Piso para dos

Eran las 00.30 de la noche y no podía dormir. Acababa de terminar una bilogía y de repente lo vi en la estantería y pensé, ‘'venga, ¿por qué no?''. Así fue como empecé Piso para dos y como lo terminé, porque no pude soltarlo una vez conocí a Tiffy y a Leon.

Tiffy Moore es editora en una pequeña editorial que se dedica a publicar libros de manualidades. Acaba de romper con su novio, Justin, tras varios años de una tormentosa relación llena de idas y venidas. Por vicisitudes del destino y falta de presupuesto, Tiffy se ve obligada a seguir viviendo en el piso que comparten, pero tras una visita inesperada de Justin con su última conquista, Tiffy decide que no puede prolongar más la situación. Se lanza a buscar piso con un presupuesto muy reducido, de manera que se ve obligada a vivir en un zulo o a compartir casa y cama, aunque en horarios distintos, con un desconocido. Finalmente se decanta por la segunda opción, y es entonces cuando conocemos a Leon.

Leon es un enfermero de cuidados paliativos que trabaja en el turno de noche, necesita dinero con urgencia y no encuentra inconveniente en sacarse un plus alquilando su casa las horas que no la utiliza. Sabe que nunca coincidirá con Tiffy ya que sus horarios son incompatibles, pero lo que Leon no esperaba, es que, a través de notitas en post-it, sin conocerla, Tiffy fuese haciéndose un hueco en su vida.

Cuando una amiga me recomendó el libro, no pensaba que me gustaría tanto, pensé ‘la típica comedia romántica' y ya vemos que los prejuicios muchas veces nos hacen no disfrutar de algo tan sencillo como una historia. al leer la sinopsis pensé que sería un libro divertido sin más, pero ha superado con creces todas mis expectativas, y es cierto que muchas veces, cuando no esperamos nada de algo, es cuando nos sorprende. Me ha encantado y voy a intentar transmitiros lo que este libro me ha hecho sentir en esta reseña.

Nos encontramos una historia dividida en meses donde iremos viendo cómo se desarrollan las vidas de Tiffy y Leon por separado, leyendo sus pensamientos en primera persona. Es relevante la divisón en meses, puesto que algunos sucesos están muy relacionados con ellos. En ocasiones, leeremos la historia a través de post-it que los protagonistas se van dejando para comunicarse ya que, durante meses, no se conocen en persona. Veremos como se va consolidando una amistad entre ellos, como a través de objetos cotidianos, sobras de comida y golosinas, acabarán conociéndose el uno al otro.

Los capítulos narrados con post-it me han parecido muy originales, me gusta que afloren sentimientos entre ellos sin haberse visto y cómo van creando una intimidad y una confianza. A través de ellos vamos viendo como pasan de la simple cordialidad con un ‘por favor, baja la tapa del váter' a contarse pensamientos íntimos y querer conocerse el uno al otro.

En cuanto a los personajes, me he enamorado muy fuerte de Tiffy. Ella es, como he dicho antes, editora en una pequeña editorial que se dedica a publicaciones sobre manualidades y bricolaje. Nos la presentan como una chica muy extrovertida, espontánea y con un estilo personal muy extravagante, lo que repercute en toda su esencia. Ella es caos, alegría, autenticidad y te enamora desde el principio con su sinceridad. Es un personaje al que no puedo ponerle ni un pero, con sus inseguridades, sus dudas, pero amiga de sus amigos, comprometida y leal.

Leon es un personaje masculino como pocos. Si de Tiffy te enamoras, Leon no se queda atrás. al contrario que Tiffy es pensativo, introvertido y ordenado, es muy leal con los suyos y no duda en defender lo que considera justo. al contrario que Tiffy, con la que te encariñas enseguida, Leon te conquista poco a poco, con silencios, pensamientos y sonrisas.

Tenemos también multitud de personajes secundarios, como Justin, el obsesivo exnovio de Tiffy; Mo y Gerty, sus mejores amigos y un tándem maravilloso que aportan cordura a nuestra alocada protagonista. Rachel, su compañera de trabajo es otro personaje esencial sin el que la historia no sería lo mismo, te cae bien automáticamente y no puedes no reírte de sus ocurrencias. Nos encontramos también con Holly y Prior, dos pacientes de León que nos sacaran sonrisas y alguna lagrimita, pero que sin duda son entrañables y finalmente, Richie, el hermano de León y un personaje con una historia que contar y que será especialmente relevante en el desarrollo de la historia.

En general, la historia me ha parecido muy divertida, me ha encantado la forma en que nace la relación entre los protagonistas no solo porque ha sido ameno, sino porque me ha parecido muy real que la relación se haya ido forjando poco a poco. También encontraremos en la historia partes duras, hay momentos muy tensos en los que se tocan temas como el maltrato psicológico y las secuelas que dejan en las víctimas, que muchas veces no son conscientes de que lo están sufriendo. Trata el tema con mucho respeto y tacto, mostrándonos como poco a poco y con ayuda se puede ver la luz al final del túnel. Por otro lado, también veremos las consecuencias de enfermedades a través de los pacientes de Leon y de lo injusta que en ocasiones puede ser la justicia.

Pese a sus momentos tensos y tristes, el libro te deja una sensación de felicidad tremenda cuando lo terminas, no podría elegir otro final y cada paso de la historia nos ha llevado a él inevitablemente. He disfrutado muchísimo de la lectura, que como os digo, hice del tirón porque no pude dejar la historia a medias ni para dormir.

En definitiva, Piso para dos ha sido una lectura sorprendente y agradable, ágil y entretenida que os recomiendo tanto a los lectores de novela romántica como a los que no la suelen leer, porque estoy segura que igualmente podréis disfrutarla. Espero que esta reseña os anime a leerlo porque sinceramente os digo que merece muchísimo la pena. Nos leemos pronto!
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