Humildad, mejor valor de todos. Un anciano nos cuenta su vida, las circunstancias por las que pasó para aprender a vivir con solo lo escencial y fundamental para el ser humano. Recordemos que todo es pasajero, que nada es de nosotros como tal. Lo único que nos llevamos a la muerte son los momentos vividos. Aprender a valorar los momentos con nuestros seres queridos, aprender a ser empático con los demás, aprender a aceptar ayuda. Desde el principio que nacemos, necesitamos de otros para persistir y con el paso del tiempo, joven, adulto y viejo, no dejamos de depender de otros. Jamás se logra ser totalmente independiente. Creciendo necesitamos de nuestros padre, familia, una mano amiga, el aire, la tierra, etc. Debemos dejar el “ego” de creer que siempre podemos hacer las cosas solos, y agradecer el estuve, estoy, y estaré. Es un relato corto, profundo aue enseña valores. Sólo quería un libro cortito, ya que tengo poco tiempo para dedicar a la lectura. Y encontré esta maravilla. |