Resulta increíble que una autora que es capaz de escribir un libro que desprende una enorme ternura como es La fórmula preferida del profesor, pueda crear historias tan perturbadoras, como La piscina o El embrazo de mi hermana. Y eso es lo que es esta última, completamente perturbadora. Durante las páginas que componen este breve relato nos encontramos con tres personajes. Dos hermanas huérfanas, completamente desunidas, desconocidas la una para la otra. Y el marido de una de estas, la embarazada, que participa como un ente pasivo durante todo el relato. Si tuviera que describir este libro con tres palabras estas serían: pertubador, frialdad y soledad. Eso me transmiten todos los personajes. Es imposible no sumergirse en esta historia. Y sentir rechazo. Una gran obra. Mi favorito de Ogawa hasta la fecha.
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