Sigo aquí

Me ha encantado leer estos relatos de Maggie… como a la mayoría que prueba un libro suyo y sale enamorado de su estilo, necesitaba leerme todas sus novelas (el típico: hasta la lista de la compra) y oficialmente me queda 1!!!

Me da pena pero sé que va ser una autora que va tener un recorrido enorme y si no simplemente leer la premisa de este libro: 17 momentos clave de su vida que pudieron terminar en desastre, 17 roces con la muerte… esta mujer os digo que es inmortal y después de leerlos os confirmo que yo en el primer relato me moría seguro.

No os esperéis unas confesiones sencillas… la mayoría son realmente duras e impactantes, nos acercan más a ella, a conocerla y entenderla, viendo esa obsesión por la muerte y la maternidad que refleja en sus novelas, Hamnet, Retrato de casada, La primera mano que sostuvo la mía, La extraña desaparición de Esme Lennox…

Algunos me han dado miedo como su encuentro con un extraño en el campo o un atraco, la gran mayoría tensión, curiosidad; otros una pena horrible, la historia de su hija… pero no os digo más…tendréis que leerla! Mis favoritos el primero y el último.

Eso sí, no me parece una lectura prioritaria, así que si no os encantan las novelas de O'Farrell este libro biográfico me parece totalmente prescindible. A los demás como dicen los Z: pec

Autobiográfico es una palabra que a mí me inspira loas a tiempos mejores, felicitaciones por lo bien que se hizo todo, recuerdos edulcorados... Cualquier cosa menos lo que me he encontrado aquí.

Es cierto que el libro es irregular. Hay relatos mucho peores que la media, pero hay otros magníficos. Pienso en el último, en el primero y en muchos intermedios. Todos son interesantes, y de lectura fácil, con esa escritura que tiene O'Farrell que te permite deslizarte por las palabras a la vez que generar todo tipo de emociones.

Este libro emociona, porque es un espejo de la vida a punto de acabarse. Es la vida de la autora, igual que podría ser la vida de cada uno de nosotros. La conciencia de la cercanía a la muerte es subjetiva, y muchas veces aparece más tarde la idea de que cierto momento podría haber sido el último. Muy interesante resulta reflexionar sobre ello en vida ajena y poder ver alguna herramienta para aplicarlo a la propia.

Sigo aquí esta divido en 17 relatos en los cuales la autora nos cuenta lo cerca que estuvo la muerte pisándole los talones en diferentes momentos de su vida.
Hay relatos mas sobrecogedores y otros que pasan mas desapercibidos.
En uno de ellos nos relata como vive la enfermedad de su hija.Quizás el mas conmovedor de todos
¿Cuántas personas alrededor del mundo habrán experimentado la muerte tan de cerca?
La vida de cada uno depende de un hilo.Nadie sabemos de que manera nos puede atrapar la muerte, ya puede ser de forma natural, una enfermedad, un accidente o trágicamente.No podemos saber ni cuándo, ni cómo y ni dónde podrá sorprendernos.
Una historia autobiográfica, estremecedora, conmovedora y emotiva.

“sɪ ᴛᴇ ᴅɪᴄᴇɴ ǫᴜᴇ ᴘᴜᴇᴅᴇs ʟᴏɢʀᴀʀ ᴛᴀʟ ᴄᴏsᴀ ʏ ᴠᴇs ǫᴜᴇ ǫᴜɪᴇɴ ᴛᴇ ʟᴏ ᴅɪᴄᴇ ʟᴏ ᴄʀᴇᴇ ᴅᴇ ᴠᴇʀᴅᴀᴅ, ᴛɪᴇɴᴇs ʟᴀ ᴘᴏsɪʙɪʟɪᴅᴀᴅ ᴀʟ ᴀʟᴄᴀɴᴄᴇ ᴅᴇ ʟᴀ ᴍᴀɴᴏ”.

𝗦𝗶𝗴𝗼 𝗮𝗾𝘂í ha sido para mí un “sí, pero no, pero sí”. Tanto que lo dejé a medias durante muchos días, porque no me motivaba seguir leyendo. Finalmente lo acabé del tirón en una tarde y los dos últimos relatos, los más extensos, me han hecho reconciliarme con el libro y con la autora.

Tenía altísimas expectativas en relación a esta colección de historias autobiográficas de Maggie O'Farrell y ese ha sido el problema. Las expectativas, malditas sean, que condicionan tanto la lectura, a pesar de que siempre trato de que no sea así.

