, cada uno haciendo frente a la problemática general y propia de cada época. Así nos encontramos con un Mariano José de Larra que se plantea sumido en una existencia tenebrosa, cuestiones como el valor de la escritura, así como a un Duque nostálgico, planteándose cuestiones como la calidad literaria, su propósito, el éxito o el fracaso, mientras se ve superado por el avance de las tecnologías. Siendo este otro de los aspectos sobre los que reflexionaremos, y más teniendo en cuenta lo que un artilugio como “El sintonizador” podría suponer en nuestras vidas.

La noche tormentosa en la que el Duque reciba la visita inesperada de su hija Elena, acompañada por su nueva invención, las historias de los personajes reales y de ficción que nos acompañan quedarán conectadas por “El sintonizador”. Proyectando un halo de luz sobre todas aquellas sombras que se ocultan entre las paredes de aquella lujosa mansión. No sin antes convertirnos en testigos privilegiados del trágico devenir del prodigioso escritor Mariano José de Larra, así como del lanzamiento a la fama de un joven y desconocido José Zorrilla.

En resumidas palabras, es una novela que os recomiendo por su estilo nada convencional, en el que se combinan distintos géneros que te permiten experimentar un amplio abanico de emociones. Desde adentrarnos en las historias más íntimas y personales, con sus luces y sus sombras, hasta revivir aquellos momentos que marcaron nuestra historia, así como la de fantasear con aquellos avances tecnológicos que están por llegar. Tengo que reconocer, que siendo la primera novela que leo de José Luis Ordóñez, me ha dejado tan buen sabor de boca con su estilo tan particular, que sin duda estaré atenta a su trayectoria e indagaré entre sus obras para añadirlas a mis futuras lecturas.

“El sintonizador” es una novela que bebe de varios géneros. Encontraremos misterio, drama, ciencia ficción, novela negra, incluso algo de humor. La composición de la historia abarca dos partes. Por un lado, viajaremos al Madrid decimonónico donde el protagonista será el escritor Mariano José de Larra. Vive con cierta intranquilidad por cómo va el país, aun así, les dedica tiempo a jóvenes aspirantes a escritores. Aquí nos introduciremos en lo que fue el ambiente y la cultura de la época que principalmente se movía en los bares y cafetines, volviéndonos aquel tiempo de caballerosidad y honor. La otra acción transcurre en nuestro siglo XXI, de nuevo un escritor tendrá un papel muy importante en la trama. Su nombre es Ricardo Rivas, un octogenario (apodado El Duque de las letras), vive en la costa Cantábrica. Una noche tormentosa llega su hija en una inesperada visita. Ella es una importante científica que acaba de inventar un extraño artilugio que permite recuperar los sonidos que se pronunciaron en algún instante...

Pronto entenderemos que no vamos a encontrar ninguna máquina del tiempo en la cual el protagonista viajará, en cambio conoceremos un aparato que puede rescatar fragmentos del pasado. Pero ¿de qué modo se conectará ese invento con el mismísimo Mariano José de Larra? Este es uno de los misterios a seguir. Por otro lado, tendremos otra historia secundaria, del otro hijo de Ricardo, que ya no se encuentra con ellos.

El eje central siempre será la conexión entre el padre y la hija, aunque también el hijo conectará en algunos momentos. José Luis Ordóñez se maneja estupendamente en lo que son las ambientaciones siniestras, por ese motivo dejó que ese diálogo trascendente y extenso entre padre e hija se desenvuelva a través de una tensión que siendo ficticia se percibe verdadera envolviendo al lector en suspense y misterio. Seguiremos una narración sencilla con algún que otro sobresalto. Los diálogos se sentirán sinceros y francos, perfectamente elaborados, mezclándose con exposiciones de ademanes y ámbitos de manera que el lector creerá estar en ese lugar.

Con Mariano José de Larra y sus últimos momentos, toda la historia tomará otro cariz poniéndose en marcha con ese Sintonizador removiendo momentos del pasado. Eso hará que secretos hasta ahora ocultos salgan a la luz provocando el desmoronamiento de los pilares familiares, con escenas repletas de sentimientos entre Ricardo y su hija. También nos harán partícipes de lo fina que es la línea que separa este mundo del más allá.

Estamos ante una historia que en un principio parece una cosa para luego tomar un rumbo muy diferente, ese giro tan inesperado para mí es lo mejor de todo, no tener la trama controlada. Además, usando como protagonistas a escritores, nuestro autor aprovecha para meter el dedo en la llaga en ese mundo, en los éxitos, fracasos, luchando por hacerse ver en una época donde manda la tecnología, siendo tan complicado destacar entre tantos. Ese es el motivo en el que se profundiza del porqué Ricardo Rivas habiendo tocado el éxito con las manos no ha logrado verse avalado por los críticos. Destacar las meditaciones metaliterarias sobre la alta literatura recordando autores españoles que quedaron en el olvido.

Un libro fácil de leer homenajeando al mundo de la literatura española a la vez que nos introduce en un interesante misterio.

¿Os imagináis que pudiéseis escuchar cualquier conversación ocurrida en el pasado? ¿Qué pasaría si las conversaciones dejaran de ser privada, si todo lo habéis hablado alguna vez en cualquier sitio, tiempo y situación, pudiese ser reproducido en una pequeña radio? ¿O puediéseis escuchar qué dijo cualquier personaje famoso en un momento importante concreto como si lo tuviéseis delante?

Pues justo con esa posibilidad nos encontramos en El Sintonizador de José Luis Ordónez.

Al principio, quizá por la portada y parte de la sinopsis, pensaba que me encontaría con una novela negra, de suspense pero, tras leerla, El Sintonizador podemos incluirla dentro de la narrativa. Que eso no es malo, simplemente es para avisaros (y esto va por una amiga mia) que no esperéis un thriller o una novela negra.

La novela tiene capítulos cortos y es muy ágil de leer y es cortita , además, como Filóloga Hispánica, me gustan mucho las novelas que hacen mención a escritores clásicos de nuestra literatura: en este caso Mariano José de Larra, Zorrilla y Gertrudis Gómez de Avellaneda..

La novela está muy bien escrita (y se nota que bien documentada) y es hace que disfrutemos el doble de la novela ¡Qué alegría encontrar una novela con una prosa tan rica!

La historia central, la de Ricardo Rivas y su hija, transcurre en tan solo un par de horas, y en ellas va insercalándose la narración de los últimos importante momentos de Larra y la emotiva historia de Victor.
De todos los personajes, al que más cariño le he cogido y que incluso me hizo tragarme algún nudo de pena (no os pienso decir por qué...) fue Víctor, siempre viviendo bajo la mirada escrutadora, cruel y condescendiente de su padre.

Y sí, se le coge (al menos yo lo hice) muchísima manía al grandísimo Duque de las Letras ¡Porque aquí no está bien que insulte y blasfeme que sino... anda que lo ponía bueno! Autoritario, despótico,

Como digo, se lee rápido y engancha. Para mi es una novela que fluye, que se deja leer y que te mantiene lo suficientemente enganchada como para ir leyendo y leyendo y , cuando te das cuenta, te has leído la novela en menos de dos días.

Como esta novela la he disfrutado, voy a ir echándole un vistacillo a las novelas anteriores del autor y estaré atenta a sus futuras publicaciones.
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