¿En qué país estamos, Agripina?

¿En qué país estamos, Agripina? es un conjunto de ensayos del autor Gustavo Ogarrio. Menciono esto porque creo que es importante saberlo antes de iniciar la lectura. Los ensayos están agrupados en capítulos, por lo que se puede ver cierta relación entre ensayo y ensayo, sin embargo, la relación no es suficiente como para olvidar que estos son ensayos publicados en diferentes momentos, no relacionados entre sí. Esto hace que la lectura sea un poco cansada, al menos en mi opinión. Disfruté mucho más este libro leyéndolo poco a poco. Uno o dos ensayos por sentada. Creo que este es un libro que pueden disfrutar las personas mayores a 30 años, porque se habla sobre ciertos eventos que yo al ser de 23 años, no logré entender del todo porque los viví muy pequeña. Para las personas que ya eran adultas cuando los eventos sucedieron, los comentarios de Ogarrio podrán tener más sentido. Sin embargo, me ayudó a ver cómo los ciudadanos mexicanos vivieron esos eventos, así como sus opiniones.

“El terremoto ocurre para salir de entre las energías de la Tierra y recordarle a nuestra herida narcisista los límites del veredicto: no somos el centro del universo ni la culminación de todas las especies”. Los ensayos sobre los terremotos en la Ciudad de México de 1985 y 2017 fueron mis favoritos. Esos los leí todos en una sentada porque fueron los que más relación tenían entre sí. Movida hasta las lagrimas, no podía dejar de leer sobre lo que se vivió desde el punto de vista de uno de los sobrevivientes, sin llegar al morbo.

Los ensayos de Ogarrio me hicieron ver algunas situaciones de una forma que no había considerado antes. Una de estas, de las que más impacto tuvo en mi, fue la comparación que se hace sobre la canción de “La muñeca fea” de Cri Cri con la ayuda doméstica. Yo crecí con esta canción, y sin embargo nunca me di cuenta que las menciones de una escoba y un recogedor hacían alusión a “la imagen de una Cenicienta aplastada por el trabajo doméstico, pero sin baile de zapatilla perdida con príncipe enamorado y final feliz”. Como dice Ogarrio, en la canción “se registra tanto la soledad, la exclusión y el abandono en una figura femenina”.

Así como este último, hay varios comentarios que hace Ogarrio que me toman de sorpresa, pero que son absolutamente ciertos. Recomiendo 100% este libro, aunque no seas mexicano, pues creo que mucho de lo que aquí se discute es válido para otros países, sobretodo de América Latina. Si eres menor de 30 años, no te asustes, como quiera recomiendo este libro. Considero que es cultura general, es importante conocer más sobre la historia de nuestro país, sobre eventos importantes que lo han marcado. Espero que le des una oportunidad.

La escritura de Gustavo Ogarrio es una escritura fresca, actual y desgarradora.
Debo confesar que fue mi primer acercamiento a este escritor con el libro: ¿En qué país estamos Agripina? En el cuál explican que toma el nombre del cuento “Luvina” de Juan Rulfo y le formula la pregunta a su esposa al llegar a un país rural cuya tragedia era mas vieja que la Revolución Mexicana. Pues bien, este libro da la respuesta, a través de ensayos, en que país estamos, y lo hace con escritura firme y clara de nuestro México, de este país que tanto amamos, que tanto nos duele, que tanto nos desespera y en el cuál siempre encontramos alguna razón para seguir en él y luchar por él.
Los temas de los ensayos por los que Gustavo nos lleva de la mano en este trayecto son clásicos, interesantes, dolorosos, divertidos, nostálgicos y en algunas ocasiones, a mi parecer, inverosímiles, ¿pero que creen? Como buena mexicana, sé, que no lo son.
Son textos cortos de diferentes temas como:
La Epidemia de la Influenza en 2009, El Teletón como espectáculo (mascara mediática de la miseria de un país), El estadio Azteca, desde una mirada poética de un verdadero fan y conocedor de la retórica y del futbol, habla de películas, dejando al descubierto un verdadero cinéfilo rememorando al original Mad Max y presentándonos su “remake”, habla de nuestros más grandes ídolos nacionales: Pedro Infante y el Santo, pasa por eventos dolorosos como el temblor de 1985, y lo inverosímil de la repetición de la tragedia en la mismo día pero 32 años después, en 2017.
Con gran maestría se avienta el “trompo a la uña” de escribir un verdadero y crudo epitafio para el ídolo de masas, Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”, mostrando tal cuál fue este personaje tanto para una época, para una televisora y para un estrato social que no solo soñaba con superarse aspiracionalmente, sino que lo vanagloria y enmascara de gente feliz, buena y afortunada de poder vivir, como decimos, al día. No conozco mucho de la obra de Ogarrio, todavía, pero con este escrito estoy segura de 2 cosas: Ha de resultar muy incomodo para algunas personas que son soportes y seguidores del sistema; y, ya tiene una nueva fan que seguirá su trabajo a través de las colaboraciones con diferentes medios y libros.
Más adelante también toca temas sobre nuestros ídolos musicales de los 80's, cuando las baladas coinciden en México con una oleada de feminismo que a todas nos vino muy bien, tanto que aún hoy en cualquier karaoke no pueden faltar. Menciona a Molotov, le da su lugar privilegiado a Paul McCartney y obviamente no podía dejar de mencionar a Chabelo y Juan Gabriel, personajes icónicos de una cultura y una época, que no importa edad, profesión o estrato social todos los mexicanos conocemos y son familiares para nosotros.

Gustavo Ogarrio, es un autor nacido en la Ciudad de México, ha escrito crónica, ensayo y poesía. Escritor ampliamente reconocido y premiado en su faceta como cuentista en diversos certámenes. "¿En qué país estamos Agripina?" es el resultado de una selección de sus mejores crónicas y ensayos publicados en "La Jornada Semanal", el suplemento del diario La Jornada.
Inspirado en la obra de Rulfo, el título de esta obra evoca sin remedio a la desolada Luvina y al desangelado futuro de un país incierto. Ogarrio reflexiona y nos invita a la vez a hacer lo mismo, a pensar, a recordar y meditar sobre los distintos Méxicos que cada uno ha vivido. Con una pluma potente y fluida, Ogarrio analiza en sus crónicas y ensayos a un país que se empeña en vivir su realidad de la forma más surrealista posible, en tropezar cada seis años con la misma piedra política y crearse ídolos virtuales que subsanen sus carencias.
Gustavo Ogarrio escribe con gran acierto sobre el México carente de conciencia, el país que vive de sueños, preso en una tragicómica realidad alterna.
Ogarrio examina con claridad el manejo mediático de masas a través de los ídolos deportivos, musicales y televisivos como parte de un sistema opresor, al servicio de las arcaicas e inamovibles esferas políticas, que dicho sea de paso conservan su carácter criminal, represor y corrupto.
Ogarrio lleva la crónica a su máxima expresión al escribir de manera clara y asequible, intrínsecamente nos lleva a recordar. Las historias que encontramos en las páginas de "¿En qué país estamos Agripina?" no son historias aisladas, son historias que hemos escuchado o leído antes, con otros protagonistas y en otros escenarios. Responder a la pregunta ¿en qué país estamos?, no es fácil, es muy probable que el mismo Gobierno encoja los hombros como Agripina y guarde silencio como lo ha hecho hasta ahora.
Estamos ante un texto actual, imprescindible para reflexionar sobre nuestra realidad; Gustavo Ogarrio, un escritor necesario.