Y es que es el conjunto lo que me ha decepcionado. de los 17 relatos que lo componen, me sobran unos cuantos, que me han parecido paja añadida para dotar de volumen a la novela. En ellos justificaba una relación con lo que ella llama “experiencias cercanas a la muerte” a lo largo de situaciones tan corrientes, que todos hemos vivido alguna vez, que me han hecho pensar si es necesario estar muy obsesionada con el tema para hacer esa conexión. Lo cierto es que quizás fuera esa la intención de la autora, que sintamos la fragilidad de la existencia, que veamos que la muerte siempre nos acecha, hasta en las situaciones más inocuas e insignificantes, pero, en mi caso, lo que ha hecho ha sido restar, apagar la luz de los capítulos que brillaban por sí mismos y que, lo reconozco, me han hecho emocionarme y hasta soltar alguna lágrima.

Seguiré leyendo a la autora, (tengo Hamnet a la espera), pues su forma de escribir sí me gusta y creo que tiene mucho más que contarme.

¿Os habéis sentido defraudados por las expectativas para bien o para mal?

Una de mis series favoritas, “A dos metros bajo tierra”, comienza cada episodio con una escena en la que alguien muere. Había muertes estúpidas, otras muy crueles, muertes inevitables tras una penosa enfermedad, otras debido a un terrible accidente. Los protagonistas eran una familia que se dedicaba al negocio funerario, de ahí este festival de decesos. Aunque la muerte sobrevolaba la serie, no dejaba de ser un “mcguffin” para recordarnos que ante la fragilidad y aleatoriedad de la vida, solo nos queda una cosa: vivir lo más satisfechos que podamos, porque nunca sabremos cuándo se acabará este juego.

Me acordé mucho de “A dos metros bajo tierra” leyendo “Sigo aquí”. Se trata de un conjunto de relatos autobiográficos, algunos de solo 2 o 3 páginas, otros más largos, donde la escritora irlandesa recuerda experiencias cercanas a la muerte que ha sufrido, o al menos donde su integridad física se vio amenazada (o así lo creyó ella). Cada capítulo se titula e ilustra con la parte del cuerpo que corrió peligro (por un virus, una enfermedad rara, un accidente, un parto por cesárea, e incluso encuentro con criminales…).

El libro se cierra con el que, para mí, es el mejor relato de todos, el dedicado a su Hija, que, evidentemente, se titula así. Porque fue parte de ella. Porque sigue siendo parte de ella.

Una narración bellísima y delicada, escrita desde un lugar muy profundo, el de la aceptación, porque no le queda otra, de una madre ante el dolor y el peligro que sufre su hija debido a varias alergias potencialmente mortales. Es la aceptación de que no puede vivir en una burbuja de cristal, y que necesita vivir y disfrutar de la vida como cualquier otro niño. Es la aceptación de que cualquier momento puede ser el último.

En "Sigo aquí", Maggie O'Farrell nos habla de sus experiencias cercanas a la muerte, del valor de la vida que solo se llega a comprender realmente cuando has estado a punto de perderla, cuando convives con la enfermedad, cuando pierdes a quien más quieres a manos de la parca.

Es un libro original, repleto de relatos sobre la muerte pero muy llenos de vida y agradecimiento.
Hay textos maravillosos, como los dos últimos, y otros que pasan desapercibidos, pero en todos está la pluma mágica de la autora de "Hamnet" y "El retrato de casada".
Quizás esperaba más, aún así no me arrepiento nada de haberlo leído.

Me faltaba por leer este libro autobiográfico y magnífico, de mi admiradísima Maggie O' Farrell, que he leído antes de leer también su última novela.
Lo he hecho y te deja un poso que no puedes olvidar, porque sus impresionantes vivencias, algunas de ellas, también son las mías, no pueden dejarte indiferente .

Me he sentido tan sumamente identificada , y, precisamente, eso es lo que me hacía parar, pensar e incluso revivir los aspectos más alejados de mi vida, puesto que por ser tan fuertes y negativos no los quería ni recordar.

Sin embargo, aunque fueron momentos dolorosos, los he vivido con la autora de una manera diferente, incluso me ha he hecho sentir que, una vez ya pasados, el recordarlos te ayuda a distanciarte y alejarte de ellos sin el inmenso dolor que te provocaron .

