Con sabor a Irlanda

Hacía mucho que no leída nada de Olivia Ardey, y estos días con el confinamiento, he recuperado algunos títulos que tenía pendientes en el Kindle, y la verdad que me sigue encantando su manera de escribir.
"Con sabor a Irlanda", me ha durado 2 días, es muy muy ameno de leer y entretenido, lo justo para no perder el gusanillo de querer seguir leyendo. Pasas sus páginas sin darte cuenta y sólo quieres leer más para saber cómo van a acabar los personajes, por que a los pobres cada vez se les lía algo nuevo.
En este caso, o al menos para mí, no puedo destacar sólo a los protagonistas. Está claro que son Lys y Connor, pero es que los personajes secundarios, tienen casi el mismo poder que ellos, por lo que el ritmo de la novela no decae, y no nos centramos sólo en el típico "chico conoce a chica". Tenemos historias personales y duras, como la de Ken, y en dónde gracias a él, a Lys, y a Syd, descubrimos la importancia de las segundas oportunidades, de la amistad, y de que la familia no lo es sólo de sangre.
Vemos cómo la situación de cada uno, su pasado, los influye, y afecta en la manera de ser para con su pareja. Por ejemplo la independencia y fortaleza de Lys, en ocasiones me ha gustado, y es comprensible, pero en otras situaciones me ha parecido un poco pataleta de niña pequeña. Igual que alguna otra actitud del resto de personajes. Pero creo que eso es algo más bien típico de las novelas románticas, ya que al final incluso en la vida real, todo el mundo de obceca y tiene alguna que otra pataleta. Es la chispa que siempre encontramos en este género, en ocasiones los enfados con motivos, en otras no, pero al final siempre triunfa el amor.
Lo único que sí que me ha chocado un poco, es el espacio temporal de la novela. Me intento explicar: en algunas ocasiones parecía que en la novela sucedía algo, en unos días, y realmente después por un comentario, descubrimos que era más: semanas, un mes, dos meses... quizá sólo es mi percepción, y realmente no influye para su lectura, pero si es algo que cuando me sucedía, me dejaba un poco descolocada y pensando en ello.
En definitiva, a mí me ha entretenido mucho, no podía parar de leer por saber que iba a ocurrir, y me han parecido unas historias de amor preciosas. Es una novela ligera, que lees sin darte cuenta, algo que se suele agradecer, ya que en otros tipos de lectura tienes que estar muy pendiente de detalles o fechas, y al menos a mí en ocasiones me apetece leer algo diferente y que no me haga pensar tanto. Yo le doy 4 estrellitas y lo recomiendo.

Estoy haciendo lectura conjunta con Juani Hernandez.
Lo había cogido con muchas ganas pero lo primero que me ha parado es ver un libro de editorial que no tenga los margenes justificados, si no con guiones cuando la palabra no caben en la linea… sinceramente a mi eso me ralentiza la lectura.
Hay bastantes faltas y equivocaciones en demasiadas situaciones en las que cambian los nombres de los personajes.
Los personajes principales y algunos secundarios me han parecido la mayoría de las veces muy forzados ellos y las situaciones. No me han hecho empatizar con ellos y la mayoría de las veces me han tirado de la historia.
Los únicos secundarios que me han gustado son Kenn y Jessy, pero la verdad en el epilogo me hecho cambiar de opinión…

Me siento francamente decepcionada. Esperaba un romance epistolar o algo parecido que me ayudara a respirar después de terminar crímenes duplicados y con lo que me encuentro es una historia donde la relación de los protagonistas no tiene pies ni cabeza.
En primer lugar, el romance insta-love, creo que están algo grandes para cegarse por el otro. Por otra parte Lys a veces me caía bien y otras no tanto. No entendía su carácter cambiante y aunque me agradaba que se sintiera independiente después de pasar tantas cosas sola, había veces en las que se requería ayuda de otros y por su CABEZONERÍA, hacía las cosas como le venía en gana para lamerse las heridas después.
Además de la actitud de Connor, que cree que por estar enamorada de él debe dejar su vida y su trabajo para ir a vivir con él. ¿A dónde vamos a parar? No me gustó nada su actitud.
No todo es malo. Me encantó la relación entre Jessica y Kenn, y si bien no es la mejor, sí que me pareció más creíble que la de los protagonistas. Su afecto nace de la convivencia y se dejan las cosas claras desde un principio.
Por otra parte, me enamoró la ambientación. Sentía que Galway y Dublín así como sus tradiciones y costumbres se llevaban un poquito de mí a lo largo del libro.
No podía olvidar el compendio de recetas del final, el cual le dio muchos más puntos de los que debería, a pesar de que la pluma de la autora en un principio era sumamente agradable. Llegó un momento en el que sentía que no avanzaba en nada.
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Una historia agradable, donde liz por cuestiones del destino conoce a brandon desde el momento que esto sucede hay un click especial que hace desear encontrar a tu otra mitad, y creer qué hay parejas muy afines.
Cómo todo hay altibajos pero siempre prevalece el respeto, el amor y la entrega en todos los aspectos.
La historia tiene situaciones que te sacan una sonrisa, además te permite conocer cómo piensan los irlandeses, y hay papeles secundarios que llegan a cautivarte.
Tiene un epílogo que te deja con satisfacción el único pero que le pongo es que en ocasiones no hacen incapie de qué cambian de personaje y eso hace un poco confusa la lectura por eso le pongo tres estrellas

La historia es bonita pero no me a resultado muy interesante. Me ha gustado mas como se ha desarrollado la trama de los personajes secundarios que no los protas. Aún así recomiendo el libro, pasas un rato divertido.
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