Los hombres de Texas no hablan de amor

En este libro nos encontramos una historia en dos tiempos diferentes. Veremos a Jasper, trabajador e hijo de los dueños de un rancho de Liberty, Texas. A petición de su madre, irá al aeropuerto un día de verano a buscar a un supuesto estudiante de bachillerato el cual se pasearía algunos días por su rancho para documentarse para un trabajo, pero tal será su sorpresa cuando el tal Sam al que debía esperar es Samantha, una joven de su edad de lo más atractiva. Veremos qué será lo que ocurrirá durante la estadía de Sam en Liberty. También, por otra parte, veremos qué ocurre siete años después cuando Sam y Jasper se reencuentran.

A ver, por dónde empiezo... Debo admitir que este libro no ha sido para mí, pero tampoco puedo decir que lo he detestado. Vamos a hablar de ello.

Una de las cosas que más me ha gustado han sido los personajes. La historia no se centra solo en Sam y Jasper, sino que también da mucha importancia a los abuelos maternos de Jasper, los cuales tienen un gran papel en este libro, y también a Lisa, su madre. Son personajes entrañables merecedores de recordar. Aún así, tanto Sam como Jasper me han exasperado bastante en muchas ocasiones.

La trama... Uff. No ha acabado de convencerme. La idea de la trama es genial, eso debo decirlo, pero no ha acabado de gustarme la forma en la que se ha planteado. Siento que ha ido a ritmos muy dispares y era difícil pillar ciertas cosas. Además, los conflictos se resolvían de forma muy extraña y creo que la autora no ha aprovechado el juego que podrían haber dado éstos. A pesar de no ser una gran historia, ha logrado llegarme al corazón en más de una ocasión.

En cuanto a la pluma debo admitir que es lo mejor de este libro. Quizás sí que he sentido que las descripciones eran bastante planas, pero por lo demás no puedo quejarme. La autora escribe muy bien y me gustaría darle una oportunidad a sus otros libros a pesar de que este no haya sido santo de mi devoción.

En resumen, es un libro que se lee en un suspiro y que te mantendrá con una sonrisa en los labios. No ha sido un libro para mí, pero sí podría serlo para ti. ¡No le cerremos puerta a ningún libro!
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Me ha gustado la historia, pero va perdiendo fuerza con el paso de las páginas. En verdad, me esperaba algo peor, sobre todo después de leer ciertos comentarios y que una amiga me dijese que no le gustaba. Pero es un historia muy entretenida y tierna, que nos presenta a los rudos vaqueros que nunca reconocerán que el amor existe con un corazón blandito y achuchable.

El libro nos cuenta dos historias distintas, una es la de los protagonistas: Jasper y Sam; y la de los abuelos de Jasper: Mary y Simon. Cada una en su época y con sus ambientaciones correspondientes.
La historia de los abuelos me pareció muy bonita y tierna, se me hizo corta.
La de los protagonistas empieza bien, pero después pasan cosas que no parecen estar muy claras. al pasar de la mitad del libro, más o menos cuando termina con la historia de los abuelos, la trama avanza más despacio y parece que dan vueltas y vueltas sin llegar a ningún sitio fijo. El final se me hizo un poco largo, pero me gustó el detalle de los dos epílogos y las leyendas del final.
Me desconcertó y me costó entrar en la historia algunas veces por el narrador omnisciente, a veces la tercera persona no es el mejor narrador.
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Una novela divertida, muy romántica y que nos hará ver que todo es posible, si queremos, si perdonamos y si aceptamos la realidad.
Me ha encantado la novela novela de Olivia Ardey y la originalidad de los personajes y el entorno del rancho.
Totalmente recomendada.

Los hombres de Texas no hablan de amor es un título demasiado largo para una novela no tan larga que sí habla de Texas, sí habla de hombres y sí habla de amor, aunque no en el tono de comedia que uno espera con esa portada.

Sin intención de ir más allá de la sinopsis, os diré que la protagonista de esta historia se llama Samantha, una chica aparentemente decidida y curiosa que, tras una visita a un pueblo de Texas buscando leyendas e historias, verá cómo a veces las cosas no ocurren como pensamos por mucho que no queramos salirnos del camino.