Por todo lo dicho creo, que, a pesar de ser un libro con tristes y dolorosos momentos de su vida, nos ayudan, e imagino, que a la autora también le ayudó exponerlos en este libro.

Un libro que con el estilo peculiar y excelente de Maggie O' Farrell, se convierte en otro de los imprescindibles con los que conocerla, admirarla, leerla y sentirla plenamente.

El título es muy significativo, en español ese Sigo aquí , es un seguir adelante a pesar de todo, requiere fuerza , lucha y ganas de vivir. También el título en inglés lo es: I am, I am, I am, que además es un verso de otra de mis admiradas escritoras, de Sylvia Plath.

En realidad, parece que es la primera incursión en la autobiografía que además, no tenía intención de publicarlo, puesto que lo que pretendía era decirle a su hija que a pesar de los inconvenientes, merece la pena luchar por la vida.

Bueno, se publicó y a mí me ha gustado mucho leerlo y así conocerla mucho mejor, porque además, es una de mis autoras preferidas y me ha llegado directamente al corazón, porque también me ha suministrado ayuda y aceptación .

Son diecisiete episodios , diecisiete experiencias de su vida muy cercanas a la muerte con las que tuvo que lidiar y luchar para mantenerse y conseguir no renunciar a nada.

Lo consiguió, con esa fuerza indestructible que anima a seguir, a apostar por el futuro y así tenemos a una de las mejores escritoras del panorama literario mundial . Muchas gracias Maggie O' Farrell.

Ha sido una gran lectura, duros y estremecedores momentos pero contados de forma directa, sin lejanía, con absoluta honestidad, y también lirismo, a la vez que se permite la reflexión que con su magnífica escritura te acerca pero también te aleja .

Es realmente indescriptible lo que nuestros sentimientos , que siempre afloran, nos permiten vislumbrar. Y tenemos reflexión e introspección .

El libro y los diecisiete momentos o diecisiete roces con la muerte, como lo subtitula, que en ellos se plasman, son de desigual intensidad y extensión, me ha parecido totalmente acertado ya que esta forma es precisamente, la que nos ayuda a conseguir parar, respirar y poder continuar.

Las historias se suceden sin el orden cronológico, es decir desordenados en la línea del tiempo, y dicho queda, es esencial en este tipo de recuerdos y enfrentamientos con la vida.

Son retazos de una vida que los divide ateniéndose a iniciar cada uno de ellos con la parte del cuerpo expuesta a ese roce con la muerte, el título y el dibujo expresado interiormente , cuello, 1990, pulmones, 1988, columna…., 1977, y el año del suceso, que nos sitúa, antes de la lectura, en el momento, en su momento en el estuvo expuesta a ese trágico suceso de supervivencia que nos explica .

Sin embargo, de las diecisiete experiencias de vida que nos relata, son todas suyas menos la última , que pertenece a su hija pequeña, que nació con una enfermedad del sistema inmunitario, y que a veces, la lleva al borde de la muerte.

Un libro con el que sentimos la fragilidad de nuestras vidas pero que nos acerca inevitablemente a la vida. Esto para mí ha sido muy impactante.

Es un libro donde lo que intenta es atrapar esos momentos difíciles de la vida en la que la muerte nos ha rozado, y en lugar de olvidarlos, como solemos hacer o al menos lo intentamos, ella nos los presenta con el fin de intentar poder entender las peculiaridades que la marcaron.

Y para mí ha sido una inolvidable lección llena de sentido. Y se puede producir un cambio importante con el que comprendernos.

Es un libro donde las cicatrices, la infancia, las relaciones y los instantes más dolorosos cargados de tensión se nos presentan como si fuese una novela en la que lo que pretende es hablarnos del significado de estar vivo.

Y dejando para el final uno de los episodios más duros que marcará toda su vida. Sin embargo, podemos entender así, mucho mejor, toda la energía que respiramos cuando leemos sus novelas.

Un libro que a pesar de todo, es cálido, intenso, tiene emoción y belleza en su prosa llena de precisión.

En definitiva, se trata de una interesantísima reflexión, sobre cada momento y etapa de nuestra vida. Impresionante.

Tres segmentos que emergen unidos en esta obra: la muerte, la vida, y la escritura.

