El tercer policía

«Dormí durante mucho tiempo tan inmóvil y tan indiferente como mi sombra, que dormía a mi lado»
 
Cualquier cosa que diga de esta obra será un spoiler, dadme cinco segundos para pensar cómo empezar. Arriesgada y lucido, aunque este último adjetivo no me refiero a la obra, sino al autor. Fue publicado tras la muerte de Flann O'Brien, creo haber leído que se lo rechazaron y llegó a odiarla tanto que se  quedó desterrada en el fondo de algún cajón durante décadas. Cuando se rescató alguien la catalogó como «casi obra maestra», curioso ese casi, dejé reposar la novela unos días, decidí catalogarla como casi novela filosófica.
                ¿Puede alguien convencerte para cometer un asesinato? «No sé qué tretas y engaños uso Divney para convencerme». John Divney es un ser del que no te puedes fiar, un cara dura que se aprovecha de la situación, como no lo describe el protagonista, y aunque lo sabe, yo como lectora no llegaba a comprender por qué seguían juntos, «y es raro que dos personas lleguen a odiarse tan ferozmente como Divney y yo nos odiábamos, siendo, sin embargo tan amables el uno con el otro, tan superficialmente corteses». ¿Te fiarías de alguien que no duda en planear la muerte de otro ser humano?
                Y así empieza esta novela, con un asesinato, contado de una forma ligera sin tensión, como si fuera lo más normal del mundo, que parece que para Divney lo es, pero para nuestro protagonista, que no tiene nombre, la muerte de Philip Mathers ¿qué supone? «Un escalofrío de temor atravesó mi cuerpo».
                La pena de esta obra es que el autor muriese antes de ser publicada, porque tras terminar y entender lo que ha estado sucediendo, deseas saber si tus impresiones y lucubraciones son ciertas, pero recordando las palabras, que pocas ofrece de su obra, la escritora Aki Shimazaki, cada lector que haga suya la obra, no se trata de lo que ella quiso, sino de lo que nosotros interpretamos, ese es el valor de la literatura.
                Un asesinato motivado por el dinero, un narrador que se quita culpa, le convencieron, él fue inocente, el malo que no pude dejar de vigilar con un ojo abierto es Divney. Igual que perdió una pierna, y no nos explica porque, se queda sin memoria, ¿por qué? Y a partir de aquí no sigáis si lo tenéis pensado leer. No es fácil sacar impresiones de esta obra, porque el grueso, hasta que pillas lo que está sucediendo, pone al lector en un escenario algo inverosímil, donde las preguntas se suceden, esto no quiere decir que la trama sea rocambolesca, sino que tiene algo de onírica o pesadilla. Pero ¿por qué se borra su memoria? ¿Por qué recuerda todo lo que va relacionado con el crimen?
                ¿Por qué filosófica? ¿Qué es el infierno?
 
Tengo que leer más de este autor.

Tenía grandes expectativas puestas en esta novela y no la he disfrutado apenas nada. No he visto más allá de de alguna situación graciosa y algún comentario ingenioso. No he encontrado por ninguna parte la puerta a ese territorio de las grandes preguntas que se menciona en la sinopsis. Y, fundamentalmente, no me ha encandilado su estilo, circunstancia que podría haber compensado todo lo demás.