El paciente inglés

La trama se centra en un paciente quien es atendido por su enfermera en una villa italiana. Donde prácticamente los dos se encuentran en soledad y deberán sobrevivir al paso que dejó la guerra y los múltiples secretos que esconde el paciente.

Fuerte ha sido mi desilusión al leer este libro. Lo leí con gran expectativa al leer varios comentarios en internet respecto a la importancia de leer esta novela además, compré este libro dentro una colección de novelas románticas (y hasta ahora, ninguna me había decepcionado como éste).

Por donde lo mire, no le encuentro el gusto por la historia. A pesar de que tiene pocos personajes: Hana, la enfermera; Caravaggio, un viejo conocido de Hana; El paciente Inglés y Kip, un desactivador de bombas. Respecto aquí, el que más entró dentro de mi gracia fue Caravaggio (dentro de la escala del libro porque tampoco puedo decir que sea un personaje memorable). La que cayó de mi gracia fue Hana porque pensaba que todo personaje masculino que aparecía estaba enamorado de ella. ¡Me sacó de mi quicio!

Casi no hay diálogos, lo que hace de la lectura más pesada y las descripciones llegan a ser tediosas y poco relevantes (en mi gusto personal). Sumado a lo anterior, la novela no está dividia en capítulos sino que partes, lo que le añade todavía más lentitud a la narración. Con 300 páginas, el libro se siente como si tuviera más de 500.

Entiendo por qué a algunos lectores les impactó la novela: las descripciones emocionales y físicas de lo que dejó la guerra mundial. El cómo se sentía la gente después de los enfrentamientos. Yo creo que esa sensación de empatía provocaba que algunos le tomaran cariño a la obra.

Lo único que podría destacar de la novela sería la parte en que narran cómo se activan/desactivan bombas, que fue la parte más interesante en todo ella.

Me he metido en el desierto, me he enamorado, he muerto y resucitado allí. He visitado un oasis y luego he visto pinturas rupestres en cuevas olvidadas, he amado los besos y los golpes de una extraña, también he amado los silencios y el dolor de un quemado. Luego me he ido a la campiña italiana a sufrir. Sufrir la guerra que barrio toda Europa, he desactivado bombas en el barro y he visto rayos iluminar las colinas italianas, todo eso mientras comía nabos y leía libros griegos, ingleses y americanos, he amado hasta el cansancio a un hombre con piel carmelita y precisamente por el amor que le he profesado he comprendido cada segundo de su sufrir, porque también ha sido el mío. He perdido los pulgares, encontrado a alguien que se me perdió, comprendido la barbaridad de la humanidad y aun así he seguido amándola lo suficiente como para seguir viviendo, he viajado por continentes y continentes con mi consciencia al borde, hasta que me he desbordado. Todo eso he hecho con este libro. Ahora me duele el corazón, solo por haberlo terminado, porque es uno de los pocos en los que no soy ningún personaje, sino que tengo de todos un poco, saber de sus vidas es un poco saber de la mía. El final perfecto, desgarrador. El comienzo perfecto, cautivador. La trama tan eterna como el tiempo. ¿Lo vuelvo a leer? Por supuesto.

Esta novela ganó en 2018 el Golden Man Booker, un premio especial que se estableció para conmemorar el 50 aniversario del Premio Booker y en el cual se elegía a la mejor novela de entre todas las premiadas durante estos años.

Bueno, no soy yo muy fan de este premio, me he llevado varios chascos importantes, y, desde luego, tampoco hubiera elegido a esta novela para celebrar tan señalado aniversario, quizás porque tenía en mente la película que tanto me gustó en su día, allá por los años noventa, o porque no estoy excesivamente interesado en los mecanismos de explosión de las bombas de la segunda guerra mundial y los problemas que suponía su desactivación, algo que ocupa un buen puñado de páginas de la novela, o simplemente porque no me encandiló su estilo, que seguramente es la razón principal.

El paciente ingles. Nota 5/5. Novela historica y romántica. Las descripciones nos sumergen en los desiertos, en El Cairo, en los oasis, en una villa casi derruida de Italia. Se puede sentir el aire cálido, la arena, el sol mientras nos sumergimos en pasiones con telón de fondo de la segunda guerra mundial. Una novela tranquila que se ha de leer con cada pausa y sorbo de té. Tan deliciosa como la película.

Me da mucha pena reconocer esto, El paciente inglés es el único libro que recuerdo no haberme terminado.Me pareció un rollo tremendo y fuí incapaz de leerlo.
Lo siento, no me gustó nada de nada.