 |
Y otro tomo más de One Piece, en el que continúa la primera saga del manga donde nuestra banda pirata favorita continúa su travesía por el East Blue. Podríamos dividir el tomo en tres partes: cerca de la primera mitad es para cerrar el arco de Buggy, luego tenemos un capítulo autoconclusivo, y el resto de tomo es el comienzo del arco en Villa Syrup. El final del corto arco de Buggy (del que conocemos aquí su pasado y su relación con Shanks) es muy entretenido, con el combate entre el capitán payaso y Luffy, que recibe ayuda de una Nami que termina de fiarse de él, hacer un trato y unírsele temporalmente. Aquí vemos como poco a poco One Piece va expandiendo su mundo, enseñándonos más poderes de las frutas del diablo que pueblan este mundo, se nos muestran nuevos personajes y todo va poquito a poco a más. Sobre el capítulo autoconclusivo sobre Gaimon, la verdad es que se trata de uno muy especial, de esos que aunque no hagan ninguna falta, no molestan, son muy divertidos, con una historia muy curiosa y que nos deja ver más de la maravillosa imaginación de Oda, y que una vez pasen los tomos y las sagas, se mirará atrás y se recordará con cariño. Por último, la trama nos lleva a una nueva isla con un nuevo pueblo, y se nos presenta a todos los personajes que lo pueblan, siendo los importantes Ussop, un joven bonachón con síndrome de Pinocho, su cuadrilla de niños, su mejor amiga Kaya, heredera de una enorme fortuna, y su mayordomo Kurahadol, que cuida de ella tras quedar huérfana al morir sus padres. Con estos elementos (con unos diseños geniales y muy característicos, made in Oda), enseguida se cocerá un complot que llamará la atención de nuestros protagonistas. Un tomo donde todo sigue asentándose y progresando adecuadamente, muy agradable y rápido de leer, y que deja con moderadas ganas de ver cómo continúa, algo que en el blog ocurrirá enseguida. |
>
