Percibir estos momentos te cambia. Aunque intentes olvidarlos, darles la espalda, ningunearlos con un encogimiento de hombros, se cuelan dentro de ti pese a todo.
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Percibir estos momentos te cambia. Aunque intentes olvidarlos, darles la espalda, ningunearlos con un encogimiento de hombros, se cuelan dentro de ti pese a todo.
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Me habría gustado saber que las cosas de la vida que no están planeadas, por lo general son más importantes y, a la larga, más formativas. Es preciso esperar lo inesperado, aceptarlo. Estoy a punto de descubrir que lo mejor no es siempre lo más fácil.
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Cuando engendramos una vida nos abrimos al peligro, al miedo. Al coger a mi hijo en brazos me daba cuenta de lo vulnerable que era yo a la muerte: fue la primera vez que eso me asustó. Sabía demasiado bien lo fina que es la membrana que nos separa de ese lugar y la facilidad con la que puede perforarse.
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Pululamos por ahí como atontados, viviendo un tiempo prestado, hurtando los días, librándonos del destino, resbalando por los resquicios sin saber cuándo va a caernos el hacha encima.
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"Cuando eres pequeña, nadie te dice que vas a morir. Tienes que averiguarlo por ti misma"
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La infidelidad es tan vieja como la humanidad: no se puede pensar ni decir nada sobre ella que no se haya dicho o pensado ya.
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Saco libros de los que he oído hablar pero nunca he tenido tiempo de leer, libros de autores que he oído mencionar en la radio, libros traducidos de lenguas remotas, libros de autores que todavía están vivos…
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Lo supe instintivamente a los diecisiete años. Esa corriente incontestable de novedades, el estímulo de un territorio ignoto, la sobrecarga de lo desconocido, todas las sinapsis disparando, conectando, enviando señales, abriendo vías nuevas. Nunca olvidaré aquel trayecto entre el aeropuerto y el centro de Roma, la primera impresión de la ciudad. Y nunca perderé la emoción que suscita el viaje. Sigo deseando el impacto físico y mental de estar en un sitio nuevo, de bajar las escalerillas del avión y encontrarme con otro clima, caras diferentes, lenguas distintas.
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Sabía que un día llegaría y no me asustaba; al contrario, la proximidad de la muerte me parecía casi familiar. Saber que tenía la suerte de estar viva, que con la misma facilidad podía haber muerto, cambió mi mentalidad. Seguir viva me parecía un regalo, un premio, una bendición: podía hacer con mi vida lo que quisiera. Y, además de engañar a la muerte, me habría librado de quedarme paralítica. ¿Qué otra cosa podía hacer con mi independencia, con mi condición ambulatoria, sino sacarle todo el provecho posible?
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" ¿Cómo darle a entender que había sentido la violencia que irradiaba el hombre? He repasado una y otra vez aquel momento en el mostrador de la comisaría preguntándome si podía haber hecho las cosas de otra manera, si podía haber dicho algo que hubiera cambiado lo que sucedió después" (Cuello) "Es preciso esperar lo inesperado, aceptarlo. Estoy a punto de descubrir que lo mejor no es siempre lo más fácil." (Todo el cuerpo) "Las personas que nos enseñan algo nos dejan un recuerdo particularmente vívido en la memoria. Cuando conocí a este hombre, hacía unos diez minutos que yo era madre, y él, con un gesto pequeño, me enseñó una de las cosas más importantes de este trabajo: la ternura, la intuición, el contacto, y que, a veces, hasta las palabras sobran." (Abdomen) "La vida se rige por un zumbido de fondo, el zumbido constante de los peligros potenciales. Se empieza a percibir el mundo de otra manera." (Hija) |
¿En qué época se desarrolla la historia?