Relatar una vida a través de experiencias cercanas a la muerte. Su vida. Esto es lo que hace Maggie O'Farrell en este magistral, maravilloso y excelso, compendio de breves relatos autobiográficos.
Porque ¡vaya vida! ¡qué barbaridad! ¡qué cantidad de experiencias extremas! Desde la niña torbellino, empeñada en salir corriendo en todas las situaciones, sin tener en cuenta el peligro, pasando por un virus extremadamente grave, a la adulta desafiante, en la cuerda floja. Hasta que llega la maternidad, lo revoluciona todo, te absorbe, te engulle y cambia toda las perspectiva.

Maggie llega muy dentro, te encoje el corazón y te humedece los ojos. Hace que tu cabeza reviva experiencias parecidas o que, al menos, te causaran sensaciones semejantes. Porque es una maestra describir sentimientos y analizar la vida con los pequeños detalles de belleza o tragedia que nos rodean y marcan la diferencia.
Esta maravilla que hemos leído juntas dos amigas y yo, nos ha hecho reír y llorar, confesarnos, removernos hasta la lágrima y unirnos más. La magia de los libros y en este caso, de las redes sociales es esta. Disfrutar un 5* como si tuviera 500.
Inolvidable.
Gracias a Papá Noel por el regalo y como diría Violeta Parra, gracias a la vida que me ha dado tanto.

No es "Hamnet".

Es una especie de pequeña biografía donde se resaltan momentos trascendentales de la autora y cómo y de qué manera los gestionó.

La prosa es de ella. Es reconocible. Lleva su firma.

Los episodios, al ser cortos, no cansan.

No hay una línea de continuidad bien marcada, por eso no se puede considerar una biografía como tal, sino que son retazos, aquí y allá, de episodios que por alguna razón han quedado más marcados en su memoria. Se refieren a momentos donde estuvo expuesta a un peligro o a un incidente.

Visto en su conjunto, lo primero que se piensa es que es una forma de hacer terapia de sí misma. Ese análisis, esos razonamientos, es lo que me llevan a considerar así a este libro.

No es para mí una novela. Ni siquiera es una historia. Parecen sesiones ante un psicólogo que en lugar de ser habladas son escritas para liberarse.

Últimamente me encuentro con que esta clase de libros se están poniendo de moda. El autor o autora se abre, como una especie de entrevista a lo grande, entrevista calculada, donde expone abiertamente sus traumas, sus penas, sus reflexiones o lo que sea.
¿Me gustan?... No todos. Este no es uno de mis favoritos.
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Es probable que, si hacemos el ejercicio de repasar nuestra existencia, hayamos vivido algunos episodios en los que sentíamos que nuestra vida corría peligro, que sentimos que una sombra se cernía sobre nosotros, y que la suerte hizo que nos libráramos. Para Maggie O'Farrell fue un extraño que la abordó en medio del bosque, una grave enfermedad infantil, un salto a mar abierto durante la adolescencia, una intoxicación durante un viaje al extranjero… y así, la autora suma un total de diecisiete ocasiones en las que la muerte ha llamado a su puerta.
Quizá pueda resultar demasiado ‘ficcionado' a priori, pero para los que conocéis la literatura de esta autora sabéis que en sus manos suena veraz y, además, estas historias se convierten en material literario de primer orden.

“Sigo aquí”, de @librosdelasteroide, es el compendio de esas historias sin orden cronológico que ha identificado con partes del cuerpo -Cuello, Abdomen, Cráneo, Pulmones- o con todo él, y en el que ha guardado un lugar especial para su hija, una niña alérgica a tantas cosas que pueden matarla en cualquier momento, y cuyo día a día supone una dura prueba de supervivencia.

Muy pocos autores tienen esta maestría para conseguir componer un “puzzle” sin un guion aparente más allá del tema en cuestión, pero #MaggieOFarrell lo resuelve en esta especie de autobiografía. Quizá por ese componente biográfico su prosa es aún más cercana, directa y cruda y, por primera vez, nos habla de la enfermedad que padeció de niña y que aún la persigue. Pero pese a ello, hay un lugar muy importante para los otros grandes temas siempre presentes en sus libros: la maternidad y el amor.

Así, y aunque parezca que la muerte acecha en cada esquina, este libro no trata de una llamada al miedo, sino de plantearnos continuamente por lo que estamos haciendo y de ser conscientes de nuestros propios actos y decisiones.

Y vosotrxs… ¿Os habéis encontrado alguna vez cara a cara con la muerte?
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