Es el primer libro que leo de la autora, y tengo claro que no será el último. Hacía tiempo que no leía una recopilación de relatos de la que disfrutaba tanto, aunque en este caso, cuentan con la originalidad de estar conectados a raíz de un suceso común: todos los narradores serán rehenes en un secuestro en el extranjero. Ocho personas, todas ellas japonesas (aunque de contextos muy distintos), son las víctimas de un funesto ataque terrorista; un encierro durante el que decidirán cada uno de ellos, dejar por escrito algunas vivencias personales acontecidas en tiempos mejores. La finalidad de esto, es prácticamente un misterio, puede entenderse como dejar constancia de quiénes fueron estos individuos o al menos de una parte de su vida, o dejar por escrito algunas buenas acciones pero también, algunas menos positivas a modo de redención. Los relatos están muy bien desarrollados, con un lenguaje sencillo y efectivo creando historias lo mar de interesantes partiendo de elementos aparentemente anodinos. Asimismo, cuentan con matices de gran interés sobre ciertos valores arraigados en la cultura japonesa pero también se verá cómo funciona dicha sociedad. La trama se quedará cerrada con un noveno relato, narrado por uno miembro del equipo de operaciones especiales que participó en el rescate de los rehenes. + Leer más |
La novela que lanzó a la fama a Yoko Ogawa. Un canto a la amistad, el amor y el respeto, y una apasionante introducción al mundo de los números.
Una madre soltera entra a trabajar como asistenta en casa de un viejo y huraño profesor de matemáticas. Sin embargo, no es un profesor cualquiera: antaño fue un reconocido matemático pero, tras un trágico accidente, solo recuerda lo ocurrido en los últimos ochenta minutos. Aunque siguen apasionándole los números y la resolución de problemas matemáticos, debe apuntar las cosas importantes en post-its para repasarlas todos los días, incluida la identidad de quienes lo rodean; una situación que lo vuelve muy vulnerable. Sin embargo, el profesor irá aceptando en su vida la irrupción de la asistenta y de su hijo, Root, de diez años, con quien comparte una pasión: el béisbol. Poco a poco se irá fraguando entre los tres una hermosa relación fundada en el afecto y la transmisión del saber. Una novela que devuelve la fe en el alma humana.