Los lugares donde solemos ir hablan casi tanto o más de nosotros mismos que cualquier biografía. Son una forma de contar quienes somos y hacia donde vamos, también dónde nos gustaría permanecer o el lugar en el que nos gustaría acabar.
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Los lugares donde solemos ir hablan casi tanto o más de nosotros mismos que cualquier biografía. Son una forma de contar quienes somos y hacia donde vamos, también dónde nos gustaría permanecer o el lugar en el que nos gustaría acabar.
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Nunca debemos olvidar a las personas que nos hicieron ver la vida de una manera especial.
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Debes dejar que los recuerdos curen y no hagan más daño. Sólo así podremos ver a las personas especiales de una manera que no sintamos lástima por ellas sino alegría por todo lo que lucharon por nosotras.
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¿A quien baila Raquel en la fiesta en la casa de los hidalgo?