En este caso y muy a mi pesar no traigo una reseña del todo positiva. La historia nos cuenta como Leena, agobiada y saturada de su duro trabajo en Londres, decide intercambiarse con su abuela que vive en un tranquilo pueblo en las afueras. A su vez la abuela (de 80 años) ha decidido renovar su vida y buscar una nueva pareja haciendo una lista de todos los solteros disponibles del pueblo. Cuando Leena encuentra la lista, la anima a que se haga una especie de Tinder y conozca algún hombre a través de esa aplicación y que viva en Londres (representa que en su pueblo solo hay unos 4 hombres disponibles). Hasta ahí vale.. lo que me ha fallado es todo lo demás. Una abuela de 80 años que vive en el piso de su nieta y se pone su ropa (entre ellos unas botas de tacón alto). Una abuela que usa un smartphone y queda con hombres para tener una noche de diversión. Una abuela que no sabe lo que es un café con leche.. A su vez la historia de su nieta me ha resultado demasiado cliché. Una vida super saturada y frenética en Londres en una gran empresa. Un novio que pasa de ella. Un nuevo chico en el pueblo de su abuela.... Se ve venir demasiado lo que va a pasar. Además de todo eso la novela en si es muy plana, lenta y a penas ocurren cosas (quitando la vida sexual de la abuela de 80 años que conoce hombres en Tinder....). Me he aburrido sumamente mientras leía este libro y es una pena ya que Piso para dos , la anterior novela de la autora, me encantó. No obstante creo que a cualquiera que busque leer un libro que no le haga pensar demasiado o que este en un bloqueo lector, le puede gustar esta historia. Con mucha pena, no ha sido para mi.
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