Piso para dos

Llevaba un año con "Piso para Dos" en la lista de libros pendientes; y no se porque he tardado tanto el leer este libro. Supe de su existencia el año pasado, y la verdad es que, ahora me arrepiento de no haberlo leído antes.
Lo he disfrutado muchísimo y me ha encantando.

A medida que lo iba terminando tenía sentimientos encontrados. No quería que se acabara y a la vez, quería saber cómo terminaba. Una vez he terminado el libro, he sentido un vacío.

La historia me enganchó desde el primer momento. Dos jóvenes empiezan a compartir piso y cama. Tiffy debe dejar su apartamento y buscar algo de alquiler, y eso es lo único asequible que encuentra. Él dormirá durante el día en la cama; ella durante la noche. A pesar de compartir piso, los personajes no se conocen hasta más o menos la mitad del libro. Y eso es lo que engancha al lector. ¿Y cómo se comunican? Dejándose notas. Y es allí, en esas notas, dónde vamos conociendo un poco más a cada uno de ellos. A medida que vas leyendo, ansías que tenga el lugar el primer encuentro, y el siguiente, y el siguiente; y que vayan interactuando más juntos.

Los personajes son totalmente reales. Están muy bien construidos y se complementan muy bien. Ella, Tiffy, es alocada, alegre e impulsiva; y eso se refleja también en su ropa y en sus cosas. Leon es lo opuesto a Tiffy. Apenas habla, es introvertido. Está acostumbrado a su rutina. Y es mediante sus cosas, los restos de comida que dejan ... que entre ellos se van conociendo.

La historia trata algunos temas delicados como pueden ser las relaciones tóxicas y las manipulaciones, pero siempre con delicadeza y con un punto de humor. Y es justo aquí, dónde se ve la evolución del personaje de Tiffy. Cómo le planta cara al problema y, con apoyo de sus amigos, va solucionándolo.

En conclusión, Piso para Dos, ha sido toda una sorpresa. Una lectura que me ha encantado y me ha enganchado desde el primer momento. Romántica y tierna, por partes iguales, he disfrutado mucho leyendo esta historia.