Si alguna vez había leído algo de gótico andino, no lo sabía. Ahora que he leído 'Las voladoras' y sé que se enmarca en esta literatura tomo nota para seguir indagando. Encuentro unas ciudades y pueblos que imagino oscuros, conozco a personajes que conocen el horror e incluso en ocasiones lo crean, y vivo experiencias que no puedo diferenciar de la fantasía. Los hechizos se mezclan con lo mundano, lo cotidiano es invadido por la violencia y Ojeda demuestra ser capaz de crear belleza en el horror. Y aunque no sé en qué lugar me deja, me encantan los lugares a los que me llevan algunas escritoras. No he podido leerlo sin que me vinieran a la cabeza fragmentos de María Fernanda Ampuero, Mariana Enríquez o Fernanda Melchor, y eso para mí es decir mucho. Mis relatos favoritos han sido 'Sangre coagulada', en el que vemos cómo una niña es llevada al margen de la sociedad y allí es precisamente donde encontrará su sitio, 'Caninos', en el que una chica guarda la dentadura de su padre muerto, incapaz de desprenderse de ella, y 'Soroche' en el que trasciende una crítica social con la excusa de una excursión a la montaña de unas amigas. Y como simple apunte fetichista aprovecho para comentar cuánto me gusta el tacto de los volúmenes de Páginas de Espuma y la tipografía que usan en sus libros. Por si necesitaba algo más para disfrutarlos! |