La primera parte, para mí, es una especie de prólogo o situación inicial, a partir de la cual comienza la historia en sí. ¿Por qué os digo esto? porque eso justifica el tono rápido de este inicio, que descoloca un poco porque todo ocurre casi sin respiro.

No deja de ser una historia sencilla que no busca revolvernos con giros en la trama o con subidas y bajadas, simplemente busca transmitir sentimientos y demostrar que la vida es temporal, con su principio y su fin, y lo importante es cómo vivamos ese tiempo. Busca hacernos conscientes de que hay una historia detrás de cada persona; una historia triste y alegre; que las cosas no son blancas o negras, ya que todo está lleno de matices.

Sin ser una gran historia, consigue tocarte un poco el corazón, de muchas maneras distintas, y este me parece el baluarte de esta historia. Creo que nos lleva hacia una historia de gente buena y eso es lo que merece la pena; pero también te muestra que cometemos actos equivocados, con sus consecuencias, de los que es importante arrepentirse. Habla del amor, de diferentes maneras de amor, de las distintas personas que aman; y todo esto sin complicarnos mucho la vida, pero la verdad es que terminas y te queda una sonrisa. Eso sí, al terminan el libro me entraron muchas ganas de seguir conociendo leyendas del folclore tejano.

No es una novela de formación, pero sí hay un pequeño viaje que hace la protagonista hacia el interior de sus sentimientos, hacia su pasado y su presente, y hacia las personas de su alrededor. Tiene algunos pasajes muy bonitos, sin más, de los que podemos disfrutar.

Además de ser la historia de Sam y Jasper, tenemos otra, u otras, que forman parte de ellos, con más presencia o con menos, y que consiguen absorber nuestro interés aportando mayor valor a la trama, ademas de aumentar el componente dramático del texto.

Tiene 300 páginas y, tras terminar, me ha parecido una novela corta. Sinceramente, a mí me hubiera gustado que se hubiera desarrollado más la historia dramática que hay detrás de la novela; no deja de ser una novela sencilla, que se lee en un rato, y mientras la leía no perdía la sensación de que se podría haber escrito una gran historia alrededor de ella. No obstante, esto solo es el deseo de una lectora de encontrarse con una de esas grandes historias que toquen todas sus fibras sensibles.


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La premisa de esta novela me tenía muy emocionada, porque me fascinan las novelas románticas de vaqueros. No porque a estos siempre los describan como hombres musculosos y dolorosamente atractivos, sino porque me gusta ver el choque de mentalidades entre la pareja principal. Los vaqueros viven en y del campo, pasan su tiempo llenos de barro, cuidando de los animales y haciendo tareas que muchas personas de ciudad se negarían a hacer en rotundo. Tienen un estilo de vida que me resulta muy interesante y por lo general atesoran valores como la honestidad, el respeto y la familia. Cuando empecé este libro, pensaba que iba a encontrarme con un rancho como eje principal, situado en un pueblo pequeño pero acogedor en el se va a bailar a pubs y a dar paseos a caballo por el campo. La pareja sería protagonista de escenas divertidas donde la naturaleza juega un papel importante, y poco a poco iríamos profundizando en los personajes, sus problemas y su relación. Ya lo sé, todo esto es muy cliché. Sin embargo, ¿no están para eso las novelas de vaqueros? ¿Para explotar, cada autor a su modo, por supuesto, todo aquello que representan los vaqueros? Sintiéndolo mucho, tras leer esta novela me dio la sensación de que Jasper bien podría haber sido un chico de pueblo sin más, porque me ha faltado ese toque hogareño y atrayente característico de las historias de vaqueros. No me malinterpretéis, gran parte de la acción tiene lugar en la finca de los Blanchard, hay baños en el lago y algún que otro paseo a caballo, pero para mí no ha sido suficiente.

