Pandemonium

Por fin traigo la segunda parte de Delirium, aunque tengo que decir que a pesar de haberme gustado, me ha resultado más lento que su primera parte. A ver, que no me quejo y no digo que no me haya dejado con ganas de su tercera parte, porque sí lo ha hecho, pero esperaba más.

Aquí vemos a una Lena distinta, ya no tan indecisa, sino más fuerte, aunque se irá entremezclando, pues iremos retrocediendo en el tiempo hasta el ahora, es decir, que veremos dos tiempos distinto, cuando se encuentra con los inválidos y una vez forma parte de la Resistencia. Lo que nuestra protagonista no sabía, era que se iba a encontrar con otro obstáculo y tendrá que decidir si seguir con la misión o dejarse llevar por lo que siente.

Aparecerá personajes nuevos, como Raven, Tack y Julián, hay muchos más pero destacan estos tres. Raven por sé quien la cuida y le enseña todo sobre la Tierra Salvaje para sobrevivir, Tack porque es un personaje algo peculiar, duro a veces pero con la cabeza bien puesta (aunque me hubiese gustado que apareciese más veces para conocerlo mejor) y Julián... es el obstáculo que se encontrará por el camino. Este personaje sí que tiene una gran evolución en la novela, lo veremos ser un fiel deboto que está contra la deliria, además de un pijo, a ver el fallo de su sociedad y ver las ventajas de ser libre, de poder sentir lo que quiere, además de que se vuelve un personaje más fuerte, más decidido.

Aparecerá dos grupos, la Resistencia que lucha de forma pacífica contra el sistema y los Carroñeros, que al igual que la Resistencia son incurados pero que actúa de forma mucho más agresiva, eso sí, siempre pagados, que no lo hacen todo por amor al arte. Quién los contrata no puedo decirlo porque sería spoiler, pero yo me he llevado una gran sorpresa, porque nadie es lo que dice ser.
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