Una forma de vida

En esta novela como en alguna otra Amelie Nothomb aparece como protagonista de su novela. Una forma de vida relata la correspondecia entre la escritora y un soldado norteamericano destinado en Irak llamado Melvin Mapple, que le narra de manera fascinante la enfermedad que tiene.

Melvin, como protesta contra la guerra ha desarrollado bulimia, la cual, le ha hecho engordar más de 100 kilos. A este exceso de peso Melvin lo llama Schrezade y le da una identidad como si se tratase de una pareja sentimental.

Al final Melvin interrumpe la correspondencia y Amelie decide averiguar lo que ha podido pasar.

Me ha encantado, como siempre Amelie te engancha con su narrativa que al estar escrita a modo de cartas entre la escritora y el soldado se hace muy llevadera, en sus cartas tratan diversos temas como la apariencia, la soledad, la fama, los trastornos alimentarios, ….

La prosa de Nothomb es maravillosa, rápida, irónica, perpicaz y directa. Es sencilla pero no carente de profundidad y trata temas de actualidad, en los que te deja pensando.

Y a todo esto, le sumamos un final sorprendente muy a lo Amelie Nothomb.

Una forma de vida es una novela corta de tipo, epistolar que me gustó bastante. Qué imaginación tiene Amélie Nothomb ! Y aunque el tema parezca « loquito », puede ser perfectamente factible con una mezcla demoníaca entre ficción y autobiografía.

La idea de la novela vino a Amélie en los EEUU, Filadelfia, leyendo el periódico USA Today dónde se mencionaba una « epidemia » de obesidad en los soldados americanos estacionados en Iraq.

La propia Amélie será la protagonista del relato con el soldado ficticio Melvin Mapple, combatiente en primera línea en Iraq. Es él quien contacta a la escritora porque está en busca de una « confidente/empática » para abordar su problema de obesidad que lo mortifica, aunque Melvin no es el único en el ejército. Serán entonces unos 10 meses de intercambio epistolar con el soldado, lo que explicará la frase « una forma de vida »

Muchos soldados se han vuelto voraces y han engordado construyendo una especie de barrera grasosa que los separa del mundo atroz de la guerra. Es una manera de protestar.
El problema es que Melvin Mapple está engordando 1 kilo por semana y está pesando 180 kilos !
(Yo estaba aterrorizada con esta inflación galopante y temía a cada instante venir la crisis cardíaca del pobre soldado o sencillamente la explosión de Melvin, preguntándome cómo Amélie se las iba a arreglar con este despilfarro de carne).

Todo esto la autora lo aborda con mucho humor y pertinencia, se nota que conoce el tema.
El intercambio de cartas con Melvin, alterna con pensamientos de A. Nothomb sobre la escritura epistolar que ella dice practicar con unos 2000 seguidores, diciendo que selecciona la correspondencia, dándonos detalles, aunque no siempre el intercambio es agradable, a veces la solicitan demasiado.

Este libro ha servido a la escritora para tratar o volver a tratar temas que le interesan : la alimentación, el cuerpo y sus desviaciones, el sentimiento de empatía.

Una lectura sorprendente, original, un final inesperado y una mezcla entre ficción y autobiografía llevado a tal grado de perfección que el lector queda descolocado. La calidad de la escritura de Nothomb está presente con su vocabulario por momentos exquisito, y su palabra fetiche « neumático » que le gusta camuflar en el texto.
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Desde hace años sigo las andanzas literarias de Amélie Nothomb y no entiendo como aún me puedo sorprender ante la sensación de querer saber más de la historia al acabar de leer sus novelas.
Me ha vuelto a suceder. Es la reina del dejar con la boca abierta y hacer que el público patalee pidiendo un tema más. Pero no la vamos a cambiar por mucho que se lo digáis. Tiene muy claro el número de páginas que quiere escribir y de ahí no se pasa ni una, y yo la aplaudo por eso. Siempre he dicho que es mucho mejor poco y concentrado que mucho y disperso. ¿Cómo sería una novela de Nothomb de 300 páginas? Creo que es una magnífica pregunta para abrir debate.

¿Y qué nos presenta Nothomb en su nueva novela? Pues creo que una pequeña pieza más del puzzle de si vida y que tanto nos gusta leer a sus seguidores. Esta vez descubriremos que se pasa bastantes horas al día leyendo las cartas de sus admiradores y que, la mayoría de las veces devuelve respuesta.
A mí me ha sorprendido un poco el tema, y no sé si dedica tanto tiempo a leerlas y más a contestarlas. Me está picando tanto la curiosidad que estoy por enviarle una para comprobarlo, pero casi prefiero creérmelo y disfrutar de la imagen que nos nuestra en la novela.

La novela tiene dos trasfondos importantes a mi entender. El primero, una crítica brutal a la sociedad americana por sus costumbres alimentarias y por no dejar de engordar, aunque también se podría aplicar al resto de la sociedad desarrollada; la segunda, a la política exterior americana en el caso de Irak. Pero no os asustéis; no entra en detalle, aunque deja ir algunas perlas.
Supongo que otro de los ejes podría ser el suyo propio, no ya desde la imagen epistolar, sino de la suya propia al enfrentarse a la obesidad, aunque ella sigue defendiendo que lo que escribe es una autobiografía ficticia.

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Si hay algo que caracteriza a esta escritora es que es diferente, tanto que llega a incomodar. Esta entrega no me pareció la mejor de ella pero tampoco puedo decir que no me haya gustado. En realidad aún no lo tengo claro. El hecho es que ella mueve sentimientos, te hace pensar con palabras muy directas, sin disfraces en circunstancias que nunca te plantearías, en las que no te detendrías ni un segundo a meditar.

La historia de una escritora, o su propia historia, a partir de la respuesta epistolar que hace a un soldado estadounidense en Bagdad. Esta respuesta desencadena una serie de idas y vueltas, en cartas que atraviesan extraños sentimientos y un vínculo lejano de cualquier razón cierta. Cada carta despierta en el lector un nivel de ansiedad inmensa, tratando de imaginar que responderá uno y qué propondrá para la próxima. Destaco los párrafos en donde define la importancia de la duda, y en aquellos aún mejores que sobrevalora el diálogo que puede darse a partir de las cartas.
Palabras sentidas en momentos, cierto relajo en otras, sensaciones, emociones y algunos golpes bajos, nos llevan hasta un final inesperado.