Con respecto a los personajes, no sabría deciros si me han gustado o no, porque en algunas escenas actúan de manera infantil y contradictoria. Sam es una chica con agallas, curiosa y atrevida, que sabe muy bien qué quiere hacer con su vida y eso me encanta, pero luego termina en una relación amorosa de lo más conformista y aburrida y perdonando a personas que traicionaron su confianza por completo. Jasper es más consistente como personaje, más maduro de alguna forma, aunque su cambio repentino de actitud al comienzo de la novela no me pareció creíble. Pasa de ser un joven vaquero ligón, de esos que siempre llevan sombrero, a un muchacho que está seguro de que quiere pasar el resto de su vida con Sam. He aquí mi segundo motivo para no haber conectado con los personajes: el instalove. Cuando conocemos por primera vez a Sam y Jasper, ella es una estudiante universitaria y él un vaquero desenfadado. Ella se va a Texas para realizar una investigación y, casi sin darse cuenta, se pasa todo el verano entre besos y abrazos con Jasper. Estrictamente hablando, en varios meses es más que comprensible que los dos se enamoren, no sería instalove, el problema es que apenas hay escenas de ellos durante ese verano romántico. Han tenido mil y una aventuras juntos, al parecer, pero el lector no ha sido partícipe. No exagero cuando os digo que todo esto sucede en aproximandamente 50 páginas. Seguidamente, Sam se marcha a la ciudad y allí comienza su carrera como editora, hasta que años más tarde Jasper vuelve a entrar en su vida. Los dos han cambiado, han vivido experiencias duras, pero esa química entre ellos no ha desaparecido. Es aquí cuando el lector llega a ver cómo Sam y Jasper, después de dejar el orgullo y el rencor a un lado, se enamoran de verdad. Hay diálogos relevantes, momentos especiales entre ellos y además la historia paralela del abuelo de Jasper me pareció muy tierna.

Me sorprendió gratamente que Olivia Ardey utilizara un narrador omnisciente, ya que con el paso del tiempo la primera persona típica de la novela juvenil puede llegar a cansar. Aun así, en algunas escenas el tono cambia radicalmente y llegó a sacarme de la lectura. En una página la prosa es reflexiva y cuidada, se enfoca en los sentimientos de los personajes, y en otra compara a la pareja con bestias salvajes fornicando; palabras textuales. La novela concluye de una manera muy bonita, cerrando esos capítulos iniciales en los que se nos relata brevemente la infancia de Sam y dejando al lector con buen sabor de boca con esa especie de retrospectiva. En definitiva, creo que la historia tenía mucho potencial y que podría haberme encantado, pero no ha podido ser en esta ocasión.
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Es una novela romántica de un texano sexy poco hablador, de una mujer actual que ha sufrido un desengaño bestial ,de un rancho con una familia grande de corazón , momentos de humor hilarante, escenas a lo grande que visualizas en tu mente con un Texas que me gustaría visitar , emoción a flor de piel con el papel de la mujer de antaño ,aunque aún hoy en día ocurre, pasión, errores ,traición .
Un libro corto ,intenso y sentimental que con 21 capítulos y la sorpresa final de las últimas páginas ,es una tentación para los adictos a la pluma de Olivia , para los que todavía no lo han leído ,a que esperas? Es un placer leer con el corazón y saber que la autora te ofrece un pedazo del suyo en cada libro , siéntelo!
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No he podido parar de leer, Olivia Ardey me ha enamorado, seducido, emocionado, me ha hecho llorar como una madalena, he reído y he soñado, pero lo mejor de todo es que la lectura de su última novela Los hombres de Texas no hablan de amor me ha dejado una sensación de felicidad y paz al final.
Realmente me ha sorprendido la profundidad de su narración, me esperaba una novela dulce y romántica, con sus altos y bajos, tal y como dice la protagonista algo al estilo de Diana Palmer pero me he encontrado con mucho más, una explosión de sentimientos que traspasan el papel, unos personajes construidos capa sobre capa y que fluyen a través de la historia y que nos muestran sus almas y sentimientos.
La historia empieza presentándonos a Samantha, Sam, una niña sin padre y que pierde a su madre siendo muy pequeña, a partir de ese momento se transforma en la princesa de la casa de Krystel y Anthony, dos personas que le inculcaran el amor por los libros y la literatura.
En su época universitaria viajará a Texas para estudiar la cultura y sus historias y allí conocerá a Jasper, un vaquero que es más de lo que parece y con quien vivirá una historia apasionada y a su vez el recuerdo más amargo de su vida.
Ocho años después regresará para escribir la historia de la abuela de Jasper, a partir de este momento la narración se divide en dos, la historia de Sam y la de la abuela Mary. Dos vidas con puntos de inflexión y en ciertos momentos muy parecidas.
Conoceremos a Mary a través de la voz de su marido, el abuelo Simon, ella es una superviviente, una luchadora que encontrará el amor verdadero en Simon, un profesor de escuela que poco a poco logrará enamorarla. Una historia llena de amor y dolor, de rechazo, de pérdidas y a su vez nos situará en una época marcada por la guerra de Vietnam y los cambios políticos. En este punto no podemos olvidar a los personajes secundarios, a más de una la hubiera estrangulado.
Sam no será muy bien recibida pero poco a poco descubrirá cuál es su lugar y aunque la amargura y el rencor llena su corazón, este poco a poco se calmara, aunque la traición que ha sufrido tiene como culpable a alguien que no espera y que a su vez forma parte indirecta de la vida de Mary.
Dos historias que acabaran entrelazándose y uniendo a dos familias que por motivos del cruel destino podrían haberse unido generaciones atrás. Me ha sorprendido que ninguna de las dos historias anule a la otra, se equilibran a la perfección y los saltos en el tiempo están muy bien definidos y marcados. Me he enamorado de las dos historias, no podría decantarme por ninguna de ellas, ambas se complementan formando un todo.
Una historia creada por pedazos y retales de recuerdos, con añoranza del pasado y a su vez esperanza en un futuro, dos hombres que aprenden a amar con la mujer adecuada y dos mujeres que encontraran su refugio en el corazón de un hombre capaz de dejarlas ser ellas mismas.
Esencia nos regala algo más que la fantasía de un vaquero rudo y cañón, nos presenta una familia forjada en el amor y el cariño, capaces de luchar por mantenerse unidos ante las dificultades y con la sencillez que aporta la felicidad de los pequeños detalles como una tartaleta de limón, donde la amargura y el dulzor se mezclan a la perfección.
Un deleite para los sentidos. El único pero que le voy a dar es que se me ha hecho muy corta, apenas un par de tardes y ya me he tenido que despedir de ellos aunque he releído algunas partes que se quedaran de momento conmigo.
Una edición con el extra de una nota de Jasper, algunas historias contadas generación tras generación en Texas y su propia banda sonora.

