El cultivo de la humanidad

En “El cultivo de la humanidad”, Martha Nussbaum hace una profunda defensa por la enseñanza de materias relacionadas con la filosofía y el pensamiento crítico en los pensum de las carreras de pregrado de las universidades de Estados Unidos, y de todo el mundo. Para esto, se basa en dos tipos de educación impartidas desde la Grecia antigua: la que impartía Artistófanes, en la que importaba recitar las lecciones al pie de la letra y no cuestionar la información transmitida por los profesores; y aquella impartida por Sócrates, en la cual toda información, concepto o lección debe ser profundamente analizada hasta encontrar su profundo valor racional.

El libro está dividido en 7 capítulos; de los cuales, los tres primeros están centrados en las ideas socráticas del autoexamen, la ciudadanía universal y la empatía. Los restantes cuatro capítulos están dedicados a profundizar estas ideas en situaciones específicas como el relacionamiento con culturas diferentes a la propia, los estudios de la mujer, los estudios de la sexualidad humana y los estudios religiosos.

El primer capítulo trata entonces sobre el autoexamen socrático, capítulo en el que se aborda el pensamiento estoico, caracterizado por defender la razón por encima de cualquier valor, y por considerar a todas las personas como iguales, evitando realizar prejuicios por su condición económica y social; considerando a todos los seres humanos como capaces de llegar a un conocimiento profundo del mundo que los rodea. Adicionalmente, en este capítulo se aborda el autoconocimiento o la primacía de la razón como fundamento para cuestionar y defender los saberes adquiridos a lo largo de la carrera universitaria en la que se forma a un estudiante, y en los aspectos de la vida misma que la persona debe afrontar en diferentes espacios.

En el segundo capítulo se aborda el tema de la ciudadanía universal, defendida igualmente en la antigüedad por algunos filósofos que consideraban que su conocimiento y valores, no se debían encerrar en un único lugar, si no que se debía conocer muchos lugares y aprender de todos estos. En este capítulo comienza a aparecer la idea de la convivencia con otras culturas y el hecho de conocerlas a fondo para poder entender sus costumbres y formas de vida, diferentes a las propias. El ser ciudadano del mundo implica ver en las otras personas, independientemente de su origen, raza o religión; la posibilidad de aprender algo nuevo, conocer un nuevo punto de vista, o valorar una creencia diferente.

El tercer capítulo desarrolla la idea de la imaginación narrativa, expresada en las diferentes historias narradas a través de los libros, que permiten generar una conexión entre los personajes de los relatos y quien los lee; generando así un proceso de identificación, empatía o al menos la apertura a nuevas ideas, diferentes puntos de vista y la conexión con los sentimientos que podría experimentar un protagonista de un libro que nos llame la atención. En este capítulo, Nussbaum utiliza diversos ejemplos de obras importantes a lo largo de la historia de la humanidad, que ayudaron a crear un movimiento de empatía alrededor de los protagonistas y se convirtieron en un ejemplo para que personas que normalmente no conviven con algunas condiciones de exclusión social, puedan conocer y experimentar lo que se siente al vivir en dichas condiciones, generando así procesos que permiten ver al otro como un ser humano, y no como algo ajeno a nuestro entorno.

En los capítulos posteriores, se aborda a fondo las temáticas específicas de la multiculturalidad, los estudios de la mujer y los estudios de la sexualidad. Estos capítulos cuentan con abundantes ejemplos de docentes de universidades norteamericanas que, en medio de sus materias, se encargan de generar esa situación de alerta en sus estudiantes, llevándolos a pensar en situaciones que se salen de su zona de confort para que comiencen a ver el mundo y sus problemáticas desde diferentes puntos de vista. Igualmente, en estos capítulos se hace énfasis en diferentes universidades de Estados Unidos que han venido integrando a sus currículos nuevas materias, enfoques y métodos de enseñanza, que ayudan a generar un ambiente de apertura a las nuevas posturas, que ayudan a comprender temas como el rol de la mujer en la sociedad y los asuntos de género, como una base para generar nuevos lazos sociales; creando así una nueva ciudadanía más abierta a las ideas nuevas, dispuesta al pensamiento crítico, y que esté en capacidad de interactuar con diferentes culturas, reconociendo la diversidad como punto de partida para lograr objetivos comunes como miembros de la raza humana.

En conclusión, el libro es un gran aporte que hace Nussbaum como especialista en filosofía y cultura clásica, a la educación actual. El hecho de defender la diversidad basándose en la concepción estoica de la humanidad y las ideas socráticas del autoexamen, la ciudadanía universal y la empatía; ayudan a generar nuevas voces de alerta en un mundo que está cada vez más interconectado, en donde comprender la posición del otro y sus expectativas respecto a una situación en especial, comienzan a generar nuevas dinámicas en las relaciones interpersonales.

Este libro, pese a haber sido publicado en 1996, se convirtió en una de las primeras voces que ayudó a preparar a la nueva generación de profesionales que se encargarían de viajar y trabajar en países diferentes a sus países nativos. Esta nueva concepción de una educación que además de formar en el saber, ayuda a potenciar el ser de cada individuo, haciéndolo parte de un mundo en el cual conviven diversas religiones y culturas, creó una nueva generación de personas que están dispuestas a ver la realidad con otros ojos y reconocer la humanidad de los demás en todo aquel que se encuentran en los diferentes entornos de su vida.
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