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En su novela Nnendi Okorafor nos presenta un personaje entrañable, Binti Ekeopara Zuzu Dambu Kaipka, de Namib. La joven perteneciente a una tribu del desierto, los himba, es discriminada por los miembros de las otras tribus. Lo que primero llama la atención es el uso del otjize, una arcilla perfumada y elaborada en la tribu para reemplazar el baño diario, ya que el pueblo carece de agua. Esta arcilla aromática le da un color particular a la piel. Binti también se destaca por el uso de pulseras en sus tobillos, que tienen el propósito de salvar su vida ante la mordedura de una serpiente. Binti sobresale entre los de su tribu por su excelente manejo de las matemáticas. Por ello gana una beca completa para estudiar en la mejor universidad del universo. A pesar de la negativa de su familia, ella decide dejar la tierra y emprender el viaje hacia la Universidad. EL edan es un artefacto que Binti encontró en el desierto. Es su amuleto de la suerte que todavía no ha descifrado y que será un elemento fundamental durante su viaje. Los atributos de Binti parecen rudimentarios, a excepción del edan, pero es precisamente eso lo que cautiva al lector. Binti es la heroína de la historia al impedir, mediante negociaciones y sin el uso de la violencia, que las medusas (alienígenas) maten a todos los seres vivos. Con la ayuda de su edan y su valentía logra la paz entre las distintas formas de vida. Con esta corta pero exquisita novela afrofuturista, Okorafor permite al lector saborear un poco de ciencia ficción cuya base es lo tribal, lo africano, el desierto, que tanto añora la protagonista. Pero, más aún, Okorafor construye una narración con tensión pero que no cae en el enfrentamiento bélico sino que decanta por lo pacífico, por el diálogo y la comprensión. |
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