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Una novela romántica, aparentemente ligera pero que según mi opinión no lo es tanto, no es tan superficial como podría parecer, hace reflexiones bastante profundas sobre el verdadero significado del amor, la confianza, la familia, el perdón.
Lo más flojo que veo es Olivia Ardey pudo darle más intensidad al drama y a los conflictos que presentan los personajes o al menos manejarlo diferente, más "instructivo". No me gusta como Sam se deja hacer, a pesar de revelarse, y que sepan que entiendo todo eso del perdón y no quedarse en el rencor.
Los personajes están muy bien construidos y la historia entrelaza más de un conflicto, más de una generación, todo conducido por el "amor verdadero". Adoré a Jasper, el vaquero texano que no sabe hablar de amor, y no le hace falta. También me gustó la historia de Mary y Simon. Llegue al libro justo en un momento que me apetecía una historia bonita y dulce y eso encontré en Liberty.

Los hombres de Texas no hablan de amor es un libro que empecé con muchas ganas pero que no ha sido todo lo que me esperaba. Con una trama y una premisa muy interesantes, en mi opinión se pierde por el camino. La historia me ha parecido un tanto plana y no ha conseguido emocionarme, al igual que los personajes, con los que no he conectado en ningún momento. Creo que es un libro que tenía todo para gustarme (a quién no le gusta una buena historia de vaqueros) pero que finalmente no ha sido para mi.

Llevaba queriendo leer a la autora desde hace tiempo porque me habían recomendado por activa y por pasiva sus libros. Y con la salida de su nuevo libro vi la ocasión para hacerlo.

