La primera mano que sostuvo la mía es un libro en el que se entremezclan las historias de dos mujeres que viven en épocas distintas: Lexie en el Londres de los años 50 y Elina en el actual. La historia de Lexie empieza cuando abandona el hogar familiar y se traslada a Londres donde conoce a Innes, el editor de una revista que le cambiará la vida. Por otra parte, Elina, que acaba de dar a luz, después de un parto traumático en el que casi pierde la vida, es incapaz de recordar las cosas del día a día a la vez que ve como se resiente la relación con su marido Ted. En la primera parte del libro el ritmo es pausado y nos introduce a los personajes, con una descripción muy acurada de las situaciones y también de los sentimientos de los mismos; a partir de la mitad del libro, vemos como las dos historias se van uniendo a través de pequeños detalles y es en la segunda parte cuando la autora consigue atrapar al lector hasta el final, pues lo que parecían dos historias paralelas y sin mucho misterio, conectan de una forma sorprendente y conducen a un final muy emotivo. Es un libro que recomiendo, me ha gustado particularmente la historia de Lexie Sinclair, aunque en un principio parece un libro lento, a medida que vas avanzando te atrapa y necesitas seguir leyendo para saber como acabarán los personajes. También me ha gustado la reflexión sobre la maternidad que se desprende del libro. |