Ante todo, mucho karma

Esta segunda parte me ha que la primera. Quizás es porque ha habido muchas escenas en las que no comprendía la actitud de la protagonista. La entendía, pero no la comprendía. También le he cogido un poquito de manía a otro de los personajes. No es que me cayera especialmente bien en la primera parte pero en esta segunda, me ha caído gorda, por así decirlo. Es una historia de triángulo amoroso no triángulo en ningún momento pero sí. ¿Vosotros habéis entendido algo? A mí, me ha costado 🤣. Es de lectura muy ágil, sencilla y siempre te deja con ganas de continuar. Es de esos que cuando coges carrerilla, te lo ventilas en nada. Creo que en algún momento se me ha ido sensatez con esta lectura así que solamente puedo decir... ¡Viva el amor! ¡Viva el karma!

Directa, íntima, caótica y siempre con ese toque de humor que ya caracteriza a Norton, gracias a situaciones desbordantes de imaginación y tal vez poco posibles en circunstancias normales.
Encuentro que no es una novela para todos los públicos, principalmente por el lenguaje utilizado, un tanto vulgar en ocasiones, y muy directo, como si la protagonista nos estuviera contando la historia personalmente a nosotros, unido por supuesto a demasiadas situaciones que muchos pueden encontrar extravagantes y otros entretenidas e increíbles. Norton ha tenido muy buenas críticas, pero también lectores que no quieren ni acercarse a sus libros. A gustos, colores.

Segundas partes nunca fueron buenas, o eso dicen. Yo he encontrado en esta, una manera interesante de pasar un rato entretenido descubriendo a Sara y sus vicisitudes, desquiciándome con sus ideas demasiado pesimistas en ocasiones, eso también, pero en general poniéndome una sonrisa en la cara con momentos y sucesos que nos sorprenderán por lo increíble y caótico. No teman aquellos que no han leído la primera parte, Norton nos introduce perfectamente en la vida de Sara para que la conozcamos sin problemas a ella y a todos que están a su lado.
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