En esta última entrega de la trilogía de la sociedad de los dragones de té, la autora nos presenta una historia de crecimiento y maduración protagonizada una vez más por Greta y Minette quienes junto a sus dragones de té, su familia y sus amigos, logran superar muchos de los conflictos que no se terminaron de resolver en el primer volumen de la trilogía. He de mencionar que el nivel de ternura y belleza se ha mantenido intacto en los tres comics; así como el que creo que es uno de los pilares de la historia, es decir, la inclusividad, y es que Katie la combina tan pulcramente con el argumento, los personajes y los gráficos, que su trabajo es simplemente impecable. Mención aparte merece el final, la estética de las últimas páginas, junto con la paleta de colores, la calidad de los gráficos y sobre todo los sentimientos que llega a plasmar solo con imágenes, demuestran (una vez más) que no solo es una buena narradora sino también una gran ilustradora. En suma, una trilogía mas que recomendada para todas las edades y todos los géneros. No descarto una re lectura en los días malos, y en los buenos también.
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