"Los Hombres de Texas No Hablan de Amor" nos cuenta la historia de Samantha Larson y Jasper Blanchard. Ella tras terminar su carrera entro a trabajar en la editorial de su familia con el tiempo fue subiendo puestos hasta convertirse en escritora fantasma de muchas obras con gran repercusión en el mundo de la literatura. Él vive en Texas y trabaja en el rancho familiar, en el cual disfruta realizando sus labores como señor del rancho Blanchard.

Sam hace años viajo un verano a Texas para documentarse para un trabajo de la universidad y allí, fue donde conoció a Jasper. Las diferencias entre ellos no impido que ese verano se dejarán llevar por la pasión, a pesar de que sabían que Sam debía regresar a Nueva York para seguir sus estudios. Durante esos meses disfrutaron de la compañía del uno del otro pero llego el momento de que Sam tenía que regresar, aunque con un gran dolor en su corazón se marchó y dejo a Jasper. El tiempo trascurrió y no se volvieron a ver hasta que un día Jasper junto con su abuelo se presentan en la editorial para hacerle una propuesta. Aunque ella en un principio se niega por circunstancias de la vida Sam se verá de frente con la traición y toma la decisión de irse a Texas junto de Jasper y su abuelo. Su llegada al rancho Blanchard no será como ella se esperaba porque aunque el tiempo dice que todo lo cura, Jasper aún tiene muy presente todo lo que sucedió años atrás. Sam dejará volar sus dedos para contar una historia que le robará el corazón y a la vez tendrá que lidiar con el pasado y el presente. El destino les mostrará que cuando algo es verdadero no importa el tiempo, los miedos y los errores mientras uno es capaz de enfrentarse a ellos y luchar por lo que quiere lo demás queda en el olvido.



Este libro tenemos un narrador omnisciente, a lo largo de la novela tenemos varios saltos en el tiempo ya que a parte de historia de amor principal tenemos otra más. Nos encontramos con un libro de 320 páginas con prólogo, 21 capítulos, epilogo y un contenido extra. La longitud de los capítulos diría que a mí me ha resultado un poco larga pero es verdad, gracias a que en momentos determinados aparece una historia secundaria he dejado pasar de largo eso. La trama gira alrededor de la historia de amor de los protagonistas pero además, toman importancia las historias de otros personajes. También, la novela tiene cierta intriga con respecto algunos secretos que eso ha sido casi lo que más me ha gustado de la lectura. La ambientación de la novela me ha encantado, he disfrutado mucho de los escenarios que nos describe la autora y me han dado ganas de viajar a ellos. En cuanto a los personajes, me han gustado pero a mí, me hubiera gustado que se profundizará más en ellos.

Sam. Nuestra protagonista femenina es curiosa, luchadora, atrevida y trabajadora. Su vida no ha sido un camino de rosas, es una valiente y lo vemos ya desde el primer instante que empezamos a leer su historia. Es un personaje que me ha gustado pero esperaba mucho más de ella, no sé me ha faltado algo para que me cautivara todo lo que esperaba.

Jasper. Nuestro protagonista masculino es divertido, trabajador y leal. Cuando comienza la novela se ve aún chico despreocupado pero años después ha cambiado mucho, la evolución que sufre ha sido lo que más me ha gustado de él. Es un personaje que cuando lo conocí no las tenía todas conmigo pero a lo largo de la novela ha logrado gustarme.

Por último, reconozco que ha sido una lectura que me ha defraudado no sé si es que iba con unas expectativas muy altas o no era mi momento para leerlo. Empecé el libro con muchas ganas de leerlo porque era el primero que leía de la autora y tenía muchas ganas de conocer su pluma pero cuanto más me iba adentrando en la historia no sentía que conectaba con los personajes, tal vez que la novela este contada por un narrador omnisciente no ayudará. Eso sí, tengo que decir que la historia de ciertos secundarios sí que me ha gustado y me gustaría volver a leer a la autora en un futuro porque me gustaría sacarme la espina con la que me he quedado después de leer este libro. Como os digo siempre, esta es mi opinión personal pero desde aquí os animo a que le deis una oportunidad a la novela si a vosotros os ha llamado la atención.



"Los Hombres de Texas No Hablan de Amor" es una novela con una ambientación sublime y con dos historias de amor muy diferentes contadas a dos tiempos. Una lectura perfecta para aquellos lectores que le gusten las historias del Oeste.
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